Una velada hist¨®rica para revisitar el grito que estremece

Un grito que estremece, contra el abuso del poder y la tiran¨ªa. El pueblo de Fuenteovejuna volvi¨® a despertar, ahora en forma de ¨®pera, cuando se cumplen 400 a?os de la primera edici¨®n de la obra teatral. El cl¨¢sico de Lope de Vega remueve a¨²n las entra?as del p¨²blico en ¨¦poca actual, con su historia universal de honor y amor en conflicto. As¨ª se sinti¨® en el estreno de?Fuenteovejuna convertida en ¨®pera, gracias al trabajo del compositor Jorge Mu?iz y del libretista Javier Almuzara. Con este cl¨¢sico revisitado abri¨® el tel¨®n la 71? temporada de la ?pera de Oviedo, en un estreno rodeado de gran expectaci¨®n en el Teatro Campoamor, en una producci¨®n con Miguel del Arco como director de escena. Con?Fuenteovejuna la ?pera de Oviedo declara su compromiso con la creaci¨®n contempor¨¢nea. El primer paso fue?Ainadamar en 2013. Fuenteovejuna supone el paso definitivo, siendo el primer estreno de una ¨®pera de nueva creaci¨®n en Asturias.

La rabia de los que matan sin culpa acaba con la vida del comendador de?Fuenteovejuna. Pero con la soluci¨®n del castigo se pone en duda si la justicia traer¨¢ la paz al pueblo. Los interrogantes que suscita la obra del Siglo de Oro se mantienen en la nueva ¨®pera. Se impone la reflexi¨®n en torno al drama rural, con personajes que conectan con la vida actual, a trav¨¦s del empoderamiento de colectivos tradicionalmente discriminados. La pasi¨®n liberadora que comparte el pueblo trae dif¨ªcilmente su sensatez, en forma de lluvia sobre el escenario ¨¢rido, en dise?o del escen¨®grafo Paco Azor¨ªn. El comendador es el culpable del cauce seco sobre el que se levantan torres el¨¦ctricas, que representan en la escena el poder econ¨®mico. El pueblo, presa atormentada, permanece alineada como marcan las luces rectas que dibuja Juanjo Llorens.

Las disputas morales se aceleran en el tercer y ¨²ltimo acto de la ¨®pera, m¨¢s breve, y con la interrupci¨®n entre el juicio de Fern¨¢n G¨®mez y el juicio del pueblo, que queda sin resolver. El individuo se difumina entre la colecci¨®n de rostros y la reuni¨®n de manos blancas del Coro de la ?pera de Oviedo, con una actuaci¨®n in crescendo, en el rechazo del pueblo hacia la violencia. La evoluci¨®n del pueblo como personaje es uno de los arcos dram¨¢ticos de la ¨®pera?Fuenteovejuna, junto con el drama de la joven Laurencia, en el v¨¦rtice del tri¨¢ngulo amoroso que forma con su enamorado Frondoso y el tirano. El desarrollo esc¨¦nico gana con las proyecciones de Pedro Chamizo, para concentrar miradas sobre primeros planos que recuerdan a los maestros del cine del suspense, mientras se refuerza la funci¨®n narrativa y expresiva de las im¨¢genes.

Fuenteovejuna renace as¨ª con verso cl¨¢sico puesto en m¨²sica, seg¨²n mantiene el libreto de Almuzara. El ritmo cl¨¢sico supone el primer estrato musical, con una dicci¨®n transparente. El texto asume un lenguaje atemporal y m¨¢s contempor¨¢neo, que ofrece a la m¨²sica la posibilidad de multiplicar los n¨²meros cerrados, con variedad musical y sin perder la unidad dram¨¢tica. El escritor asturiano condensa la obra teatral con la fuerza necesaria, para potenciar su n¨²cleo dram¨¢tico. La m¨²sica que firma el ovetense Jorge Mu?iz, catedr¨¢tico en la Universidad de Indiana en South Bend, destaca por su inventiva en una partitura que abre con ecos de George Gershwin y se cierra con aires latinoamericanos, en la celebraci¨®n de la comunidad. Las influencias del compositor son diversas en esta obra, destacando las m¨²sicas populares americanas y elementos de la m¨²sica barroca. Mu?iz emplea un lenguaje moderno y directo que construye desde la tradici¨®n, con complejidad arm¨®nica, potencia r¨ªtmica y un canto con variedad de recursos expresivos.?Fuenteovejuna se revel¨® como una obra densa e intensa, que defendi¨® Santiago Serrate con solidez desde la direcci¨®n musical y al frente de la Orquesta Sinf¨®nica del Principado de Asturias (OSPA).

Un elenco bien escogido

Fuenteovejuna no da apenas tregua a un elenco de cantantes bien escogido, para interpretar personajes que arrebatan, y se mantienen en una vocalidad exigente. Es el caso de Laurencia, que encarn¨® Mariola Cantarero en el estreno, el domingo, de un t¨ªtulo que tendr¨¢ doble reparto para abrir temporada. La soprano mantuvo una presencia imponente sobre el escenario, en la evoluci¨®n de su personaje, con gran fuerza vocal y dram¨¢tica. Su enamorado Frondoso, en la piel de Jos¨¦ Luis Sola, luci¨® un fraseo delicado, aunque m¨¢s limitado en el agudo, mientras resolvi¨® con naturalidad la parte actoral.

Se trata de figuras bien conocidas en el teatro ovetense, al igual que Dami¨¢n del Castillo, que interpret¨® a un Fern¨¢n G¨®mez muy estable vocalmente y veros¨ªmil en su actuaci¨®n, en una mezcla entre el Conde Duque de Olivares y oficial del ej¨¦rcito espa?ol, seg¨²n Sandra Espinosa como encargada de vestuario. Entre los agentes al servicio del tirano estuvo Luis Cansino, en el papel de Flores, que solucion¨® con acierto un papel arriesgado por sus efectos vocales. Hay que destacar lo efectivo de un reparto equilibrado, con personajes secundarios a destacar, como Juan Antonio Sanabria en el rol de Mengo, por su fuerza vocal, al igual que Isabella Gaud¨ª (Pascuala) desde el inicio de la ¨®pera, y Pablo Garc¨ªa L¨®pez, como el juez, en el cierre. Marina Pardo, como Jacinta, no dej¨® indiferentes, por su flexibilidad vocal, y en momentos de especial crudeza, v¨ªctima de abusos machistas. Adem¨¢s del personaje de Esteban que encarn¨® el bajo Francisco Crespo, con aplomo vocal para momentos compasivos y de reflexi¨®n, como alcalde del pueblo.

Todos a una para levantar una velada hist¨®rica en la l¨ªrica desde Asturias.