Catherine Millet critica la sororidad como bandera del #MeToo
"No tengo ninguna raz¨®n para sentirme 'hermana' de una actriz de cine que, a esta altura, a instancias de Asia Argento, toma conciencia de que ha sido v¨ªctima de abuso sexual", dice en la apertura del Filba en Buenos Aires
En su d¨¦cima edici¨®n, celebrada en pleno auge mundial de nuevas reivindicaciones feministas, el Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (Filba) fue inaugurado con una pregunta provocadora: "?Existe la mujer?". La arroj¨® al auditorio del Malba la escritora francesa Catherine Millet, una de las cr¨ªticas del movimiento #MeToo originado en Estados Unidos. La mujer no existe, existen las mujeres, vino a responder Millet, quien critic¨® el concepto de sororidad y volvi¨® a arremeter contra las denuncias p¨²blicas por abusos sexuales perpetrados hace a?os.?
"El concepto de sororidad es, en mi opini¨®n, muy problem¨¢tico. M¨¢s all¨¢ de que yo pueda experimentar tanta solidaridad y compasi¨®n por un hombre como por una mujer que sufre, esa palabra est¨¢ demasiado ligada al vocabulario religioso para que pueda apropi¨¢rmela", dijo Millet en la noche del mi¨¦rcoles. En la Edad Media esa palabra se usaba para las comunidades religiosas femeninas y a d¨ªa de hoy, "hermana" se usa para referirse a monjas o entre musulmanes para marcar su pertenencia a esa religi¨®n, detall¨®.
"Mi reserva tambi¨¦n tiene que ver con que una gran parte de lo que las mujeres han conquistado en nuestras sociedades a partir de los movimientos feministas pioneros de fines del siglo XIX est¨¢ relacionado con lo que algunas expresaron de modo absolutamente personal, singular, sin preocuparse por saber si reflejaban una imagen de la mujer que representar¨ªa a todas las mujeres", continu¨®, al citar la libertad sexual y el derecho a abortar.
Millet, que se solidariz¨® con la marea verde que busca legalizar la interrupci¨®n voluntaria del embarazo en Argentina, record¨® uno de los hitos para conseguir ese derecho en Francia: el Manifiesto de las 343 zorras. En ese documento publicado en 1971, 343 mujeres, entre ellas la actriz Catherine Deneuve, admitieron que hab¨ªan abortado en la clandestinidad. "La ley sobre la despenalizaci¨®n del aborto se sancion¨® cuatro a?os m¨¢s tarde y le debe mucho a la lucha de una mujer, la entonces ministra de salud Simone Veil, que en esa ocasi¨®n tuvo que soportar los peores ataques y los peores insultos, incluso en el recinto de la Asamblea Nacional", record¨® la autora de La vida sexual de Catherine M.
Para la escritora y cr¨ªtica de arte francesa, gran parte de la literatura escrita por mujeres "describe experiencias absolutamente singulares, sus propias vidas, su intimidad, y todo ello en forma directa", se?al¨®, al oponer esa singularidad a los discursos pol¨ªticos, estrategias de comunicaci¨®n y mensajes publicitarios que se dirigen a las mujeres "como grupo, o incluso como masa".
Despu¨¦s de subrayar que "las mujeres del mundo occidental no comparten todas los mismos deseos ni la misma condici¨®n", arremeti¨® contra el movimiento #MeToo, al que previamente ha tildado de puritano. "No tengo ninguna raz¨®n para sentirme 'hermana' de una actriz de cine que a esta altura, a instancias de Asia Argento, toma conciencia de que ha sido v¨ªctima de abuso sexual por parte del productor de cine cine Harvey Weinstein, ni de una periodista que acusa p¨²blicamente a un colega de haberle pellizcado el culo en el pasillo", asegur¨®. "A las imprudentes que siguieron al productor de cine a su habitaci¨®n de hotel, les reprocho que no hayan tenido en cuenta la suerte de vivir en un pa¨ªs en el que tienen garantizadas muchas otras libertades fundamentales, de las que est¨¢ privada la mayor parte del resto de la humanidad", dijo, en la parte m¨¢s pol¨¦mica de un discurso que busc¨® incomodar y abrir debates.
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