Joaqu¨ªn de Luz regresa a casa
El espa?ol, decano de los primeros bailarines del New York City Ballet, se despide hoy de su compa?¨ªa tras 15 a?os
La gala de hoy, 14 de octubre, que ofrece el New York City Ballet (NYCB) como colof¨®n de su temporada estar¨¢ dedicada a Joaqu¨ªn de Luz, que dice adi¨®s a los escenarios oficiales del conjunto titular de la ciudad. Ser¨¢ una despedida parcial, por suerte para el ballet y para el p¨²blico que lo venera. Joaqu¨ªn de Luz (Madrid, 1976), decano de los primeros bailarines del NYCB, har¨¢ la funci¨®n final de su compa?¨ªa de los ¨²ltimos tres lustros desde el escenario del David H. Koch Theater, a la izquierda del complejo Lincoln Center for the Performing Arts, dise?ado por Philip Johnson para la danza y el ballet y construido clavo a clavo con George Balanchine. El bailar¨ªn espa?ol se retira de la compa?¨ªa fundada por Balanchine, donde ha brillado con luz propia, se ha ganado un elevado sitial y donde sus merecidos laureles son el producto de su tes¨®n, trabajo y talento. Una funci¨®n donde bailar¨¢ Tema y Variaciones (Balanchine). ¡°Lo nunca visto en una despedida¡±, comenta ¨¦l con humor desde Nueva York.
Lo que caracteriza a De Luz es su versatilidad, su capacidad de trabajo y su car¨¢cter. Es un caso ins¨®lito en el ballet de altura: se lleva bien con todos. El muchacho que comenz¨® sus estudios de danza en la academia privada de V¨ªctor Ullate ha demostrado su val¨ªa y autoridad art¨ªstica.
Cuando De Luz lleg¨® al American Ballet Theatre y, despu¨¦s de seis temporadas, pas¨® al NYCB (ven¨ªa de sus primeras estaciones en el Pennsylvania Ballet), comprob¨® que cuando lo vest¨ªan para los ballets de repertorio, los trajes con la ajada etiqueta M. Baryshnikov le quedaban exactos de talla. As¨ª, las chaquetillas bordadas, dise?adas por Barbara Karinska para Rubies, o el chaleco y blusa de Other Dances, de Santo Loquasto, volvieron a cobrar vida en el madrile?o. La misma sorpresa seguir¨ªa demostrando esa casualidad cuando, en 2013, hicieron la primera prueba de vestuario en Roma para la gala de homenaje por los 20 a?os de la muerte de Rudolf Nur¨¦yev. De Luz deb¨ªa bailar el paso a dos de La S¨ªlfide, de Bournonville, y la direcci¨®n de la ?pera de Roma prest¨® el traje hecho a medida a Nur¨¦yev 15 a?os antes para esta pieza y que el divo pase¨® por medio mundo. Al endosarse chaqueta, kilt, camisilla y medias, todo volv¨ªa a quedarle como un guante. Lleg¨® como solista al NYCB en 2003 y ya en 2005 fue nominado primer bailar¨ªn.
Puente atl¨¢ntico
Lo que s¨ª est¨¢ claro es que se mantendr¨¢ activo en el puente atl¨¢ntico, es decir, entre Am¨¦rica y Europa. Como acciones inmediatas, participar¨¢ en el Festival Internacional de Ballet de La Habana y se embarcar¨¢ en una aventura art¨ªstica en Nueva York: la recuperaci¨®n de una obra maestra, un ballet olvidado de Jerome Robbins, de quien se celebra el centenario de su nacimiento: Watermill, con m¨²sica de Teiji Ito inspirada en el teatro Noh japon¨¦s y que estrenara el bailar¨ªn Edward Villella en 1972. Para esta reconstrucci¨®n, De Luz est¨¢ trabajando con el core¨®grafo italiano residente en Nueva York y creador cor¨¦utico en la compa?¨ªa Morphose Luca Vegetti.
La trayectoria de De Luz llama la atenci¨®n por otra cosa en particular: es un chico de baja estatura en el cada vez m¨¢s exigente mundo de hombres muy altos, una desnaturalizada y obsesiva exigencia en el ballet que ha sacrificado carreras y se ha llevado por delante verdaderos talentos, eso se sabe, pero nadie puede luchar contra ello. De Luz no ha vivido esto como un impedimento, sino como un acicate y ah¨ª est¨¢, en parte, la clave de su inveterado virtuosismo.
Pregunta. Un bailar¨ªn con la forma f¨ªsica y condiciones, con el baile que ofrece ahora mismo, no se retira. Esto es in¨¦dito absolutamente. ?Seguir¨¢ bailando?
