Un largo adi¨®s para Aretha Franklin
Miles de seguidores, pol¨ªticos, artistas y activistas se citan en un funeral de m¨¢s de ocho horas en Detroit. M¨²sica g¨®spel y discursos homenajean a la reina del soul
Detroit no ser¨¢ el mismo. Perdi¨® a su reina y la despidi¨® como tal. Una reina del soul, s¨ª. Pero tambi¨¦n de la lucha por los derechos civiles, del esp¨ªritu libre, de los hogares rotos. ¡°Su m¨²sica era un b¨¢lsamo para el dolor de nuestra comunidad¡±, dijo el l¨ªder religioso Louis Farrakhan.
La artista, fallecida hace dos semanas a los 76 a?os por un c¨¢ncer de p¨¢ncreas, realiz¨® un recorrido p¨®stumo por la ciudad en la que se cri¨®. Durante toda la semana el f¨¦retro se expuso en lugares ic¨®nicos para la comunidad, cada d¨ªa con un atuendo diferente, propio de una gran diva, y siempre con una enorme sonrisa. Este viernes, d¨ªa de su funeral, la familia decidi¨® que luciera un brillante vestido dorado y unos zapatos de tac¨®n con lentejuelas. No era para menos, el acto ten¨ªa connotaciones de funeral de Estado. El expresidente Bill Clinton, que se acerc¨® a Detroit, confes¨® que se alegr¨® cuando vio que el ata¨²d estaba abierto porque quer¨ªa saber qu¨¦ se iba a poner ¡°la chica¡± en un d¨ªa como ese. ¡°Se preocup¨® de la gente rota, marginada, de los que no tuvieron su suerte. Hay que recordar en estos tiempos que esta magn¨ªfica mujer trabaj¨® como un can¨ªbal para conseguir lo que logr¨®. Es una llave a la libertad¡±, sostuvo Clinton.
Tambi¨¦n el activista Jesse Jackson y Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos ¡ªa trav¨¦s de una carta¡ª recordaron la contribuci¨®n de la artista a la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos: ¡°Ya sea uniendo personas mediante emocionantes intersecciones de g¨¦neros o impulsando importantes causas a trav¨¦s del poder de la canci¨®n, el trabajo de Aretha reflej¨® lo mejor de la historia estadounidense¡±, escribi¨® Obama. Mientras que Jackson, quien fue compa?ero de la Aretha activista y Martin Luther King Jr en la batalla por los derechos de la poblaci¨®n negra de Estados Unidos, entreg¨® un discurso m¨¢s pol¨ªtico. "Si ustedes se van hoy y no se registran para votar, deshonrar¨¢n a Aretha", le advirti¨® a la multitudinaria audiencia.
El actual presidente no asisti¨® al entierro y se gan¨® una reprimenda del reverendo Sharpton, quien recibi¨® una ovaci¨®n de pie tras afirmar: ¡°Al presidente Donald Trump habr¨ªa que darle una clase sobre c¨®mo ser respetuoso. Cuando muri¨® Aretha dijo que hab¨ªa trabajado para ¨¦l. Pero no, actu¨® para ¨¦l. Trabaj¨® para nosotros¡±.
Esta es nuestra manera de decir gracias a la persona que se preocup¨® profundamente por Detroit
En el servicio religioso, que se alarg¨® m¨¢s de ocho horas, se intercalaron los discursos y actuaciones de los pesos pesados de la m¨²sica negra: Stevie Wonder, Smokey Robinson, Jennifer Hudson, entre otros.
100 cadillacs rosas
4.000 personas llegaron el Templo Greater Grace para rendirle un homenaje a la artista, ¡°una mujer negra en un mundo de hombres blancos¡±, en palabras del reverendo. El acontecimiento, que ha revolucionado durante unos d¨ªas Detroit, parec¨ªa una boda real. Algo grande, hist¨®rico. El ata¨²d, tambi¨¦n dorado, lleg¨® en una carroza f¨²nebre blanca de los a?os cuarenta que parti¨® escoltada por m¨¢s de 100 cadillacs de color rosa ¡ªun gui?o al ¨¦xito Freeway of Love¡ª hacia el cementerio Woodlawn, donde fue enterrada junto a su padre, sus hermanos y un sobrino.
Pero antes, no pod¨ªa ser de otro modo, se escucharon canciones interpretadas por un majestuoso coro g¨®spel, y la joven Ariana Grande cant¨® (You Make Me Feel Like), A Natural Woman y Faith Hill interpret¨® What a Friend We Have In Jesus. ¡°Esta ciudad siempre ser¨¢ su reinado¡±. Smokey Robinson, quien record¨® que conoci¨® a Aretha cuando ten¨ªa ocho a?os y desde entonces no se separaron, interpret¨® un sentido Really Gonna Miss You (¡°Realmente te extra?ar¨¦¡±).
La familia hizo todos los esfuerzos para que los admiradores tuvieran la oportunidad de decirle adi¨®s a la ganadora de 18 premios Grammy. El jueves anunciaron que permitir¨ªan entrar al templo a los primeros mil que llegaran. Y ah¨ª estaban de nuevo sus seguidores haciendo fila. La hicieron el martes y mi¨¦rcoles para poder verla en el Museo de Historia Afroamericana. El jueves, las colas se trasladaron a los accesos de iglesia baptista Bethel donde la cantante forj¨® su fe y donde su padre fue un afamado pastor.
Todos los fans ten¨ªan una historia con la diva. Brithany ¡ªespectacularmente vestida de blanco con un pa?uelo en la cabeza¡ª bail¨® una vez en un espect¨¢culo de la artista. Freda se la encontr¨® en cierta ocasi¨®n en una gasolinera y le choc¨® los cinco. Diane interpreta sus canciones al piano. ¡°Cuando no hab¨ªa comida en casa, hab¨ªa Aretha. Cuando no hab¨ªa calefacci¨®n, hab¨ªa Aretha Franklin¡±, dijo la cantante y comediante Jenifer Lewis. ¡°Ella estuvo cuando nos enamoramos y cuando nos rompieron el coraz¨®n¡±, a?adi¨® la artista Regina Bell.
La gratitud hacia una mujer que luch¨®, cant¨® y grit¨® por los que menos ten¨ªan fue la constante ayer en Detroit. Lejos de los focos y de las celebridades, los admiradores que no pudieron entrar a la iglesia se fueron con sus tacones y sombreros a una estaci¨®n de servicio cercana donde proyectaban la ceremonia en una pantalla gigante. No se trataba de Oprah Winfrey, de LeBron James o de la caravana de Cadillacs rosa. Se trataba, por ¨²ltima vez, de Aretha Franklin.
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