Jesul¨ªn de Ubrique reaparece en Cuenca, llena la plaza y triunfa
Cort¨® dos orejas y sali¨® a hombros junto a Juan Jos¨¦ Padilla y Miguel abell¨¢n
Jes¨²s Janeiro Jesul¨ªn de Ubrique sald¨® con dos orejas su triunfal reaparici¨®n de luces en Cuenca, una tarde en la que el p¨²blico respondi¨® y se lo pas¨® tambi¨¦n en grande con las entregadas actuaciones de Juan Jos¨¦ Padilla y Miguel Abell¨¢n, que tambi¨¦n salieron a hombros.
M¨¢s all¨¢ de la trascendencia taurina, la tarde ten¨ªa un cariz emotivo y, sobre todo, nost¨¢lgico. Volv¨ªa Jesul¨ªn de Ubrique, uno de los referentes del toreo de los 90, un ¨ªdolo de masas sobre el que giraban pr¨¢cticamente todas las ferias, porque solo con su reclamo el ¨¦xito en la taquilla estaba asegurado. La gente enloqueci¨® con ¨¦l, sobre todo el gran p¨²blico; las televisiones andaban a la guerra para retransmitir cada corrida en la que estuviera anunciado. Y es que su accesibilidad para el aficionado, su desparpajo, simpat¨ªa e, incluso, inocencia cada vez que sal¨ªa en cualquier programa hicieron de ¨¦l un ser muy querido, muy admirado, pero tambi¨¦n criticado por los m¨¢s estrictos.
Porque Jesul¨ªn fue un torero muy t¨¦cnico, de un extraordinario sentido el temple; pero antes, cuando a¨²n era novillero, su estilo se mezclaba tambi¨¦n con lo tremendista, pues lo mismo le daba por darle la espalda al toro en un desplante que se met¨ªa un pit¨®n en la boca, alardes que despertaron halagos y cr¨ªticas a partes iguales.
La fama lo catapult¨® a lo m¨¢s alto, pero tambi¨¦n lo conden¨®, sobre todo en su vida privada, continuamente perseguida por los medios del coraz¨®n, agolpados tambi¨¦n hoy en los aleda?os del coso de Chicuelo II para dar notoriedad a una corrida que, m¨¢s all¨¢ de esta sonada reaparici¨®n, tra¨ªa tambi¨¦n otros alicientes.
Porque llegaba tambi¨¦n en Cuenca ¡®el pirata¡¯ Juan Jos¨¦ Padilla, otro de los toreros m¨¢s medi¨¢ticos de la actualidad, y otro viejo rockero como Miguel Abell¨¢n, encargado de sustituir a ¨²ltima hora al lesionado Cayetano.
La gente respondi¨®. No se sabe si al reclamo de Jesul¨ªn, o no, porque cabe destacar que la de Cuenca es una feria que goza de muy buena salud.
El gran trabajo de Maximimo P¨¦rez ha convertido este serial en unos de los puntales del mes de agosto, una plaza que suele llenar de media los tres cuartos del aforo. O m¨¢s. Como en este caso, que se vendieron pr¨¢cticamente las 8.300 localidades del coso conquense.
Jesul¨ªn firm¨® una actuaci¨®n inmaculada y muy templada al nobil¨ªsimo toro que abri¨® plaza, al que tore¨® con mucha limpieza y seguridad por el lado derecho en una labor en la que sobresali¨® una tanda de molinetes a c¨¢mara lenta. La buena estocada le granje¨® las dos orejas.
Igual de pulcro y de sereno se mostr¨® con el cuarto. Como si no hubieran pasado los a?os. Hubo muletazos muy buenos y muy cadenciosos sobre la diestra a otro toro manejable. Qu¨¦ grata impresi¨®n dej¨®. Muy digno. Se le vio disfrutar, tanto que hasta son¨® el aviso antes de montar la espada. Como si no quisiera que aquello acabase. L¨¢stima que los aceros le hicieran perder premio.
Padilla tambi¨¦n sali¨® triunfador con dos actuaciones de corte muy similar. Puro show. Tanto en el segundo como en el quinto no faltaron capotazos y banderillas de todo tipo, y dos faenas de muleta repletas de alardes y efectos especiales que entusiasmaron a unos tendidos entregad¨ªsimos con ¨¦l. Pase¨® las dos orejas de su primero, mientras que el fallo a espadas le priv¨® de tocar pelo en el otro.
Abell¨¢n tambi¨¦n sali¨® a por todas en su primero, un toro noble pero m¨¢s medido de fuerzas que sus hermanos. El madrile?o, muy variado con el percal, se vaci¨® en una faena plena de torer¨ªa y en la que brill¨® sobre todo al natural. Buena estocada y dos orejas.
Al sexto, atrancadito de atr¨¢s, le falt¨® clase y le sobr¨® genio. Abell¨¢n volvi¨® a mostrarse muy dispuesto para tratar de solventar la papeleta, no sin pasar alg¨²n que otro momento de apuro.
Se lidiaron toros de Rom¨¢n Sorando, de arm¨®nicas y parejas hechuras, c¨®modos, muy nobles y manejables en conjunto. El bruto y desclasado sexto fue el ¨²nico que desenton¨®.
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