El Sonorama se entrega a la ¡®vibra¡¯
El festival arranca en Aranda de Duero con un escenario dedicado a los ritmos y la m¨²sica que suena en los pa¨ªses latinoamericanos
La lluvia de caf¨¦ en el campo, las burbujas de amor y las peceras o cu¨¢nto gusta la gasolina son recuerdos que con m¨¢s o menos fuerza tenemos pululando en el imaginario musical y, hasta hace no mucho, los ritmos latinoamericanos m¨¢s reconocidos y reconocibles en Espa?a parec¨ªan reducirse a eso, a cl¨¢sicos de Juan Luis Guerra, hits de verano, baladas de Luis Miguel y s¨ª, reguet¨®n. All¨ª pasaba lo mismo, todo sonaba a David Bisbal o a La Oreja de Van Gogh o a El canto del loco. Pero al otro del Atl¨¢ntico hay m¨¢s que Despacito y aqu¨ª no solo se canta lo que sale de Operaci¨®n Triunfo (aunque tambi¨¦n).
Argentina, Chile, M¨¦xico y Colombia son los pa¨ªses con los que Espa?a ha tenido m¨¢s intercambio de sonidos, tanto nuevos como viejos pero desconocidos; y ahora, a ese cuarteto se unen otros como Ecuador, Per¨² o Chile. Desde el indie hasta el trap pasando por el rock, cada lugar tiene su propia forma y su propio fondo para cada estilo, est¨¢n nutri¨¦ndose y expandi¨¦ndose y uno de sus anclajes fijos es, desde hace dos a?os, el escenario Charco en el Sonorama Ribera, un espacio con una ubicaci¨®n que es un regalo (el Parque de La Isla, junto al Duero) y un concepto claro: aterrizar en la pen¨ªnsula lo que suena all¨ª, eso que llaman vibra.
Miguel ?ngel Garc¨ªa Garrido, uno de los responsables de ese espacio del festival y director de la agencia que lo organiza, Charco M¨²sica ¡ªque empez¨® dedic¨¢ndose a la prescripci¨®n de contenido musical iberoamericano en Espa?a y que acab¨® tambi¨¦n por respaldar a los creadores espa?oles en pa¨ªses latinos¡ª, cuenta algunas de las claves del crecimiento de la m¨²sica latinoamericana en Espa?a a trav¨¦s de la historia de ese asentamiento en la cita musical arandina. La primera es el trabajo de hormiga de m¨²sicos y promotores; nombres como el de Javiera Mena, ?l Mat¨® a un Polic¨ªa Motorizado u Onda Vaga llevan a?os sonando en salas y festivales, pero tener un espacio espec¨ªfico para reflejar la cultura alternativa latina ha sido cuesti¨®n de ir trabajando ¡°poquito a poco durante mucho tiempo¡±. Algo que se aceler¨® con la llegada de Internet, otra de las claves.
¡°Gracias a la Red la gente ha descubierto nuevos ritmos y ese descubrimiento se ha unido a una saturaci¨®n de sonidos que ya ped¨ªa un poco de viento fresco¡±, apunta Garc¨ªa. Espa?a, como cualquier otro pa¨ªs, mir¨® siempre m¨¢s hacia el sonido anglosaj¨®n, a Estados Unidos e Inglaterra, las cunas del rock, y desde ah¨ª se fue construyendo y versionando. ¡°Los ¨²ltimos a?os sobre todo han surgido pa¨ªses fuertes como Chile, Ecuador o Per¨², adem¨¢s de los que ya tienen una escena m¨¢s asentada como Argentina o M¨¦xico¡ Y no es solo cumbia, salsa o afrolatino, hay sonidos m¨¢s andinos e ind¨ªgenas, ritmos m¨¢s ancestrales que a veces entroncan m¨¢s con lo europeo¡±.
Para esa entrada y salida de m¨²sicos hac¨ªa falta, adem¨¢s, ¡°abrir la puerta¡±. ¡°Esa fusi¨®n e intercambio enriquece no solo al p¨²blico sino a los artistas. Espa?a est¨¢ empezando a ser una plaza m¨¢s para Latinoam¨¦rica y all¨ª los artistas espa?oles tambi¨¦n encuentran ya su sitio¡±, explica Garc¨ªa. Y Rodrigo Casa, promotor que hace de conexi¨®n entre Sonorama, Charco M¨²sica y M¨¦xico, alude tambi¨¦n a una suerte de hermanamiento: ¡°Es mucho m¨¢s f¨¢cil entrar a un pa¨ªs si tienes un anfitri¨®n, alguien que all¨ª tenga su p¨²blico y que te d¨¦ entrada, as¨ª que hacer por ejemplo un circuito de salas peque?as para que te vayan conociendo es importante y funciona, o ser teloneros de una banda local. Los grupos se unen, se convierten en amigos y aliados¡±. Ocurri¨® por ejemplo con Lori Meyers y los mexicanos Enjambre, o con Belako y Divisi¨®n Min¨²scula, tambi¨¦n procedentes de M¨¦xico y que no vendr¨¢n este a?o pero est¨¢n ¡°apalabrados¡± para el que viene.
La importancia de las letras y el v¨ªnculo l¨ªrico, el amor por lo bailable, la afici¨®n por aprender y corear los estribillos, y la crecida que est¨¢ teniendo la m¨²sica urbana son otros puntos de conexi¨®n entre ambos continentes a los que alude Casa. Funk, trash pop, punk, indie, country, electrolatino mestizo, electr¨®nica o hardrock, todo cabe y todo se recibe, seg¨²n Javier Ajenjo, director del Sonorama, con los brazos abiertos. Y cree que lo han hecho tarde. ¡°Llevamos a?os trayendo bandas latinas y no le hab¨ªamos dado forma hasta 2016, cuando surgi¨® el escenario Charco, y es fundamental abrir ese espacio para una regi¨®n con la que compartimos lengua y muchas veces filosof¨ªa¡±.
Este a?o, Charco estar¨¢ dedicado a M¨¦xico, aunque cuenta con la presencia de varios pa¨ªses; el a?o que viene le tocar¨¢ a Argentina el homenaje. Ajenjo a?ade que en esta edici¨®n de 2018 hay visita oficial de directores de festivales y promotores mexicanos ¡°para crear un v¨ªnculo m¨¢s all¨¢ de lo t¨¦cnico o el intercambio musical¡±. ¡°Que vean c¨®mo se disfrutan aqu¨ª estos eventos, que beban vino, que coman lechazo y se mezclen con el p¨²blico y los m¨²sicos y los vecinos¡ La m¨²sica no solo une, es una forma de decir que estamos vivos. Y queremos seguir est¨¢ndolo¡±. Para el futuro Ajenjo adelanta dos cosas: la certeza de seguir haciendo crecer ese escenario y la posibilidad de que sea el Sonorama el que cruce al otro lado. Vibra por vibra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.