Serge Gruzinski: ¡°La mundializaci¨®n naci¨® en Espa?a¡±
El reputado experto en Historia Global apuesta por una disciplina arraigada en lo local, en el presente y en la investigaci¨®n, tanto en archivos como sobre el terreno
Serge Gruzinski es un historiador de referencia de la llamada historia global, que intenta mirar al mundo tal como es, sin las gafas de los relatos nacionales. En?Para qu¨¦ sirve la historia? (Alianza Editorial, 2018), Gruzinski ofrece una s¨ªntesis de su visi¨®n: una historia global, s¨ª, pero arraigada en lo local y en el presente; centrada en la investigaci¨®n en archivos y sobre el terreno, pero tambi¨¦n en la manera de ense?arlo a las nuevas generaciones de esta Europa mestiza y cosmopolita, y a la vez amenazada por los repliegues nacionalistas. Gruzinski parte en el libro de experiencias concretas, por ejemplo la de colegas suyos en una escuela de Murcia, donde el reto para los profesores consiste en ense?ar una historia com¨²n a alumnos de origen diverso.
PREGUNTA. ?C¨®mo explica Murcia la historia global?
RESPUESTA. No explica la historia global, pero para m¨ª es una especie de detonante. No hago historia global porque pueda estar de moda. La historia global responde a situaciones reales que, como historiador y profesor, encuentro en Francia, Europa, Am¨¦rica Latina. Cuando hay una poblaci¨®n como Murcia, donde viven castellanos de origen, indios ecuatorianos y personas del Magreb, ?qu¨¦ historia les ense?amos? Yo soy de Roubaix, en el norte de Francia, donde la poblaci¨®n en las escuelas es, en el 70%, de origen magreb¨ª y musulmana. Ya no se puede ense?ar la historia como antes. Es una urgencia social absoluta: no podemos educar a la poblaci¨®n con modelos del siglo XIX.
P. ?Los Estados necesitan un relato o novela nacional?
R. Lo necesitaron en el siglo XIX. Francia, la Rep¨²blica, se cre¨® y se construy¨® al mismo tiempo que este relato nacional. Los otros pa¨ªses europeos tambi¨¦n. No funcion¨® demasiado bien para Espa?a, aunque esta es otra cuesti¨®n. Pero pensarse como naci¨®n es propio del siglo XIX y de principios del XX. El problema es que, si esto ten¨ªa un sentido en 1870, hoy, en un contexto de globalizaci¨®n, resulta no s¨®lo absurdo sino arcaico.
P. ?Qu¨¦ papel tiene la historia en los actuales conflictos pol¨ªticos e identitarios en Espa?a?
R. Es dif¨ªcil para un franc¨¦s juzgar Espa?a. Su gran contribuci¨®n a Europa es la historia extraordinaria, penosa y tr¨¢gica, de sus relaciones con Am¨¦rica. La pen¨ªnsula Ib¨¦rica ha sido incapaz de explicar al resto de europeos la importancia de sus v¨ªnculos con otras partes del mundo como Am¨¦rica Latina.
P. ?Por qu¨¦ esta incapacidad?
R. El regionalismo, la divisi¨®n de Espa?a en entidades que reivindicaban, cada una, su pasado y su historia, no ha facilitado la toma en consideraci¨®n de este pasado. Tambi¨¦n est¨¢, claro, la herencia del franquismo. El hecho de que el franquismo utilizase todo este pasado iberoamericano para construirse ideol¨®gica y pol¨ªticamente es un h¨¢ndicap. Ahora bien, tampoco es que los historiadores franceses, alemanes o italianos hayan contribuido demasiado a una historia europea.
P. Sostiene que la mundializaci¨®n actual es ib¨¦rica: nace en el siglo XVI con Espa?a y Portugal.
R. S¨ª, la mundializaci¨®n naci¨® en Espa?a. Esto significa que hay una responsabilidad hist¨®rica fuerte, y que la prioridad debe ser explicar este proceso porque lo que vivimos hoy forma parte de este siglo XVI ib¨¦rico. Yo vivo en el distrito 15 de Par¨ªs, donde las poblaciones se mezclan, o no. El hecho de convivir con personas que llegan de otros continentes, esto viene del mundo ib¨¦rico, de los portugueses y espa?oles que crearon ciudades donde hab¨ªa personas de ?frica, de Europa, de Am¨¦rica y de Asia. Hay muchas cosas en nuestro mundo contempor¨¢neo que se pusieron en pie bajo el dominio ib¨¦rico y como reacci¨®n a este dominio. Si queremos entender nuestro presente como europeos, hay que pasar por el mundo ib¨¦rico. El problema no es saber si Espa?a fue entonces el faro del mundo, o si fue un verdugo monstruoso que destruy¨® las Indias, sino saber qu¨¦ ocurre cuando empieza un proceso de mundializaci¨®n, qu¨¦ implica, y qu¨¦ hemos heredado hoy.
P. ?Se puede hacer historia global sin un punto de vista determinado?
R. No. La historia global siempre parte del ¨¢mbito local. Yo, estando en Par¨ªs, me intereso por la historia de M¨¦xico, Brasil y Espa?a, y lo hago con relaci¨®n a la realidad en la que vivo. Intento entender un mundo que se globaliza, y para entenderlo, si viajo al siglo XVI, debo ir a Espa?a, Portugal y sus territorios, pero a partir de una problem¨¢tica local.
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Autor:?Serge Gruzinski.
Editorial:?Alianza (2018).
Formato: tapa blanda y versi¨®n Kindle? (248 p¨¢ginas).
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