Una espl¨¦ndida qu¨ªmica
?ngel Ll¨¤cer e Ivan Labanda ponen en pie al T¨ªvoli barcelon¨¦s encabezando el reparto del musical 'La jaula de las locas', el cl¨¢sico de Jerry Herman y Harvey Fierstein
Algunos me dicen que La jaula de las locas es un musical pasado de moda. Podr¨ªa ser, pero hay que ver con cu¨¢nta alegr¨ªa sigue conectando. Por eso se ha repuesto tanto y ahora relumbra en el T¨ªvoli barcelon¨¦s. ?Que las canciones resultan un poco a la vieja usanza de Broadway? No tengo ning¨²n problema con eso: son tarareables, bailables e incluso desfilables, por algo llevan el sello de Jerry Herman, el creador de Hello, Dolly (1964) y Mame (1966), dos damas ¡°de escalinata¡± y con maneras de drag queens encubiertas. Albin Zaza cierra ese tr¨ªo de reinas.
Fue una apuesta valiente de Herman (m¨²sica y letras), y de Harvey Fierstein, que adapt¨® el vodevil de Jean Poiret (La cage aux folles, 1973), todo un ¨¦xito en Francia, pero de arriesgada acogida en Nueva York. Aunque hizo 1.760 funciones en el Palace y se llev¨® seis Tony en 1983, el p¨²blico conservador, la mayor¨ªa en pleno despegue de la era Reagan, pod¨ªa arrugar la ceja ante Albin y George, dos protagonistas homosexuales, y su hermosa idea de familia, aunque fueran (Herman era precavido) lejanos franceses. Tal vez fue la ¨²ltima alegr¨ªa gay de los ochenta en Broadway, antes de que llegara la atroz nube negra del sida.
La empresa Nostromo Live, que ya estren¨® Casi normales, ha presentado una gran producci¨®n: dos horas y media, 13 canciones, 12 actores, 12 bailarines y 8 m¨²sicos. Roser Batalla y Roger Pe?a firman las versiones con su talento habitual. ?ngel Ll¨¤cer y Manu Guix dirigen el espect¨¢culo como si tuvieran entre manos un juguete nuevo. Andreu Gall¨¦n est¨¢ al frente de la efervescente orquesta. Ivan Labanda, al que ve¨ªa una cierta propensi¨®n a la blandura, est¨¢ estupendo como Georges, el due?o del cabaret de Saint-Tropez y pareja de Albin, con el aire de un joven Jean-Pierre Aumont. Canta con vuelo rom¨¢ntico y una voz preciosa, y se luce en Canci¨®n de la playa, que tiene ecos mel¨®dicos entre Francis Lai y Michel Legrand. Y ?ngel Ll¨¤cer arrasa como Albin, el papel de su vida, con una voz potent¨ªsima, muy bien matizada, y un humor ¨¢cido y tierno que coloca de maravilla. Brilla en las escenas de pareja y se mete al p¨²blico en el bolsillo haciendo pasarela seg¨²n las grandes escuelas de El Molino y La Cubana. Adem¨¢s del tema estelar del cabaret, su numerazo es Soy lo que soy, el combativo himno a la libertad que cierra a lo grande la primera parte y pone al teatro en pie.
Hay una espl¨¦ndida qu¨ªmica entre Ll¨¤cer y Labanda. Nunca les he visto mejor ni m¨¢s entregados: esos roles les durar¨¢n como relojes de marca. Tambi¨¦n muy flexible la voz (Con Anne junto a m¨ª) de Roc Bernard¨ª, un joven actor con encanto, que interpreta a Jean-Michel, el hijo de la pareja.
Me parecieron inmejorables las caracterizaciones de Helena Fendy y Marta Ferrer, el lujoso vestuario de Miriam Compte y el sonido de Roc Mateu. Ojo: dir¨ªa que en la ¨²ltima parte, la potencia orquestal cubre un poco las voces. Los cambios de vestuario son vertiginosos, y hay un claqu¨¦ rotundo, pero creo que a las coreograf¨ªas de Aixa Guerra todav¨ªa les falta algo m¨¢s de electricidad y brillo. Quiz¨¢s tambi¨¦n el problema de las ¡°pajaritas¡± es que les escribieron poco texto y no salen del estereotipo: est¨¢n pidiendo salpimentaci¨®n con nuevas frases. El aire de farsa loca que Poiret y Fierstein dieron a la segunda parte queda aqu¨ª un tanto a caballo entre zarzuela c¨®mica y La t¨ªa de Carlos (a las puertas de La viejecita).
Yo creo que la farsa loca hay que llevarla muy alta, muy en bandeja, para que no se caiga. Hay tropiezos de ritmo y chistes facilones: deber¨ªan ser gloriosamente facilones para que funcionaran. Otro problema: los decorados de Enric Planas est¨¢n muy bien para el mundo de La cage, aunque el escenario del T¨ªvoli es muy grande y parece que Albin y George vivan en una casa deshabitada. Jos¨¦ Luis Mosquera y Mireia Portas encarnan con sobriedad al matrimonio conservador; muy natural Anne (Luc¨ªa Madrigal), la novia de Jean-Michel. Ricky Mata (Jacob, el mayordomo/doncella) tiene un salero a lo Alan Cumming, y el p¨²blico lo agradece. Ll¨¤cer, ay, flojea en el personaje del t¨ªo Al, rozando lo inveros¨ªmil, pero vuelve a ascender hacia la cumbre en el tercio final: La vida empieza hoy, que brota inesperadamente en el restaurante, es un chute de optimismo que pone a cantar a todo el mundo, y nos va llevando hacia el gran aplauso.
?Qu¨¦ gusto da ir al teatro, verlo lleno de gente feliz y augurarle a la funci¨®n un exitazo! La jaula de las locas se representar¨¢ en el T¨ªvoli hasta finales de febrero de 2019. Luego, me dicen, ir¨¢ a Madrid. Y despu¨¦s, larga gira por Espa?a. O sea, hay musical para rato.
La jaula de las locas. M¨²sica y letras: Jerry Herman. Libreto: Harvey Fierstein. Direcci¨®n: ?ngel Ll¨¤cer y Manu Guix. Teatro T¨ªvoli. Barcelona. Sin fecha de salida.
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