¡°Los j¨®venes no tenemos ning¨²n tipo de futuro¡±
Nagua Alba, la diputada m¨¢s joven del Congreso, lamenta que a muchos de su compa?eros de generaci¨®n ¡°trabajos extremadamente precarios¡± les mantengan en casa de sus padres
![Emilio S¨¢nchez Hidalgo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F095fe2ca-e348-4e49-8f6e-3443a855e02b.jpg?auth=671e77d85e2b18cb0727fa182e37ece0b6979144a82791d2f92d6b36ab03b1d0&width=100&height=100&smart=true)
![La diputada Nagua Alba, frente al Congreso.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/V3JHYGTWR7AKACKY6PGAY7Y42E.jpg?auth=427d75379ed4c545eafc214f8b2019f6d5e0347db96c2a41b8d5fa6f44a92a1b&width=414)
Nagua Alba, la diputada m¨¢s joven del Congreso (de Unidos Podemos por Gipuzkoa), guarda entre sus recuerdos infantiles m¨¢s preciados un programa de la tele. No es El club Megatrix u otro cl¨¢sico cat¨®dico de su generaci¨®n, sino La bola de cristal, irreverente espacio para ni?os que Televisi¨®n Espa?ola emiti¨® entre 1984 y 1988 y marc¨® a los nacidos en los a?os setenta. Su abuela, Lolo Rico, era la directora. ¡°Vi todos los cap¨ªtulos en VHS. Era un programa que romp¨ªa los esquemas. ?Y desde la televisi¨®n p¨²blica!¡±. Su madre era guionista en el programa. Su padre, un egipcio dedicado a la hosteler¨ªa.
Con la misma edad que ella, 28 a?os, muchos de sus amigos no se han independizado. ¡°Viven con sus padres. La mayor¨ªa tienen trabajos extremadamente precarios¡±, dice. Otros amigos de esta pol¨ªtica emigraron hace a?os: ¡°Llevan a?os queriendo volver a Espa?a y no pueden hacerlo. Se nos vendi¨® que ¨ªbamos a ser la generaci¨®n mejor preparada de la historia, pero no tenemos ning¨²n tipo de futuro, ni sost¨¦n para pensar en nuestra vida m¨¢s all¨¢ de ma?ana¡±.
Sus amigos quieren volver a San Sebasti¨¢n, donde Alba pas¨® la mayor parte de su vida. All¨ª estudi¨® Psicolog¨ªa y dio sus primeros pasos en pol¨ªtica. En 2016 fue elegida secretaria general de Podemos Euskadi, un cargo que abandon¨® en 2017. A los 26 a?os, liderar no fue f¨¢cil. ¡°Si eres hombre y diriges un partido, todo el mundo asume que est¨¢s en ese puesto porque est¨¢s capacitado. Si eres joven y, adem¨¢s, mujer, el primer paso que siempre tienes que dar es demostrar que te mereces estar ah¨ª¡±. En un debate electoral de las elecciones del 20 de diciembre de 2015, asegura que otro candidato le dijo ¡°si yo podr¨ªa ser tu padre¡±. Dice haber sufrido esas actitudes ¡°dentro y fuera¡± de su partido.
Una de sus primeras responsabilidades en Podemos fue la coordinaci¨®n territorial de redes sociales. Traducci¨®n: ¡°En 2014 aparec¨ªan c¨ªrculos de Podemos como setas. Y cada uno con sus redes sociales. Mi trabajo fue construir esa red de redes. Fue muy bonito. Podr¨ªa irme de vacaciones a cualquier parte de Espa?a porque tengo un sof¨¢ en el que dormir en cada provincia¡±.
Cuatro a?os despu¨¦s, est¨¢ harta de Facebook y Twitter. Su red favorita es Instagram: ¡°Ah¨ª todav¨ªa no abundan los trolls¡±. ¡°En Twitter¡±, contin¨²a, ¡°sabes que cada vez que pongas un comentario vas a recibir respuestas hirientes. Instagram es una red p¨²blica, pero da una mayor sensaci¨®n de intimidad. La utilizo como refugio de mi faceta personal. Creo que la gente tiene derecho a saber qu¨¦ tipo de personas te est¨¢n representado, c¨®mo son, qu¨¦ hacen en su tiempo libre¡±.
Mucho antes, la Alba que viv¨ªa en San Sebasti¨¢n estuvo muy presente en otra red social, como toda su generaci¨®n. ¡°S¨ª, estuve en Tuenti cuando era preadolescente. Me pasaba toda la vida ah¨ª colgada. Elimin¨¦ mi cuenta al revisar mis fotos. Mor¨ª de verg¨¹enza al verme maquillad¨ªsima y con pantalones de campana. Sin embargo, me arrepiento de haber borrado esas im¨¢genes¡±.
¡°Nunca me he sentido discriminada por ser hija de un inmigrante. Pero yo he nacido aqu¨ª. Mi padre s¨ª ha vivido situaciones de racismo¡±, comenta. La diputada asegura haber sufrido por su edad y su sexo en el Congreso, donde predomina el estereotipo del ¡°se?or trajeado¡±: ¡°Una vez estaba negociando las enmiendas de una iniciativa con otro pol¨ªtico. Nos acercamos para leer el mismo papel y me cogi¨® de la cintura¡±. Ante situaciones como esta, cree que su generaci¨®n y las que vienen est¨¢n m¨¢s concienciadas. ¡°Saben que no hay que normalizar ciertas cosas que otras generaciones s¨ª tienen normalizadas. En la manifestaci¨®n del 8 de marzo me dej¨® impresionada ver a tantas chavalas de 14 o 15 a?os. Van a coger la batuta de este debate¡±.
Pero no todos los j¨®venes se encuentran en una fase tan reivindicativa: ¡°Creo que hay muchas personas de nuestra generaci¨®n que, adem¨¢s de frustradas, est¨¢n resignadas¡±. Alba opina que muchos han perdido la esperanza en que sus condiciones laborales vayan a mejorar alg¨²n d¨ªa. Hablando de este tema, la diputada deja paso a la psic¨®loga: ¡°Si desde peque?o te han dicho que si te esfuerzas vas a conseguir una vida estable y la recompensa no llega, es normal que todo sea incertidumbre. Eso genera cuadros de ansiedad que est¨¢n generalizados. Es una crisis de expectativas¡±. Ante esa desaz¨®n, la diputada tiene una respuesta. La misma que le da a sus amigos: ¡°No solo hay esperanza, hay soluciones factibles¡±.
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