Los mafiosos que precipitaron la ca¨ªda de Tot¨° Riina se confiesan en un documental
Por primera vez hablan ante la c¨¢mara varios arrepentidos de la Cosa Nostra
A Tot¨° Riina, capo de capos de la Cosa Nostra, que falleci¨® en prisi¨®n hace un a?o, llenar Sicilia de sangre e instaurar una cultura de la muerte le dio poder. Su macabro y brutal ascenso se sustent¨® en un ej¨¦rcito de sicarios despiadados que bajo sus ¨®rdenes sembraron el terror y pusieron en jaque al Estado. Pero el fin de su par¨¢bola criminal tambi¨¦n empez¨® con ellos, cuando se convirtieron en arrepentidos y ayudaron a la justicia a desmantelar el infierno que hab¨ªan instaurado. El documental de dos partes que se present¨® en la Fiesta del Cine de Roma, Corleone: el poder y la sangre; y la ca¨ªda, del director b¨²lgaro-franc¨¦s Mosco Levi Boucault, retrata, a trav¨¦s del testimonio de quienes vivieron la historia en primera persona, la subida y la ca¨ªda ¨C¡°como en una tragedia shakesperiana¡± ¨C del padrino m¨¢s sanguinario de la historia, el rostro de una de las ¨¦pocas m¨¢s oscuras de Italia.
Para ello ha sentado por primera vez ante una c¨¢mara a los mafiosos arrepentidos que determinaron el ocaso de Riina y cuyas revelaciones arrojaron luz sobre la oscuridad en la que se mov¨ªan los jueces. Ahora viven en prisi¨®n o bajo arresto domiciliario. El peso del pasado de muerte y dolor que intentan esconder es demoledor y aparecen tapados con pasamonta?as. Tambi¨¦n el documentalista trabaj¨® de forma an¨®nima durante cinco a?os y por eso no particip¨® en la presentaci¨®n de la obra.
Boucault responde a EL PA?S por tel¨¦fono y explica que su objetivo es desmitificar la Mafia siciliana: ¡°Hablando sobre cine y El Padrino con un polic¨ªa italiano, me dijo que la realidad era diversa a lo que se ve¨ªa en la pantalla. Quer¨ªa entender qu¨¦ hab¨ªa verdaderamente detr¨¢s de Vito Corleone y desmontar el romanticismo en torno a la Cosa Nostra¡±.
Los arrepentidos cuentan c¨®mo pensaba y actuaba la Mafia, qu¨¦ les llev¨® a entrar, las luchas intestinas, los pulsos al Estado, la compra de favores y tambi¨¦n el tormento y la miseria que guardan de aquellos a?os. ¡°Giuseppe Marchese me dijo que pas¨® su adolescencia con una pistola en la mano y que comenz¨® a sentirse un ser humano cuando se convirti¨® en arrepentido¡±, relata el documentalista.
Un testimonio especialmente crudo es el de Giovanni Brusca, hombre de confianza de Riina y principal autor del atentado contra el juez antimafia Giovanni Falcone en 1992. ¡°Su pasado es aterrador¡±, dice Boucault. Su relato descarnado resume todos los estadios de una vida dedicada al crimen. Es capaz de narrar c¨®mo despu¨¦s de un asesinato entregaba la ropa a su madre para lavarla y se iba a comer una pizza con total normalidad. Desgrana con frialdad todo tipo de s¨¢dicas t¨¦cnicas criminales como las ba?eras de ¨¢cido para disolver a las v¨ªctimas. ¡°No era consciente de lo que hac¨ªa. Llegu¨¦ a ser peor que Riina¡±, revela en la cinta.
Francesco Anzelmo relata c¨®mo asesin¨® a sus propios t¨ªos por orden del capo y acaba reconociendo que realmente eran ¡°carniceros¡± con el cerebro lavado ¨C¡°lo que la mafia no es capaz de corromper con amor o con terror lo aniquila¡±, dice Brusca. Primero la Cosa Nostra y despu¨¦s todo lo dem¨¢s era la pauta. ¡°Corleone tambi¨¦n habla de tiran¨ªa y de los riesgos de adherirse a una estructura donde no hay libertad ni posibilidad de volver atr¨¢s¡±, apunta Boucault.
El relato sombr¨ªo de los mafiosos se entrelaza con el de magistrados, polic¨ªas o periodistas que combatieron la criminalidad. Como Giuseppe Ayala, fiscal del maxiproceso que conden¨® a cientos de integrantes de la Cosa Nostra. O La fot¨®grafa de los a?os de plomo sicilianos, Letizia Battaglia, o el jefe de polic¨ªa de Palermo, Francesco Accordino. Est¨¢n acompa?ados de un extenso material de archivo cuidadosamente seleccionado que muestra los hechos ¨Clos muertos, los funerales, los embustes de Riina en el banquillo de los acusados, las negociaciones del Estado con la Mafia¨C en toda su brutalidad, para reproducir el fen¨®meno desde un punto de vista antropol¨®gico y pol¨ªtico, lejos del mito.
Boucault sabe que Corleone queda para la historia, pero alerta de que la Mafia a¨²n no est¨¢ acabada, simplemente ha mutado. Aunque como se?ala Ayala, recogiendo la idea de Falcone, el hombre que mejor lleg¨® a entender las entra?as del crimen organizado, ¡°es un fen¨®meno humano y como tal llegar¨¢ a su muerte natural¡±.
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