Creerse ¡®hacker¡¯

Estoy en una situaci¨®n generacional rara. Por a?o de nacimiento, 1988, soy millennial, pero ya he cumplido los 30. As¨ª que, para el resto de millennials, ya soy viejo. Un viejennial. Pero no est¨¢ tan mal: voy a aprovechar mi condici¨®n de viejo millennial para contar batallitas nost¨¢lgicas. Venid, j¨®venes, sentaos alrededor de Instagram, que os voy a contar una historia...

Hace mucho tiempo, antes de que existiera en Espa?a Netflix o HBO (y ni siquiera la TDT), solo hab¨ªa una forma de ver series que no hab¨ªan llegado a la televisi¨®n: baj¨¢rselas. Ahora tambi¨¦n me suena raro a m¨ª. Hace a?os que no descargo nada, y si tuviera que buscar unos subt¨ªtulos que encajaran con un cap¨ªtulo descargado no sabr¨ªa ni por d¨®nde empezar. Antes ¨¦ramos unos gur¨²s del Emule y del Torrent.

Bajarse una serie era un proceso que te hac¨ªa creerte hacker: ten¨ªas que buscar seeds ¨Cfuentes¨C, meterlas en tu servidor de Torrent, esperar mil a?os (a?o arriba, a?o abajo) a que se descargara, buscar unos subt¨ªtulos, insertarlos en el v¨ªdeo, configurarlos para que cuadren con las voces... Llevaba tanto trabajo que, en mi pueblo, todos sab¨ªamos el nombre de la persona que te pod¨ªa pasar determinada serie para ahorrarte tiempo: Seinfield era de Pablo, Samurai Champloo, de Javi... Y no es por vacilar, pero si quer¨ªas ver Naruto, era a m¨ª a quien ten¨ªas que buscar.

Las plataformas de v¨ªdeo bajo demanda no solo nos han hecho la vida m¨¢s f¨¢cil (y legal), sino que han democratizado el consumo. Mis padres siguen sin saber qu¨¦ son "las seeds de un Torrent", pero se manejan en Netflix igual de bien que un millennial. Lo bueno es que ya no me piden que les baje cosas. Lo malo es entrar a Netflix y encontrar el siguiente mensaje: "Hay demasiados usuarios utilizando esta cuenta". Es mi madre, que est¨¢ viendo La casa de las flores.