Instrucciones para convertir un cuartel en una peque?a ciudad del arte del siglo XXI
La Neomud¨¦jar impulsa un espacio de 23.000 metros cuadrados a las afueras de Madrid en el que convivir¨¢n galer¨ªas, talleres de artistas y asociaciones culturales
El artista Rafael Pe?alver, de 68 a?os, ofrece su desbrozadora, que tiene en su casa de Asturias, dice. ¡°En dos d¨ªas, tenemos esto limpio¡±, a?ade se?alando la maleza en los m¨¢rgenes del antiguo cuartel general de Ferrocarriles y Zapadores Ferroviarios del Ej¨¦rcito en el barrio de Fuencarral, al norte de Madrid, un gigantesco espacio de 23.000 metros cuadrados. All¨ª, N¨¦stor Prieto y Francisco Brives, directores del Museo La Neomud¨¦jar, est¨¢n levantando una peque?a ciudad del arte del siglo XXI que concentre la actividad de galeristas, cr¨ªticos, comisarios y artistas y, de paso, demuestre (esa es su intenci¨®n) que hay otra forma de hacer museos, comprometida con la realidad social y pol¨ªtica, lejos del centro de las ciudades y de un circuito que se ha convertido en una especie de ¡°r¨¦plica constante¡±, dice Brives. ¡°Va a crujir el discurso oficial¡±, aporta Pe?alver ¡ªpintor, programador de exposiciones del Ayuntamiento de Madrid en tiempos del alcalde Tierno Galv¨¢n¡ª, ratificando el entusiasmo que ya anunciaba el ofrecimiento de la desbrozadora.
Su museo-ciudad tiene una nueva sede de La Neomud¨¦jar, espacios para otras galer¨ªas ¡ªde momento hay una, San, pero hacen un llamamiento a todas las que se quieran sumar¡ª, talleres de trabajo para artistas ¡ªvan por 11¡ª, librer¨ªa y cafeter¨ªa, y un enorme patio donde se podr¨¢n hacer todo tipo de actividades, por ejemplo, conciertos. Se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo 26 de septiembre?bajo el nombre de Zapadores, es decir, el de los militares ¡°que en tiempos de guerra construyen puentes y estructuras¡±, explican.
El espacio reservado a la extensi¨®n del museo que abrieron Prieto y Brives hace cinco a?os en el centro de Madrid incluye su colecci¨®n permanente ¡ªcon figuras representativas del Street Art, Art Brut, Neon, videoarte o arte electr¨®nico como el propio Pe?alver, Paz Muro y Ze Carri¨®n¡ª?y el Centro de Documentaci¨®n e Investigaci¨®n de Videoarte. Para la inauguraci¨®n ofrecer¨¢n tambi¨¦n dos exposiciones temporales: una retrospectiva de Paco Leal y una muestra de la pintura de Antonio Alvarado, una parte m¨¢s inexplorada de este precursor del arte electr¨®nico. Adem¨¢s, el artista japon¨¦s Masaaki Hasegawa planea dibujar en una de las azoteas el mural m¨¢s grande del mundo, a inspir¨¢ndose en alfabetos curvos como hiragana japon¨¦s, el tibetano y el ¨¢rabe; para el d¨ªa 26 estar¨¢ empezado, pero todav¨ªa sin terminar.
Y todas esas cosas ocurrir¨¢n en un mismo espacio que no solo le da unidad al proyecto, sino que le aporta una fort¨ªsima personalidad. Por la lejan¨ªa del centro y el aislamiento, incluso, del barrio de Fuencarral, del que les separa un descampado y un peque?o pol¨ªgono industrial, y por la poderosa est¨¦tica que se conserva del antiguo cuartel, un edificio racionalista de dos plantas cerrado sobre un patio central. La huella militar, pese a que en los ¨²ltimos a?os se utiliz¨® como almac¨¦n de una empresa, permanece todav¨ªa por todas partes, en pedazos de carteler¨ªa met¨¢lica, en suelos en los que se distingue d¨®nde estaban la capilla, las habitaciones, las duchas o en los robustos y anticuados vidrios rugosos de algunas ventanas. El ambiente lo rematan las vecinas v¨ªas del tren y, desde las azoteas, un?skyline?de Madrid que incluye el castizo Fuencarral, el moderno barrio de las Tablas con el ic¨®nico edificio de la vela del BBVA, y las Cuatro Torres de la Castellana.