Respuesta. Estoy muy contento con la decisi¨®n de retirarme del NYCB. Creo que se espera demasiado y a muchos se les pasa el arroz. Tengo much¨ªsimo respeto a nuestra profesi¨®n, al p¨²blico y a las obras de arte que he estado representando aqu¨ª. No querr¨ªa que llegara el momento en el que ya no puedo hacerlo al mismo nivel. Me gusta cuando la gente responde sorprendida a mi retiro. Hay que dejar buena imagen. Dicho esto, me interesan otros proyectos muy selectos y seguir¨¦ bailando aunque a un ritmo diferente.
P. Ha dicho que quiere dirigir, pero que rechaza el director con ego. C¨®mo se articula esto en la pr¨¢ctica. El ballet funciona muchas veces con el ego del artista como bandera.
R. Para m¨ª es imprescindible dejar el ego a un lado. Hay muchos directores que se dejan puesta la mochila de ego que se tiene al bailar. Por eso en mi opini¨®n tener a core¨®grafos como directores es un error. Para ser buen director hay que poner todo el tiempo y empe?o para con tus bailarines, el p¨²blico y la administraci¨®n, ser un l¨ªder pero hacer importantes a tus int¨¦rpretes, ser excelente al confeccionar programas, tener como prioridad quedar en segundo plano, escudarse con el producto que se pone cara al p¨²blico. Cuanto m¨¢s humilde se es, m¨¢s disposici¨®n se tiene para rodearte de gente valida, incluso mejores que uno en muchos campos. Asumir que uno lo sabe todo es uno de los rasgos m¨¢s peligrosos del ego.
P. ?C¨®mo piensa que puede aplicar en Espa?a las cosas que ha aprendido en m¨¢s de 20 a?os en una sociedad tan diferente como la norteamericana?
R. Todos los sitios tienen su aquel¡ He aprendido mucho. Tanto el bien hacer que tienen, por ejemplo, apoyando a la cultura y siendo emprendedores, como las malas. Es un pa¨ªs que est¨¢ exageradamente dividido en valores y pensamiento, de ah¨ª se explica que haya semejante personaje como presidente. Una de las cosas que m¨¢s me gustan de aqu¨ª es que no hay tanta envidia. Se puede llegar a triunfar sin tirar por el suelo los logros ajenos. Esto lo deber¨ªamos adoptar en Espa?a. Menos envidia, y queja y m¨¢s rigor y humildad. Creo que con unos cuantos miles de Rafael Nadal la cosa mejorar¨ªa.
P. Va a resucitar Watermill, obra maestra de Robbins con m¨²sica de Teiji Ito y que estren¨® Villella (¨¦l mismo te ha ensayado varios ballets), y trabajar¨¢s con Luca Vegetti, core¨®grafo que es un verdadero intelectual de la Cor¨¦utica. ?C¨®mo surge la idea?
R. Es un proyecto que se est¨¢ cociendo desde hace unos a?os entre Luca y la fundaci¨®n de Jerome Robbins. Es un gran reto pues no hay casi movimiento. Un trabajo de b¨²squeda interior y minoritario es a veces m¨¢s intenso que cualquier pieza acrob¨¢tica del repertorio.
P. En Madrid se le menciona como candidato ¨®ptimo y con m¨¢s condiciones para sustituir a Mart¨ªnez y asumir la direcci¨®n art¨ªstica de la CND. ?Le interesa realmente?
R. Jos¨¦ Carlos Mart¨ªnez ha hecho un trabajo tit¨¢nico en la CND, en unos momentos muy dif¨ªciles en Espa?a, econ¨®micos, pol¨ªticos y art¨ªsticos. Se han dado algunos pasos que van en buena direcci¨®n bajo mi punto de vista. Dirigir un ballet p¨²blico, es una gran responsabilidad muy dif¨ªcil de afrontar. Soy m¨¢s ¡°bailar¨ªn¡± que gestor. Este inter¨¦s me halaga, Me ven en un personaje que sincera y humildemente, seria complejo realizar sobre todo viniendo de un sitio donde la danza esta tan apoyada. Esto depender¨¢ de la l¨ªnea que el Ministerio de Cultura quiera dar a la Danza en Espa?a. S¨¦ que el INAEM ya ha puesto en marcha el Teatro Nacional de la Danza, y eso me gusta. Al final, creo que los que hemos hecho carreras fuera, tenemos la responsabilidad de poner nuestro grano de arena para que la danza ¡°Made in Spain¡± tome el lugar de oro que le corresponde en el mundo. Me canso de decir que talento y p¨²blico para ello hay, y a rabiar.
P. La forma de asumir hoy d¨ªa el repertorio y los retos del desarrollo de la t¨¦cnica del ballet genera confusi¨®n con el ¨¦xito muscular frente a la conciencia art¨ªstica del baile y el estilo. ?Qu¨¦ opina de esta compleja situaci¨®n?
