Muchos minutos de metraje y pocas nueces en la Mostra
¡®Obra sin autor¡¯, el filme m¨¢s largo del concurso, se hunde por falta de ambici¨®n. ¡®Vox Lux¡¯, con Natalie Portman, abre demasiados frentes
El festival de Venecia obliga a la apnea. Nadie se ha ca¨ªdo a los canales, pero s¨ª de una sala a otra. Porque, en esta 75? edici¨®n, dos de cada tres pel¨ªculas de la competici¨®n duran al menos dos horas. Tras una proyecci¨®n, el asistente toma un respiro y se sumerge otra vez en la butaca. Ayer, el concurso ofrec¨ªa un plato m¨ªnimo de ocho horas de filmes. Pero algunos hambrientos se pasaron hasta 12 ante la gran pantalla. Tal vez agradecieron que los directores se tomen la libertad de alargar su narraci¨®n, en la senda de las series; o quiz¨¢s se preguntaron cu¨¢ndo los cineastas perdieron el don de la s¨ªntesis.
El filme m¨¢s largo del festival es, probablemente, el ¨²nico reconocimiento que se le conceda al alem¨¢n Florian Henckel von Donnersmarck: Obra sin autor toca los 188 minutos, parar narrar los cataclismos que sufri¨® su pa¨ªs entre los a?os cuarenta y los sesenta. El concurso mostr¨® tambi¨¦n, y sobre todo, Vox Lux, el regreso del actor Brady Corbet tras la c¨¢mara, con Natalie Portman como protagonista. Un relato sin m¨¢s aspiraci¨®n que terminar y un planteamiento ambicioso pero fallido. Caminos distintos, decepci¨®n parecida. El festival, en su recta final, descubre que tan solo ha estrenado un pu?ado de buenos filmes.
Vox Luz, por lo menos, lo intenta. En el vibrante arranque, la joven Celeste sobrevive al ataque de un chico armado en un colegio estadounidense. Cuando, d¨ªas despu¨¦s, canta en memoria de quienes no se salvaron, el mundo descubre un himno y una estrella. A partir de ah¨ª, Corbet dispone una olla gigante donde mezcla el declive de la sociedad, el terrorismo, la m¨²sica pop, la vacuidad y la superficialidad de redes y medios. La receta, sin embargo, deja un regusto amargo. Incluye ingredientes arriesgados, en lo narrativo y lo visual, pero no acaba de congeniarlos. Sabe contar c¨®mo el peque?o ¨¢ngel se vuelve producto, y diva, la p¨¦rdida de su inocencia. Pero se vuelve a perder entre demasiados frentes abiertos, como ya suced¨ªa con su debut, El nacimiento de un l¨ªder.
Culpable de indignar
El delito casi no se muestra. Pero todo el filme gira a su alrededor. Y a la gran duda de cualquier juicio: ?culpable o inocente? En el banquillo se sienta Dolores, 21 a?os y un enorme peso sobre los hombros. Porque es la ¨²nica imputada por el asesinato de su mejor amiga, Camila. Es inevitable que Acusada, segundo filme del argentino Gonzalo Tobal, recuerde el caso de Amanda Knox: la joven estadounidense afront¨® un largo periplo judicial, acusada de matar a su compa?era de piso, Meredith Kercher. Fue condenada, estuvo entre rejas, pero la sentencia firme la absolvi¨®. Mientras, el juicio paralelo tambi¨¦n se hab¨ªa celebrado. Y cada cual ya ten¨ªa su propia teor¨ªa y un veredicto.
De forma parecida, Acusada sigue a Dolores hacia el proceso, mientras denuncia el morbo de la sociedad por los sucesos. Y al igual que Knox, la protagonista tambi¨¦n muestra una frialdad sospechosa para algunos. Tobal indaga en el interior de la joven, en las fracturas que el caso crea en su familia, en los bulos y en las distintas caras de la verdad. Entre tanto, el p¨²blico escoge su bando. Finalmente, hubo unanimidad: en la indignaci¨®n contra el propio filme. Un asistente lo resumi¨® en voz alta: "Aqu¨ª son todos culpables".
¡°No es una pel¨ªcula con un mensaje; es una pieza de arte, m¨¢s que un retrato o una reflexi¨®n sobre la sociedad y la violencia¡±, asegur¨® Portman ante la prensa. La actriz ¡ªque en la piel de la Celeste adulta canta y baila temas de Sia¡ª subray¨® la distancia entre los divos de las pel¨ªculas y de los escenarios: ¡°Hay una gran diferencia en el sistema de egos. En el cine no tienes a tu familia todo el tiempo contigo en el trabajo; en la m¨²sica te puedes pasar un a?o juntos en un bus. Y eso puede corromper las relaciones¡±. Lo dejan bien claro los griter¨ªos y los excesos de su personaje, en permanente combusti¨®n emocional.
Contienda mundial
¡°Hice todo lo posible por realizar una pel¨ªcula sobre los momentos que han definido los ¨²ltimos 20 a?os¡±, afirm¨® Corbet. El director relat¨® que el tiroteo del principio de Vox Lux pretende recordar la tragedia de Columbine, que le dej¨® muy impactado. Y Portman denunci¨® que los asaltos armados en las escuelas en EE UU suponen ¡°una especie de guerra civil¡±.
Una contienda mundial, en cambio, marca el contexto de Obra sin autor. El relato sigue a un artista a trav¨¦s de tres d¨¦cadas, para contar Alemania desde el nazismo hasta el dominio comunista en el Este. Pero ni su trama ni el horizonte temporal justifican la extensi¨®n de m¨¢s de tres horas. Tras la aplaudida La vida de los otros, y el batacazo de The Tourist, el cineasta suma otro paso en falso.
Obra sin autor, en realidad, quiere explicar c¨®mo los alemanes perdieron la libertad de expresarse y ser ellos mismos, aplastados bajo la tiran¨ªa de la colectividad y la represi¨®n. Sin embargo, parad¨®jicamente, Von Donnersmarck tambi¨¦n aparta su identidad. La historia se desliza anodina de principio a final. De su director, ninguna noticia.
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