Esther Garc¨ªa, una mujer combativa
El premio Nacional de Cinematograf¨ªa que acaba de recibir corona una trayectoria de trabajo, riesgo e imaginaci¨®n como pocas en el cine
Siendo muy joven a Esther Garc¨ªa el cine no le interesaba demasiado. Pero a sus 19 a?os fue contratada como auxiliar de producci¨®n, es decir, una especie de ¡°chica para todo¡± en la pel¨ªcula que rodaba Pedro Olea, Pim, pam, pum, fuego¡ con Concha Velasco y Fernando Fern¨¢n G¨®mez, y Garc¨ªa se qued¨® pasmada al descubrir lo fascinante que pod¨ªa ser el cine visto por dentro.
Luego le vino un trabajo parecido en las series Curro Jim¨¦nez, Los pazos de Ulloa o Los sin tierra, y en pel¨ªculas como Los bingueros, con Pajares y Esteso, que no aumentaron aquel su primer hechizo por el cine pero que s¨ª hicieron crecer sus conocimientos del medio. Luego siguieron pel¨ªculas de Fernando Trueba, Fernando Colomo, Mart¨ªnez Torres ¡ y j¨®venes emergentes, una vertiente que ella nunca ha abandonado.
Como era y sigue siendo una mujer vivaracha y combativa, su prestigio fue creciendo en la profesi¨®n, donde se hac¨ªa raro que una mujer fuese adquiriendo trabajos de responsabilidad y no se limitara a los campos de la sastrer¨ªa, el maquillaje o la decoraci¨®n, que eran exclusivos de mujeres. Y cuando en 1986 entr¨® a formar parte de El Deseo, la productora de los hermanos Almod¨®var, comenz¨® a producir sin interrupci¨®n no solo las pel¨ªculas que dirig¨ªa don Pedro -Matador, Mujeres al borde de un ataque de nervios¡ hasta la actual en rodaje, Dolor y gloria- recogiendo con ellos oscars y otros premios internacionales, sino tambi¨¦n pel¨ªculas de Alex de la Iglesia, Daniel Calpasoro, Bel¨¦n Mac¨ªas, Lucrecia Martel, F¨¦lix Sabroso, M¨®nica Laguna, Guillermo del Toro, Isabel Coixet, Daniel Szifr¨®n, dispuesta siempre a involucrarse en m¨¢s de una pel¨ªcula colectiva, como El tren de la libertad, financiada por crowdfunding y dirigida por 80 cineastas, manifiesto combativo contra la reforma de la ley del aborto que pretend¨ªa el ministro Ruiz Gallard¨®n. Y en numerosos documentales no solo desde el punto de vista estrictamente femenino. ¡°No hay cine de mujeres o de hombres¡±, dice. ¡°Solo hay cine, y si es bueno, mejor¡±, pero siempre con un car¨¢cter cr¨ªtico, de manera m¨¢s o menos sutil, respecto al rol de la mujer, como en Con la pata quebrada.
La capacidad de trabajo de esta mujer no se agota en el cine ni en sus m¨¢s de 90 pel¨ªculas producidas sino que, por si fuera poco, en su pueblo natal, el segoviano Cedillo de la Torre, fabrica familiarmente queso y yogures, muy buenos, por cierto ¨CMoncedillo se llaman¨C. Ella no para.
El premio Nacional de Cinematograf¨ªa que Esther Garc¨ªa acaba de recibir por unanimidad corona una trayectoria de trabajo, riesgo e imaginaci¨®n pocas veces vista en el cine espa?ol y menos a¨²n pocas veces premiada. Ser¨¢ en el pr¨®ximo festival de San Sebasti¨¢n, como es costumbre, cuando oficialmente se haga entrega del premio. Seguro que el acto se transforma en una gran fiesta del cine espa?ol.
Babelia
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