R. Bueno esta parrafada la tengo bastante reciente, pues hace solo unos d¨ªas tuve la suerte de cenar con Misha [Mijail Barishnikov] y dialogamos sobre el tema. Actualmente hay una epidemia de desinter¨¦s por el cuidado de nuestro arte, los detalles y las transiciones, adem¨¢s de falta de atenci¨®n a los maestros. Es uno de los peligros de la tecnolog¨ªa. Ahora todo est¨¢ disponible abriendo un tel¨¦fono o la tablet, esta generaci¨®n del ¡°YouTube¡± creen que por imitar alg¨²n salto o giro que ven ya son buenos bailarines salt¨¢ndose a la torera los rigores, el sacrificio, la observaci¨®n y espera que se requiere para llegar. No es hacer t¨¦cnica sino usar la t¨¦cnica como modo de expresar, el porqu¨¦ se hace ese paso dentro del contexto. Si no, todo se vuelve circo sin sustancia. En vez de contar las piruetas, hay que dejar que las piruetas cuenten lo que est¨¢ pasando.
P. La funci¨®n de ma?ana emociona solamente con leer el programa. ?C¨®mo ha sido preparar esa velada? Peter Martins ha contribuido a redactar la escaleta.
R. S¨ª, fue Peter el que dise?o el programa. Yo simplemente le dije que me gustar¨ªa pagar tributo a Balanchine, Robbins y a ¨¦l. La verdad es que se le encend¨ªan los ojos cuando me lo propuso. ¡°Pi¨¦nsalo¡±, me dijo, ¡°?qui¨¦n puede retirarse haciendo Tema y Variaciones?¡± Este ballet siempre ha sido muy especial para m¨ª. Desde cuando Julio Bocca ven¨ªa como invitado al entonces Ballet L¨ªrico Nacional a interpretarlo, y al ser mi primer contacto con Balanchine cuando Victor Ullate lo trajo para la compa?¨ªa, yo entonces hacia el cuerpo de baile. Tambi¨¦n fue la primera funci¨®n que vi en Nueva York. ?Fue con el NYCB con Miranda Weese y Ethan Stiefel como int¨¦rpretes principales, todav¨ªa tengo la boca abierta! Es una de las obras maestras sobre ballet acad¨¦mico que hizo Balanchine, adem¨¢s de ser un duro juez: ?no hay donde esconderse! Uno est¨¢ totalmente expuesto por su exigencia. El resto del programa incluye A suite of dances un solo creado para Barishnikov por Robbins y el cual Misha me lo mont¨® en la pasada temporada de primavera. Por ¨²ltimo, una pieza sobre un tango de Piazzola creada por Peter para Julio Bocca, para divertirnos un poco con el resto del elenco y ojal¨¢ tambi¨¦n el p¨²blico.
P. Es usted el bailar¨ªn cl¨¢sico que he conocido m¨¢s apasionado con el baile espa?ol y el arte del flamenco. ?De d¨®nde le viene esa ¡°fiebre amante¡±? ?C¨®mo ve la fusi¨®n entre bailes?
R. Lo soy de siempre. A mi abuelo le llamaban ¡°el gitano¡± por el arte bailando flamenco que ten¨ªa, mi madre tambi¨¦n lo baila. Me gusta tanto o m¨¢s que el ballet. Una de las cosas que siempre hago estando en Madrid es visitar tanto el BNE como el tablao Corral de la Morer¨ªa. Esa entrega y duende no se ve en muchos tipos de danza. Me hace hervir la sangre y me inspira para seguir bailando. En cuanto a la fusi¨®n, siempre me gust¨®.
P. Si cogemos su biograf¨ªa y su repertorio, en el baile masculino, ning¨²n artista espa?ol ha llegado tan lejos. Plisetskaya dec¨ªa que los laureles del ¨¦xito son en realidad los del trabajo. ?C¨®mo ve retrospectivamente tu lucha?
R. Mucho trabajo hasta el ¨²ltimo d¨ªa... y si es complicado llegar, m¨¢s lo es mantenerse arriba durante un tiempo tan largo. D¨ªa a d¨ªa de rigor y sacrificio. De ir al gimnasio cuando tus amigos van de fiesta cuando toca. Nunca he tenido nada regalado. Siempre me tom¨® m¨¢s tiempo que mis compa?eros en conseguir cosas, pero baj¨¦ la cabeza y me concentr¨¦ en trabajar, por m¨ª. Cuando se consigue as¨ª se disfruta el doble.
P. Hay una rutina en el artista de ballet que en cada individuo tiene sus propias claves, man¨ªas y ritmo. ?C¨®mo ha cambiado la suya tras el paso por el ABT y el NYCB?
R. Creo que esas cosas cambian como va cambiando el ciclo de la vida de un bailar¨ªn. Dir¨¦ que estos ¨²ltimos meses he estado muy a gusto en el escenario. Esa presi¨®n que sientes cuando eres m¨¢s joven se marcha y uno empieza a realmente apreciar lo que hace, lo mismo que pasa en las personas y el crecimiento personal. Nada es certero en esta vida y he bailado como si cada actuaci¨®n pudiera ser la ¨²ltima.
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