Autopsia de la gran corrupci¨®n espa?ola

Hace calor en Madrid. Son las nueve de la noche y la gente se re¨²ne en los bares de alrededor de la Academia de Cine. A la izquierda las luces azules de la sede del PP en G¨¦nova, a la derecha Cristina Cifuentes haci¨¦ndose fotos con varias personas que la reclaman. Es la primera salida social, por usar un eufemismo de b¨¢rbaros, de la extodopoderosa pol¨ªtica del PP dimitida. Le abren paso a Cifuentes, como en los viejos tiempos, pero en lugar de lo que hac¨ªa entonces, sonr¨ªe y avanza sin detenerse. A 10 metros, el exdiputado socialista Eduardo Madina ¡ª¡°yo estoy de maravilla fuera de la pol¨ªtica¡±¡ª apura la ca?a a dos mesas de Andrea Levy, que entra en la Academia detr¨¢s de Cifuentes sin que las dos se crucen ni se saluden: ¡°No coincidi¨®¡±, dice lac¨®nica la vicesecretaria general del PP.

Aparece de repente, casi brincando, un tipo ¨¢gil con una sudadera de capucha y gafitas redondas: ¡°Soy Juan Carlos Monedero, encantado¡±. Saluda a todos sus adversarios, se sienta en la butaca, toma notas durante la pel¨ªcula y se descacharra de risa con varias escenas que no tienen humor ¡ª¡°es que la pel¨ªcula de la corrupci¨®n en Espa?a debe oler a ajo, no a colonia de pel¨ªcula de superh¨¦roes¡±, dice¡ª. A Cifuentes, que viene con su hijo, le ha tocado en la butaca vecina a la de la periodista Cristina Pardo, azote de ella y de todos: ¡°Me mir¨® un momento, la iba a saludar y se gir¨® de repente; me sorprendi¨®, la verdad¡±, dice la presentadora de La Sexta.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid se va como vino, r¨¢pido y tras hacerse varias fotos; no pudo asistir la periodista Ana Pastor, aunque su sombra planea por la pel¨ªcula gracias a B¨¢rbara Lennie, ni tampoco Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. El pol¨ªtico socialista comenta que hizo varias sugerencias al guion inicial para darle verosimilitud; a los cinco minutos vuelve a contactar con el periodista: ¡°Verosimilitud judicial y pol¨ªtica, me refiero¡±. David Marjaliza y ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes,?tampoco asisten al preestreno; ellos fueron los encargados de las sugerencias para darle a la historia verosimilitud en las formas y el fondo de la gran corrupci¨®n pol¨ªtica. No hace calor en Madrid, hace calor en Espa?a.

?De qu¨¦ estamos hablando? De El reino, uno de los peliculones de la temporada, que se estrena este viernes, coproducido por Tornasol y Atresmedia, entre otros. Un filme que retrata el vertedero moral de un partido en una comunidad aut¨®noma de la costa espa?ola, cuyos tent¨¢culos alcanzan Madrid, Andorra y Suiza. De hacerse p¨²blica una libreta con pagos a cargos pol¨ªticos, empresarios, periodistas y dem¨¢s gentes de buen vivir, el sistema explotar¨¢. ¡°?Por qu¨¦ en Espa?a nos cuesta hablar de nuestros pol¨ªticos con nombres y apellidos? Valle-Incl¨¢n lo hizo en Luces de Bohemia¡±, se lamenta Monedero; se ve que quiere descansar la imaginaci¨®n.

El reino Teaser

En la pel¨ªcula se filtra un v¨ªdeo grabado en un yate de los corruptos y sus parejas en pleno?dolce far niente en el que los personajes y algunos di¨¢logos se disponen exactamente como en el v¨ªdeo grabado por El Bigotes a ¨¦l mismo, Alberto L¨®pez Viejo, Alejandro Agag o Francisco Correa en un barco parecido. Y en una escena divertid¨ªsima, un personaje (el inmenso Luis Zahera) cuenta c¨®mo tuvieron que sacar el dinero en un helic¨®ptero de Tr¨¢fico para llevarlo a Andorra, un original sistema patentado por la familia Pujol.

Quiz¨¢ la mejor paradoja sea que el ¨²nico pol¨ªtico aparentamente honrado, interpretado por Francisco Reyes, se llame Rodrigo. Efectivamente, todos en la sala pensaban lo mismo: en Rodrigo Sorogoyen, director de la obra. Presente junto a todo el equipo encabezado por ¡°el mejor actor de este pa¨ªs¡± en boca de Eduardo Madina: Antonio de la Torre. ¡°Es una pel¨ªcula que describe el t¨²nel psicol¨®gico de la corrupci¨®n de una forma impresionante¡±, dice el socialista. ¡°El lenguaje ha sido mil veces visto en cr¨®nicas sobre la corrupci¨®n y quiz¨¢s por eso la cinta a veces confunde con el g¨¦nero. A ratos, es ficci¨®n. A ratos, documental. Sorogoyen ha rodado la ci¨¦naga¡±.

De la ci¨¦naga, Cristina Pardo destaca lo bien retratada que est¨¢ la angustia de las horas previas a que te detengan: ese espacio de tiempo que hay desde la filtraci¨®n a la prensa hasta la llegada de los agentes, a veces d¨ªas. ¡°La pel¨ªcula me gust¨® much¨ªsimo¡±, dice Cristina Cifuentes al d¨ªa siguiente. ¡°Yo ya hab¨ªa le¨ªdo el gui¨®n y estuve visit¨¢ndoles durante el rodaje, pero el resultado mejora las expectativas", a?ade. Monedero no se anda con chiquitas: ¡°En El reino no se cita al PP. Pero es una pel¨ªcula sobre el PP. Y una pel¨ªcula con r¨¢fagas de valent¨ªa. Eso s¨ª, sin Rajoy, sin B¨¢rcenas, sin Antena 3 ni La Raz¨®n. Sin jueces corruptos ni fiscales corruptos. Una pel¨ªcula sin Villarejo. Una pel¨ªcula que se cuida las espaldas. Y, como en las pel¨ªculas americanas, al final hay la voluntad de presentar al g¨¢nster como un h¨¦roe¡±.

Levy destaca la interpretaci¨®n de De la Torre como hombre superado; a la salida de la pel¨ªcula le llama la atenci¨®n un error en el asesoramiento de sus compa?eros: los pol¨ªticos nunca se sientan detr¨¢s del ch¨®fer. Pardo revela un detalle: las escenas de los juzgados se rodaron en el Instituto Anat¨®mico Forense. La met¨¢fora se eleva sobre el esp¨ªritu de una historia que abre en canal un pa¨ªs bajo una m¨²sica esp¨ªdica en la que no se sabe si empieza Trainspotting o El reino. Todo bajo el mandato inequ¨ªvoco del se?or Burns, el jefe de Homer Simpson: dar¨ªa todo lo que tengo por un poco m¨¢s. Se lleve a quien se lleve por delante.