?Expr¨®pienlo!
Rub¨¦n Santiago analiza cr¨ªticamente el modo en que las redes de poder articulan las sociedades contempor¨¢neas
En el interior de Santiago de Compostela, del techo de la Galer¨ªa Nord¨¦s ¡ªabierta recientemente por Chus Villar como una apuesta por el relevo de firmas en Galicia¡ª pende la pieza que Rub¨¦n Santiago (Sarria, Lugo, 1974) ha creado como ¨²nica intervenci¨®n de la exposici¨®n OMEN.
O monte ¨¦ nosso (OMEN) es el grito recogido en 1978 por el director de cine LLoren? Soler en su pieza documental sobre la resistencia del pueblo de Ponteareas frente a la expropiaci¨®n de sus tierras, actualizado ahora en la lucha de la comunidad de montes de Salcedo contra la privatizaci¨®n por parte del Ej¨¦rcito Espa?ol del monte comunal para el entrenamiento de las tropas especiales de combate Brilat. Una batalla entre la autogesti¨®n colectiva obligada a recurrir a la violencia y la privatizaci¨®n de un bien com¨²n impuesta por las fuerzas de seguridad del Estado en la que el artista ha logrado encontrar una forma est¨¦tica que a?adir a su repertorio: las artes decorativas.
OMEN preside el espacio de la galer¨ªa en forma de moldura circular, compuesta por un ornamento vegetal central en el que se representan las especies forestales aut¨®ctonas empleadas por la comunidad de montes en el proceso de reforestaci¨®n del monte recuperado y un friso narrativo en el que el artista, de marcada trayectoria conceptual, se enfrenta al dibujo en relieve de las escenas de una historia c¨ªclica de resistencia y desposesi¨®n. Un ciclo dentro de un c¨ªrculo que concentra todo el significado y el valor. Una moneda. La representaci¨®n perfecta del acontecimiento originario que, como explica el texto de presentaci¨®n del proyecto, escrito por Daniel Villegas, condiciona la aparici¨®n del sistema capitalista: la acumulaci¨®n primitiva. Es divertido que una cosa tan poco sospechosa de transformar cr¨ªticamente la realidad y tan apegada al debate te¨®rico sobre el origen de la obra de arte como el objeto decorativo sirva aqu¨ª para introducir un relato contrahegem¨®nico y salvar al mismo tiempo la cansina diatriba entre la autonom¨ªa del arte y sus supuestas obligaciones para con la forma pol¨ªtica. Tal vez sea el presagio que nos trae la sombra circular de la m¨¢moa funeraria de Louredo destruida por la ocupaci¨®n militar del monte comunal, otra acumulaci¨®n primitiva, otro monte de poder.
OMEN. Rub¨¦n Santiago. Galer¨ªa Nord¨¦s. Santiago de Compostela. Hasta el 2 de noviembre.
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