Ataques contra una presidenta o la intrahistoria de una bajeza taurina
Los taurinos exigen la recusaci¨®n de Ana Mar¨ªa Romero con argumentos f¨²tiles y vanos
El escrito firmado por cuatro asociaciones profesionales taurinas (toreros, grandes empresarios, picadores y banderilleros y mozos de espadas) en el que solicitan la recusaci¨®n de la presidenta de la plaza de toros de M¨¢laga, Ana Mar¨ªa Romero, por supuesta arbitrariedad en los reconocimientos y animadversi¨®n hacia las figuras, entre otras denuncias, es de esas circunstancias que sumen al aficionado en un profundo desaliento; una de esas noticias que lo dejan asombrado, patidifuso, parado¡
?A cuento de qu¨¦ viene esto? ?No hay problemas m¨¢s graves en la actual fiesta de los toros que requieran la atenci¨®n de los profesionales del toreo? ?C¨®mo es que se han puesto de acuerdo sectores con intereses tan diferentes y, a veces, contrarios, para pedir que expulsen a una se?ora del palco?
Parece una broma, pero es cierto. Las redes sociales han repetido un aserto: ¡°Es la ¨²ltima noticia del mafioso sistema taurino actual¡±. ¡°Esto est¨¢ como para quitarse¡±, se lamentaba un tuitero. ¡°Acab¨¢is con los toros¡±, apuntillaba otro. Es la mafia la que se pone en marcha para defender en exclusiva sus intereses. Y a la mafia le importa poco la fiesta, su presente y su futuro.
Adem¨¢s, los argumentos que exponen en el escrito son pueriles, superficiales, vanos¡
Los toreros se quejan del car¨¢cter inflexible y altivo de la presidenta
?Qu¨¦ significa arbitrariedad en los reconocimientos y en la concesi¨®n de trofeos? ?Quiere decir, acaso, que se aprueban o rechazan toros y se conceden orejas por puro capricho? ?Animadversi¨®n hacia las figuras? Un poco extra?o parece todo. Es mezquino, adem¨¢s, que se ponga en entredicho la ecuanimidad de la presidenta porque sea hermana de Juan Ram¨®n y Enrique Romero, directores de exitosos programas taurinos en Canal Sur Radio y Televisi¨®n, respectivamente. No son sus hermanos referentes del periodismo cr¨ªtico, precisamente, y m¨¢s bien se caracterizan por su desmedido triunfalismo y su forofismo con las figuras.
Sea como fuere, algo huele mal en este asunto; da la impresi¨®n de que existe un trasfondo oscuro, una intrahistoria que no se quiere contar y que justificar¨ªa de alg¨²n modo este desatino taurino.
En primer lugar, (ya lo adelant¨® la presidenta el pasado jueves en este peri¨®dico), los toreros ¡ªlas figuras, especialmente¡ª se niegan a aceptar que M¨¢laga es plaza de primera y, por tanto, se debe exigir un tipo de toro diferente.
Por otra parte, una mujer es un flanco supuestamente m¨¢s d¨¦bil que un se?or ¡ªpolic¨ªa o no¡ª con toda la barba, y los taurinos han preferido cargar contra la presa m¨¢s f¨¢cil.
Pero debe haber algo m¨¢s. ?Qu¨¦ ha hecho Ana Mar¨ªa Romero para que el taurinismo andante se una contra ella?
Con sus propias declaraciones y las opiniones indulgentes de algunos malague?os que bien la conocen, se podr¨ªa hacer el siguiente retrato que quiz¨¢ pudiera acercarse a la realidad.
Ana Mar¨ªa Romero es una buena aficionada y una presidenta honesta cuyas dos ¨²nicas preocupaciones son el cumplimiento del Reglamento Taurino y la defensa del prestigio de su plaza.
Pero carece de mano izquierda en las relaciones con los taurinos, que la califican de inflexible, altiva y presa de un car¨¢cter dominante que dificulta la negociaci¨®n con los toreros. Las cuadrillas se quejan, asimismo, de la dureza, la exigencia y los habituales comentarios poco edificantes de dos miembros de su equipo veterinario.
?Presidir¨¢ Ana Mar¨ªa Romero las corridas de las figuras?
Adem¨¢s, Ana Mar¨ªa Romero ha cometido durante estos a?os un error que ahora le pasa factura: durante la feria de M¨¢laga, siendo presidenta en activo, ha dirigido una tertulia taurina en Onda Cero, y ha ejercido como colaboradora en el programa Carrusel Taurino, de Canal Sur Radio, que dirige su hermano Juan Ram¨®n.
La acusan, asimismo, de que es excesivamente exigente con las llamadas figuras, lo cual no es un defecto, sino una cualidad que la honra. Mucho m¨¢s exigentes, sin duda, son las figuras con toros, compa?eros, honorarios, horarios y calendarios¡
Al parecer, fue Cayetano el primero que inici¨® el a?o pasado una recogida de firmas entre sus compa?eros, molesto con la actitud de la presidenta. Y el testigo lo ha recogido El Juli, que aparece en todas las quinielas como el verdadero mu?idor del escrito de recusaci¨®n.
Y algo m¨¢s: este es el primer a?o que la Feria de M¨¢laga comienza con una corrida de toros y no con una novillada, como es habitual. Se comenta que este no es un hecho casual. As¨ª lo ha decidido la empresa para evitar que la se?ora Romero presida las corridas de las figuras.
Y el jerogl¨ªfico se explicar¨ªa de la siguiente forma: el ¨²ltimo festejo del a?o pasado lo presidi¨® Ana Mar¨ªa Romero, por lo que el primero de este le corresponder¨ªa a Ildefonso del Olmo, el otro presidente malague?o, que se turna con su compa?era durante toda la feria.
Si as¨ª fuera, Del Olmo presidir¨ªa las corridas en las que participan las figuras (las dos de Ponce, El Juli, Ferrera, Castella, Perera, Manzanares y Roca Rey), y Romero el resto de los festejos.
Si se confirmara este detalle habr¨ªa que concluir que toreros y empresarios han ganado el pulso que han echado a la Junta de Andaluc¨ªa, y la perdedora ser¨ªa la fiesta de los toros.
Por ello, urge que la Delegaci¨®n del Gobierno andaluz en M¨¢laga ratifique en su puesto a la presidenta, la defienda de las acusaciones y evite que otra vez ganen los antitaurinos, que trabajan cada d¨ªa desde dentro para acabar con la tauromaquia.
En caso contrario, la Junta debe proceder al cese inmediato de la presidenta y proclamar como vencedores a los verdaderos enemigos de la fiesta.
(Hasta ahora, solo la Asociaci¨®n Nacional de Presidentes de Plazas de Toros (ANPTE) ha mostrado su apoyo a Romero. Desaprueba el escrito de los taurinos y afirma que ¡°mal futuro tiene la fiesta si la aplicaci¨®n del Reglamento se entiende como animadversi¨®n a un torero o a un ganadero¡±).
P.D.
Juan Diego, presidente de la Uni¨®n de Toreros, a¨²n mantiene un absoluto silencio; respetable su actitud, pero incomprensible. Un hombre debe vestirse por los pies¡
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