Azpeitia, a contracorriente

La feria de la localidad guipuzcoana de Azpeitia tiene un sello propio que le convierte en una rara avis del panorama taurino. En su primera cita s¨®lo cubri¨® la mitad de los tendidos con un p¨²blico atra¨ªdo en su mayor medida por la condici¨®n de los toros de Ana Romero, reses de encaste Santa Coloma al que no profesan mucho afecto las denominadas figuras del escalaf¨®n.

Bajo esta fidelidad a los hierros que prometen emoci¨®n, en el coso guipuzcoano se descubren toreros que luego suelen ir apareciendo en otras plazas y se presencia un festejo en el que se pretende una lidia con importancia de todos los tercios. En la primera tarde no hubo brillo en el tercio de varas; seis encuentros en total, uno por toro, y el p¨²blico, al contrario de lo que suele ocurrir en la mayor¨ªa de las plazas que aplaude por no picar, protest¨® por tan breve suerte de varas.

Los toros de Ana Romero, de hechuras perfectas, aunque con los pitones muy castigados bien por el desencajonamiento del viernes o por su pelea en corrales, no fueron bien tratados en varas y los toreros no quisieron apostar por este tercio. Los primeros tuvieron las fuerzas justas, el cuarto fue devuelto por sus ca¨ªdas y los tres ¨²ltimos fueron astados de plaza importante. Los c¨¢rdenos que cr¨ªa Lucas Carrasco rayaron a buen nivel. Segundo, cuarto bis y quinto llevaban el triunfo en su embestida, algo que s¨®lo aprovech¨® Emilio de Justo, y ninguno sali¨® con problemas como para abreviar.

El extreme?o, que vio c¨®mo su primero se lesionaba al inicio del trasteo de muleta, se enfrent¨® en el segundo turno a un sobrero que se emple¨® a fondo con el ¨²nico defecto de no humillar lo suficiente. Emilio de Justo sac¨® oficio y lig¨® tandas por ambos pitones aunque no se entreg¨® totalmente y siempre propuso un trasteo de toro complicado en lugar de hacerlo para el buen enemigo que ten¨ªa enfrente. A¨²n as¨ª, puso una buena estocada de la que sali¨® trompicado y pase¨® las dos merecidas orejas con el sabor del primer triunfo en la presente feria.

A Juan del ?lamo le tocaron los dos mejores ejemplares de la corrida, con mucha transmisi¨®n y con la clase y emoci¨®n de los toros buenos. El salmantino los pas¨® por ambas manos, en su primero con m¨¢s acierto que en el quinto, pero en ambas faenas el toro acab¨® siendo el due?o de la plaza y qued¨® la sensaci¨®n de que se pod¨ªa haber visto mucho m¨¢s.

Tampoco tuvo su d¨ªa el mexicano Luis David Adame, que acab¨® desbordado por sus dos toros. Acort¨® distancias y los de Ana Romero protestaron. El deseo y el oficio no siempre van de la mano.