Eneas est¨¢ en huelga
En el puerto de Brindisi, no lejos de donde atraca el 'Corf¨²', muri¨® en el a?o 19 antes de Jesucristo el m¨¢s grande poeta en lat¨ªn, Virgilio
El ferri que lleva de Igoumenitsa a Brindisi es una decepci¨®n de 186 metros de eslora. El mero nombre del barco (Corf¨²) y el de la compa?¨ªa a la que pertenece (Grimaldi) hac¨ªan concebir ilusiones aristocr¨¢ticas para la traves¨ªa. Pero si el Nissos Samos que lleva hasta el Pireo desde la isla de Lesbos es como un casino monegasco reci¨¦n estrenado, el Corf¨² es como una discoteca de los ochenta a la hora del cierre: columnas de acero inoxidable, asientos de escay, luz cegadora... Hay incluso una zona triste de m¨¢quinas tragaperras. Una de ellas, los mitos no paran de hacer se?ales, ofrece una pantalla llamada La Era de Troya. Nadie juega. La hora de la partida ¡ªlas once de la noche¡ª hace que los pasajeros se junten enseguida para dormir en la cafeter¨ªa.
Cuando el sol aparece bajo el Adri¨¢tico, la cubierta se llena de hombres. Son casi todos griegos, los conductores de los 120 camiones que transporta el ferri. Ocupan los camarotes y tienen derecho a un bocadillo para cenar y a un expreso con un cruas¨¢n en el desayuno. Su pasaje cuesta 300 euros, diez veces m¨¢s que el de un pasajero sin coche. ?Qu¨¦ transportan? El recepcionista del barco remite a la oficina central, en Palermo. Su vecina de pasillo, una cretense que vende regalos, tiene menos reservas: ¡°La inmensa mayor¨ªa lleva fruta y verdura griegas al norte de Europa; luego nosotros se las compramos a los b¨²lgaros; cosas de la Uni¨®n Europea¡±.
Tambi¨¦n Florentina, rumana de 45 a?os, apela a la Uni¨®n Europea. Lo hace para subrayar que la ciudad de la que viene, Pitesti, ha sido premiada en Bruselas por su producci¨®n de tulipanes. ¡°Es la segunda despu¨¦s de una holandesa¡±, subraya. ¡°No lo digo yo, lo dice la Uni¨®n Europea¡±. Pitesti est¨¢ a 120 kil¨®metros de Bucarest y a 1.200 de Brinsidi. Tarda 22 horas en recorrerlos por el par¨®n del ferri. Viaja a Italia con ocho compa?eros en un minib¨²s que tambi¨¦n va en el barco. Para una de sus compa?eras es el primer viaje a Italia. Va a trabajar de limpiadora. Florentina ya lleva 17 a?os.
Otro que se pasa el a?o entre Ruman¨ªa e Italia es Konstantino, ¡°Konstantino Dinka¡±, dice de carrerilla cuando se presenta. Tiene 59 a?os y conduce uno de esos ¡°transportes colectivos¡±. Su trabajo es ¡°hacer de todo¡±: mec¨¢nico, electricista, fontanero, alba?il¡ ¡°En el sur de Italia son como nosotros: no hay especialistas. Es normal, si se te estropea el cami¨®n no vas a llevarlo a 200 kil¨®metros para que te lo arreglen, te encargas t¨²¡±. Ahora pasar¨¢ tres meses a este lado del Adri¨¢tico. Siempre hace el mismo recorrido. La ¨²nica diferencia es el puerto de llegada: ¡°Si llegamos a Grecia y sale antes el ferri de Bari, nos vamos a Bari. Desde all¨ª nos movemos. Podr¨ªamos ir por el norte en coche, pero son mil kil¨®metros m¨¢s, peajes y el cansancio¡ Yo uso el barco para descansar¡±. Lo ¨²nico que lamenta de este viaje es que se perder¨¢ la huelga general anunciada en Ruman¨ªa para el 10 de agosto. Vio la convocatoria en Facebook. ¡°La han organizado¡±, cuenta, ¡°para coincidir con las vacaciones de los emigrantes. Se trata de que haya condiciones para que podamos volver. Se van hasta los m¨¦dicos. Luego a nosotros nos faltan m¨¦dicos. Espero que despu¨¦s de la huelga empiecen a cambiar las cosas, porque seguimos en el siglo XIX. Antes ten¨ªamos f¨¢bricas de tractores, pero las desmantelaron, arrasan los bosques¡ Alg¨²n d¨ªa se sabr¨¢ qui¨¦n se ha beneficiado¡±. Italia le gusta. Hace diez a?os que viene: ¡°Me adapt¨¦ f¨¢cilmente. Todos somos latinos¡±.
En el puerto de Brindisi, no lejos de donde atraca el Corf¨² ni de donde Phileas Fogg embarc¨® para tratar de dar la vuelta al mundo en 80 d¨ªas, muri¨® en el a?o 19 antes de Jesucristo el m¨¢s grande poeta en lat¨ªn, Virgilio. Tambi¨¦n ven¨ªa de Grecia. Hab¨ªa viajado a los escenarios de Homero en busca de inspiraci¨®n para la epopeya de 10.000 versos que ten¨ªa entre manos: la Eneida. Era un encargo de Octavio Augusto. Propaganda de la mejor. Se trataba de narrar la destrucci¨®n de una ciudad (Troya) y la fundaci¨®n de otra (Roma) a cargo de un superviviente de la primera (Eneas). Un ancestro decente para un futuro imperial. Una l¨¢pida de m¨¢rmol lo recuerda junto a una escalinata que lleva al mar. Enfermo en el viaje, Virgilio no pudo corregir su poema y pidi¨® que lo destruyeran. Sus amigos y el emperador lo convencieron de lo contrario. La leyenda troyana recibi¨® entonces el espaldarazo que le faltaba.
CLAVES DE LA TRAVES?A
Recorrido: Igoumenitsa (Grecia)-Brindisi(Italia).
Distancia: 267 kil¨®metros.
Duraci¨®n: 9 horas.
Ferri: 'Corf¨²'.
Bandera: Italiana.
Eslora: 186 metros.
Lectura recomendada: 'La muerte de Virgilio', de Hermann Broch.
El pasado de Brindisi est¨¢ relacionado adem¨¢s con otro imperio distinto del romano. A unos pasos de las escaleras de Virgilio, en el impresionante Palazzo Montenegro tuvo su sede la Peninsular and Oriental Steam Navigation Company, una compa?¨ªa brit¨¢nica que empez¨® uniendo el Reino Unido con Portugal y Espa?a ¡ªde ah¨ª el Peninsular¡ª y que termin¨® extendiendo sus servicios hasta el mar Negro. Fue por los mismos a?os en que a la navegaci¨®n a vapor se le sum¨® otro hecho revolucionario para el Mare Nostrum: la construcci¨®n del Canal de Suez. Sufragado por los virreyes egipcios dependientes de Estambul e inaugurado en 1869, la deuda de sus promotores termin¨® convirtiendo en socia mayoritaria a la reina Victoria. La transformaci¨®n de Egipto en protectorado brit¨¢nico estuvo estrechamente ligada a ese hecho. El Mediterr¨¢neo se hab¨ªa convertido en un mar de paso hacia el oc¨¦ano ?ndico controlado por un imperio del Atl¨¢ntico Norte.
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