¡°Este proyecto tal vez puede resultar novedoso aqu¨ª, pero no lo es tanto¡±, dicen Prieto y Brives en referencia a otros espacios reinventados a trav¨¦s del arte, aunque con caracter¨ªsticas muy particulares en cada caso, como Les Frigos, un gran taller de artistas sobre un antiguo edificio frigor¨ªfico de Par¨ªs; Defen, la ciudad de los pintores en China; Christiania, el barrio autogestionado de Copenhague; o el MoMA PS1, un anexo del centro de arte neoyorquino en un antiguo instituto de secundaria. La ubicaci¨®n no les preocupa mucho, porque quieren atraer p¨²blico de los barrios perif¨¦ricos de alrededor, cuya oferta cultural se limita generalmente a los centros culturales municipales y alguna biblioteca, y tambi¨¦n porque dentro del recinto habr¨¢ aparcamiento y la estaci¨®n de cercan¨ªas est¨¢ a 500 metros.
En estos d¨ªas, est¨¢n trabajando a toda velocidad para tener todo lista el d¨ªa de la inauguraci¨®n. El martes, mientras Pe?alver ofrec¨ªa su trabajo y su maquinaria, la pintora Ana D¨¦vora terminaba de ubicarse en su estudio antes de empezar una serie de ¡°retratos gigantescos¡±; Andreas von Plotho, en el suyo, trataba de imaginar c¨®mo completar la escultura de un brazo colocado en un jamonero; y, al otro extremo del recinto, en uno de los antiguos barracones-aulas de los militares reconvertidos ahora en talleres, el escultor ?scar Vautherin terminaba el armaz¨®n met¨¢lico de un burro de trapo de tama?o casi natural, parte de un trabajo para una exposici¨®n el pr¨®ximo mes en Oporto.
Brives y Prieto rentan todo el antiguo cuartel al Ministerio de Fomento y ofrecen cada uno de esos espacios (lo mismo que los de las galer¨ªas y otro m¨¢s destinado a asociaciones como la formada por los arquitectos de Grupo, reci¨¦n aterrizada) a cambio de un dinero ¡°muy razonable¡± que prefieren no llamar alquiler, sino ¡°aportaci¨®n al proyecto¡±. De hecho, una de las razones de ser de este proyecto, aseguran, es las enormes dificultades econ¨®micas que encuentran las galer¨ªas para sobrevivir, por el precio de los locales y el 21% de IVA sobre las ventas.
Una especie de ¡°situaci¨®n de guerra¡± ¡ªechando de nuevo mano del repertorio l¨¦xico que impone en contexto¡ª?tambi¨¦n conectada con el otro, y tal vez la principal, objetivo de la ciudadela: rescatar el arte del siglo XXI del grave peligro que se cierne sobre ¨¦l: ¡°Aqu¨ª no est¨¢ ocurriendo un incendio, como lamentablemente ha ocurrido en Brasil [recientemente ha ardido el Museo Nacional de R¨ªo de Janeiro], pero s¨ª hay una misma emergencia en cuanto a la p¨¦rdida de patrimonio cultural, de artistas vivos que siguen produciendo una obra que nadie est¨¢ acogiendo; de ah¨ª la apuesta de crear la colecci¨®n del siglo XXI¡±, explica Brives.
As¨ª, con todos esos componentes y sobre todas ideas, nacer¨¢ el pr¨®ximo 26 de septiembre oficialmente Zapadores. A¨²n falta por decidir si la entrada general (independiente de las galer¨ªas y las exposiciones) ser¨¢ gratuita costar¨¢ ¡°un precio simb¨®lico, como un euro¡±.?
Babelia
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