Urge una regulaci¨®n para los festivales espa?oles
Promotores y administraciones celebran el turismo musical gracias a los cert¨¢menes, pero el sector adolece de una legislaci¨®n propia y tiene importantes lagunas laborales
Espa?a es un pa¨ªs de festivales, pero necesita una regulaci¨®n inmediata. A nadie se le escapa que, de una manera m¨¢s o menos definida, ya existe el turismo musical, un fen¨®meno relativamente nuevo que est¨¢ directamente relacionado con el crecimiento de los festivales en los ¨²ltimos a?os en nuestro pa¨ªs. Afecta directamente a las ciudades por su impacto econ¨®mico y social. Sin embargo, a finales de 2018, este sector adolece de una legislaci¨®n propia y tiene importantes lagunas que amenazan con deteriorar su buena salud.
Estos eventos son uno de los pilares que sostienen los datos de la m¨²sica en directo en nuestro pa¨ªs. Seg¨²n el ¨²ltimo anuario de la SGAE, la m¨²sica popular en vivo recaud¨® 329 millones de euros en 2017, la cifra m¨¢s alta desde que se empezaron a registrar en 1998 y los festivales tienen buena parte de culpa. Desde 2010, el aumento de la m¨²sica en directo ha sido del 56% gracias al Primavera Sound, Mad Cool, BBK, FIB, S¨®nar, Sonorama, Arenal Sound y dem¨¢s cert¨¢menes. Tanto es as¨ª que hay un hecho ilustrativo en las cifras de la SGAE: cerca de 70 macrofestivales de 2017 en Espa?a recaudaron m¨¢s (unos 173 millones) que todos los 87.000 conciertos celebrados juntos en nuestro pa¨ªs (155 millones).
No es una cuesti¨®n para tomarse a la ligera, ni dejarla en manos incompetentes. Por lo pronto, habr¨ªa que definir qu¨¦ es realmente un festival y qu¨¦ clase de regulaci¨®n debe tener. La Asociaci¨®n de Promotores Musicales (APM) reconoce que no se tienen cifras oficiales del n¨²mero exacto de festivales. Unos hablan de m¨¢s de 1.000, otros lo rebajan a la mitad, pero, mientras tanto, todo vale. A partir de una escala menor del evento, se diluye todo. Cualquier cita con m¨¢s de un par de artistas o grupo puede pasar por un festival, generando una realidad ficticia. Toda industria competente no se puede permitir realidades ficticias porque se cuelan con m¨¢s facilidad las iniciativas mal gestionadas, que terminan por cancelarse o cometer errores fatales. Por tanto, es necesario saber cu¨¢l es el mapa real de los festivales espa?oles.
A partir de ah¨ª, tambi¨¦n es necesario una regulaci¨®n propia. Un informe del Sindicatos de M¨²sica, llamado FestiLeaks, denuncia ¡°la penosa situaci¨®n que se da en la actualidad en la mayor¨ªa de los festivales¡±. Gracias a la colaboraci¨®n de muchos trabajadores ¨Cla mayor¨ªa de forma an¨®nima por miedo a perder sus puestos laborales o porque operan cl¨¢usulas de confidencialidad-, el informe critica duramente ¡°el secretismo¡± de estos eventos musicales, que no tienen ning¨²n problema en facilitar datos de recaudaci¨®n y asistencia de p¨²blico ¨Cen varias ocasiones inflados-. ¡°Hay todo un misterio del convenio laboral que aplican. No quieren proporcionar la informaci¨®n¡±, asegura David Aristegui, portavoz de CNT en Artes Gr¨¢ficas, Comunicaci¨®n y Espect¨¢culos.
FestiLeaks se?ala que los festivales de m¨²sica deber¨ªan aplicar el Convenio Colectivo Estatal del Personal de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas, ya que carecen de convenio espec¨ªfico. ¡°El Convenio de Salas de Baile es el ¨²nico convenio estatal que se puede aplicar a los festivales, ya que contempla los espect¨¢culos al aire libre, pero analizando sus categor¨ªas es evidente que es necesario un convenio donde se reflejen todas las tareas de publicidad, montaje, transporte y producci¨®n que se desarrollan en cualquier festival, y que evidentemente no est¨¢n en un convenio pensado para espect¨¢culos en un determinado tipo de salas¡±, recoge el informe, que indica que s¨®lo tres festivales son transparentes con sus condiciones laborales: Primavera Sound, Festival del Noroeste y BAM (Barcelona Acci¨® Musical).
Los dos primeros son festivales de titularidad p¨²blica. Pero son muchos en Espa?a que tambi¨¦n lo son, bien sea porque son propiedad de ayuntamientos, est¨¢n apoyados por ellos o son subvencionados. Y ah¨ª radica otro de los grandes problemas del sector: las instituciones p¨²blicas fomentan la falta de transparencia, pero tambi¨¦n la precariedad laboral y la falta de la seguridad. ¡°Las administraciones hacen la vista gorda y la mayor¨ªa de festivales se lavan la mano¡±, a?ade Javi Mu?oz, t¨¦cnico de sonido que ha trabajado este a?o en varios festivales. Mu?oz asegura que ¡°hay mucha inconsciencia¡± en la contrataci¨®n laboral de los operarios que forman parte del esqueleto de un festival. La mayor¨ªa de cert¨¢menes ceden este trabajo a subcontratas que terminan por abaratar tanto los costes que ponen en peligro al trabajador. ¡°Trabajamos al ritmo de hace cinco a?os, pero con peores condiciones y menos dinero. En ocasiones, hay jornadas de 24 horas durante los d¨ªas que duran el festival. Se no est¨¢ yendo la olla¡±, se?ala Mu?oz. ¡°Las instituciones son las que tienen que dar ejemplo. Todas aquellas que colaboran por montar su festival en su ciudad¡±, sostiene Aristegui. ¡°No hablamos de imponer nada sino de ir aplicando regulaciones adecuadas en cada caso. Pero no hay voluntad pol¨ªtica de cambiar las cosas y proteger a los trabajadores¡±, a?ade.
A finales de mes, Bilbao se volver¨¢ a convertir en el epicentro de las promotoras de festivales espa?oles. All¨ª se celebra un a?o m¨¢s el BIME. M¨¢s de 170 promotores han confirmado su asistencia al mayor encuentro europeo dedicado a profesionales del sector de la m¨²sica. Este a?o debatir¨¢n sobre el turismo musical, el fen¨®meno que, seg¨²n la organizaci¨®n, ¡°llena de vida las calles de las ciudades, no s¨®lo aportando dinero a las arcas municipales, sino contribuyendo adem¨¢s a generar un clima de actividad creativa y un plus de valor cultural¡±.
Convendr¨ªa poner sobre las mesas de trabajo y de debate esta problem¨¢tica. Los promotores musicales espa?oles han demostrado una destacada profesionalizaci¨®n para crear festivales de primer nivel con carteles atractivos y competitivos y con variedad de ofertas de ocio. Ahora, les toca demostrar que les importa de verdad profesionalizar al sector de la m¨²sica en lo relativo a festivales. Porque urge una regulaci¨®n. Todos saldr¨¢n ganando.
Babelia
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