Ex¨®tico inframundo
Carlos Irijalba cuestiona constantemente qu¨¦ es lo real y trabaja pensando en la necesidad de los objetos y lo que hay en ellos de superfluo e imprescindible
Hay una frase que pulula por la exposici¨®n de Carlos Irijalba (Pamplona, 1979) que miro de reojo y con recelo. ¡°El ADN de un castor no termina de expresarse en la punta de sus bigotes, sino en el borde de su dique¡±. Es del te¨®rico y ecologista Timothy Morton, ese fil¨®sofo ingl¨¦s de aspecto rockero que se invent¨® lo de dark ecology para pensar la visi¨®n que tenemos de la ecolog¨ªa, el antropocentrismo y el arte.
El espacio social no es solo humano, viene a decir. No existe diferencia entre ser humano y naturaleza, entre el adentro y el afuera. No hay ni centro ni l¨ªmite, y ser maduro significa tolerar niveles cada vez m¨¢s altos de ambig¨¹edad. No tarda en llegar esa ambig¨¹edad paseando por esta muestra titulada Endotic, el neologismo preferido de George Perec para describir ese d¨ªa a d¨ªa que no es ni ordinario ni extraordinario, ni banal ni ex¨®tico.
Tambi¨¦n Carlos Irijalba cuestiona constantemente qu¨¦ es lo real y trabaja pensando en la necesidad de los objetos y lo que hay en ellos de superfluo e imprescindible. Esa es la base de un obra que siempre se apoya en la geolog¨ªa hablando de estratos, sedimentos y escalas temporales.
A primera vista parece un trabajo encerrado en s¨ª mismo, como el silencio mudo, pero luego rebota como una goma el¨¢stica. Sus ¨²ltimos trabajos son a¨²n m¨¢s sofisticados, si cabe, con esa idea de contradicci¨®n intr¨ªnseca en todas sus obras. Para muestra, Strange stranger: tuber¨ªas que exploran los patrones biomim¨¦ticos visibles en los procesos industriales que replican estructuras inscritas en nuestro rastro evolutivo.
Dicho as¨ª, cuesta, lo s¨¦. Pi¨¦nsenlo desde otro prisma: ?y si el colector de un coche, esa pieza que conduce el humo desde sus tripas hacia el escape, debe su dise?o industrial a un orden org¨¢nico que todos tenemos instalado en las tripas?
Endotic. Carlos Irijalba. Galer¨ªa Mois¨¦s P¨¦rez de Alb¨¦niz. Madrid. Hasta el 14 de noviembre.
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