Silvestre Dangond, maestro del vallenato comercial

Silvestre Dangond tiene 4.260.000 seguidores en Instagram. Sus v¨ªdeos en Youtube acumulan muchos millones m¨¢s. Ha recibido cinco discos de diamante (por ventas f¨ªsicas y digitales) y est¨¢ nominado a los Grammy, no solo en su versi¨®n latina, pero a este artista estrella en su Colombia natal y referente en Latinoam¨¦rica se le aguan los ojos con facilidad si se habla de la m¨²sica que le ha llevado a alcanzar estos n¨²meros: el vallenato, un g¨¦nero que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. ¡°Hablar del vallenato es como hablar de mi familia, de la religi¨®n, es mi folclore y mi esencia¡±, defiende el artista, que acaba de llegar a Espa?a para presentar su Caliente tour, con paradas en Madrid, Valencia y Barcelona.

Dangond es m¨¢s conocido en Espa?a por sus colaboraciones con artistas del reguet¨®n como Nicky Jam, con el que canta C¨¢sate conmigo. Aclara, en cambio, que las letras machistas no van con su personalidad, ni cuando comparte tema. ¡°No respondo por lo que hacen los dem¨¢s y lo respeto todo, pero la industria es un negocio y muchos le apuestan m¨¢s al negocio que a la m¨²sica; yo hasta all¨¢ no llego, soy muy rom¨¢ntico y tengo un concepto diferente al de denigrar a la mujer¡±.

Estuvo en Espa?a hace dos a?os, cuando empezaba a lanzarse internacionalmente. De aquella visita guarda el recuerdo ¡°de la gente¡± y un sin sabor, el de ¡°querer realizar el trabajo mejor¡±. Ahora, mientras en Am¨¦rica lo comparan con el rey del vallenato,?Di¨®medes D¨ªaz, y le dicen "el nuevo Carlos Vives", vuelve a hacer bien la faena. ¡°Si haces las cosas acorde con lo que est¨¢s buscando, solo tienes que saber esperar; a m¨ª la vida siempre me sorprende y es mi aliada¡±, asevera confiado.

El artista habla con el tempo de las zonas de calor, como el peque?o pueblo del que viene, Urumita, al norte de Colombia -"Acordate Moralito de aquel d¨ªa que?estuviste en Urumita", canta Carlos Vives en La gota fr¨ªa-?. Sin embargo, emana el sabor latino del baile y el cante. En su caso, el del folclore de la m¨²sica vallenata. Para hablar de este g¨¦nero se saca las gafas de sol que lleva como buen icono. Le toca la fibra sensible porque ¡°forma parte¡± de ¨¦l, es la m¨²sica que le hace ¡°sentir y llorar porque es la que es m¨¢s real¡±, asegura lamentando el menosprecio que a veces sufren estas m¨²sicas de ra¨ªz.

Cuando hace tres a?os preparaba su salto internacional, tuvo que renunciar a la pureza del vallenato para poder ampliar su p¨²blico. Su sensibilidad hacia "la herencia de su tierra y sus padres" se top¨® con la l¨®gica de la industria. ¡°Hoy en d¨ªa hay m¨²sica de toda clase, que yo tambi¨¦n la hago, hago m¨²sica superficial o comercial que acaba conectando con un p¨²blico, los millenials, que no conocen el pasado del g¨¦nero y est¨¢n bien con lo que se les brinda; he tenido la necesidad de cambiar para conectar con un mercado diferente que no escucha vallenato, pero si lo hago es por un prop¨®sito¡±. El prop¨®sito es que sus nuevos seguidores buceen en su discograf¨ªa -tiene 12 trabajos- y lleguen al acorde¨®n y la guacharaca. ¡°Es como un confite que le das al p¨²blico y despu¨¦s termina comiendo todo el chocolate¡±, ejemplifica.

En su ¨²ltimo disco, Esto es vida, con nuevos seguidores ya cosechados, ha podido recuperar la esencia de la tradici¨®n vallatera en algunas de sus canciones. El proceso de construcci¨®n y grabaci¨®n le provoc¨® tal alegr¨ªa por volver a los or¨ªgenes que tanto defiende que confiesa que llor¨® en numerosas ocasiones. ¡°Esto es vida, exclam¨¦, y as¨ª se llam¨® el disco¡±.