Luis Ortega: ¡°Reconstruyo mi adolescencia, salvo que no mat¨¦ a nadie¡±

?Es El ¨¢ngel la historia de Carlos Robledo Puch, el asesino m¨²ltiple m¨¢s famoso de Argentina, o la de su director, Luis Ortega? El cineasta no ha matado a nadie, pero ha aprovechado un biopic para ahondar en su adolescencia, vivida en parte en Estados Unidos y marcada por ser el hijo de un mito argentino, el cantante y pol¨ªtico Palito Ortega.

La reflexi¨®n le parece pertinente a Ortega (Buenos Aires, 1980), autor de peque?as pel¨ªculas y de grandes series de televisi¨®n. ¡°Estoy habituado al fracaso y a las salas vac¨ªas. En este caso me ali¨¦ con productores que respaldaran mi visi¨®n. Yo, que no s¨¦ ni sumar, era un desastre como productor, filmaba a medias los guiones... Por primera vez sent¨ª que mi libreto pod¨ªa llegar con fuerza a la pantalla. Lo dif¨ªcil fue encontrar al actor¡±. El director buscaba alguien distinto: ¡°Vi a mil personas, y curiosamente Lorenzo Ferro, el elegido, fue el primero. Ni me mir¨® la cara, me ignor¨®. Eso me gan¨®. Yo quer¨ªa a alguien que no construyera un personaje, sino al que pudiera trasplantarle mi sistema nervioso. Porque no quer¨ªa hacer tanto una pel¨ªcula sobre Robledo Puch como un repaso a mis recuerdos de mi adolescencia¡±. Y ahonda en esos tiempos: ¡°Pr¨¢cticamente reconstruyo mis andanzas de aquellos a?os, salvo que no mat¨¦ a nadie. Rememoro una libertad peligrosa, porque es muy dif¨ªcil que por ti mismo encuentres los l¨ªmites, sepas d¨®nde est¨¢ el punto de no retorno¡±. ?De esa manera uno exorciza demonios? ¡°De forma no consciente, seguro. Por ejemplo, la relaci¨®n con la madre de un amigo, que he reflejado en el personaje de Mercedes Mor¨¢n, y que ten¨ªa una relaci¨®n muy sexual cuando nosotros apenas hab¨ªamos cumplido los diez a?os. Ella nos llevaba a entrar en casas vac¨ªas, a robar en mansiones de millonarios que estaban de viaje. Se hab¨ªa divorciado de un narcotraficante, y con ella aprend¨ª, qu¨¦ s¨¦ yo... A, por ejemplo, hurtar cosas en los grandes almacenes. Nos divert¨ªamos mucho, y a la vez hab¨ªa una relaci¨®n muy carnal con ella, siendo nosotros muy peque?os y mi amigo su hijo. Eso me marc¨® mucho de chico¡±.

De igual manera, la relaci¨®n de Robledo Puch con su amigo nace de una ¡°suposici¨®n¡± del cineasta. ¡°Me plante¨¦ que podr¨ªa haber sido as¨ª, aunque en realidad lo bas¨¦ en mi experiencia. En aquellos a?os intentaba ganar la amistad de aquel amigo. Era m¨¢s temerario que yo y luch¨¦ por conquistarlo, porque en la infancia y en la adolescencia la amistad tiene un lado rom¨¢ntico ¡ªde casi enamoramiento¡ª que con la edad se pierde, deviene en complicidad¡±. ?Ha sido, entonces, una sesi¨®n de psicoan¨¢lisis muy cara? ¡°No te creas, he gastado m¨¢s a lo largo de mi vida en m¨¦dicos, terapeutas y medicinas¡±.

Con este gran presupuesto, Ortega da un gran salto en El ¨¢ngel, la propuesta de Argentina para los Oscar. ¡°Cierto, el dinero me ha dado la libertad. Uno es independiente cuando puedes hacer lo que quieres, as¨ª que no entiendo por qu¨¦ llaman cine indie al que no tiene dinero. Sin plata, a no ser que te motive una idea muy simple, no vas a ning¨²n lado. No es como pintar un cuadro, que puedes hacerlo a solas en casa¡±.

As¨ª que se ha sentido feliz con una productora grande respaldando sus deseos. ¡°Siempre me tonificaron, me impulsaron¡±. Y recuerda que tuvo miedo al proponer a ¡°alguien que no hab¨ªa ido ni a una clase de teatro¡± como protagonista. ¡°Cuando Esther Garc¨ªa [productora de El Deseo] vio los ensayos, apoy¨® mi elecci¨®n¡±.

Al cineasta no le gustan las pel¨ªculas de ¨¦poca. ¡°No soy fan¨¢tico de la historia. Y entiendo que sea un refugio est¨¦tico muy grande porque la realidad es espantosa. Y va a peor. Si vamos para atr¨¢s, la m¨²sica era mejor, la ropa, los coches eran m¨¢s elegantes. Carlos viv¨ªa influido por el cine, es un personaje que cree que vive dentro de una pel¨ªcula, que es una manera de creerse dios". Luis Ortega asegura que existe el destino. ¡°Si no, ?c¨®mo apareci¨® alguien como Lorenzo? Un ser magn¨¦tico para un personaje magn¨¦tico. Honestamente, al inicio, pensaba que iba a lograrlo solo a ratos. Pero tuvimos un a?o de ensayos. Entraba a robar a mi casa y yo lo filmaba, bail¨¢bamos sin parar, sal¨ªamos a la calle y ve¨ªamos que todo es mentira, que el mundo es un teatro y que por qu¨¦ no disparar contra ese escenario¡±.