Cat¨¢strofe megal¨ªtica en la r¨ªa de Arousa
Un cambio en las corrientes deshace el islote Areoso y sus seis yacimientos milenarios
Un apocalipsis arqueol¨®gico avanza por la r¨ªa de Arousa sin que nada sea capaz de detenerlo. El islote Areoso, el mayor de los dos que conforman el archipi¨¦lago de R¨²a y Os Guidoiros en Pontevedra, se muere porque el agua lo est¨¢ invadiendo. Marea a marea. Se deshace como un azucarillo en el caf¨¦. Y con ¨¦l los yacimientos arqueol¨®gicos que encierra: estructuras del Neol¨ªtico (de hace 6.000 a?os), de la Edad del Bronce (4.000 a?os) y del Hierro (unos 2.000). Cinco d¨®lmenes (uno ya destruido por las aguas), las c¨¢maras funerarias, las vajillas campaniformes¡ Todo desaparece arrastrado por las mareas. Algunos objetos han sido llevados a museos o laboratorios, porque el Ministerio de Medio Ambiente intent¨®, sin ¨¦xito en 2011, detener la destrucci¨®n con un muro. Pero el mar cada vez arrastra con m¨¢s fuerza la arena a causa de un cambio en las corrientes, seg¨²n los informes del profesor de Geograf¨ªa de la Universidad de Santiago de Compostela Ram¨®n Blanco Chao. Patricia Ma?ana-Borraz¨¢s, directora de las ¨²ltimas excavaciones que intentan estudiar todo antes de la cat¨¢strofe, lo denuncia: ¡°Es tremendo. Es un dolor de coraz¨®n¡±.
Areoso (600 metros de longitud por 20 de anchura en sus lugares m¨¢s estrechos y 9 de altura m¨¢xima) se alza a un kil¨®metro y medio de la isla de Arousa. Pero hace unos 10.000 a?os no era as¨ª, formaba parte de una pen¨ªnsula que desapareci¨® conforme los glaciares se fund¨ªan, aumentaba la temperatura y el nivel del mar ascend¨ªa entre 5 y 7 metros. Es lo que se conoce como la era geol¨®gica del Holoceno.
Los estudios sobre la hecatombe actual, que se pueden consultar en la p¨¢gina web?Guidoiro Dixital, se?alan que ¡°el islote en los ¨²ltimos a?os ha sufrido un importante proceso de alteraci¨®n de las superficies arenosas. La duna norte se ha reducido considerablemente en altura y extensi¨®n, mientras que las playas han retrocedido casi un metro en los ¨²ltimos seis a?os¡±.
Blanco Chao recuerda que la ¨ªnsula siempre ha tenido "un movimiento pendular natural de entre 4 y 27 grados norte". Pero algo ocurri¨® en los a?os ochenta que cambi¨® su oscilaci¨®n: empez¨® a girar hacia el este. Comenz¨® la destrucci¨®n. Los estudios ¡ªen los que se han utilizado im¨¢genes de sat¨¦lite y tecnolog¨ªa GPS¡ª demuestran que el cambio se origin¨® por "cuestiones antr¨®picas [modificaciones en la orograf¨ªa de la costa provocadas por el ser humano]" y por la presi¨®n de los visitantes. "Cada vez m¨¢s gente llega en lanchas y apelmaza el terreno", recuerda Blanco Chao.?
Eso provoca que el islote pierda arena y que no le lleguen aportaciones de reposici¨®n desde la costa, ya que es "como una peque?a monta?a" en mitad de la r¨ªa, lejos de todo.? "Necesita un plan de gesti¨®n que reduzca sus visitantes y que permita la reposici¨®n de la arena que se va hacia el mar", pide el ge¨®logo.
La isla, a pesar de su reducido tama?o, cuenta con seis yacimientos: las M¨¢moa (numeradas del 1 al 5) y otro de la Edad del Bronce. Y cada uno de ellas guarda una sorpresa. En la M¨¢moa 1, por ejemplo, el profesor Jos¨¦ Manuel Rey Garc¨ªa, hall¨® un t¨²mulo de 5,80 metros de di¨¢metro en cuyo centro desenterr¨® una c¨¢mara funeraria poligonal. En la 2, encontraron vasos de cer¨¢mica del tercer milenio antes de Cristo y otra c¨¢mara sepulcral; en la 3 un dolmen¡
En septiembre de 2011, el Servicio Provincial de Costas de Pontevedra del Ministerio de Medio Ambiente construy¨® un muro de cemento para proteger la M¨¢moa 4 de la acci¨®n del mar. Pero dos a?os despu¨¦s, la M¨¢moa 5 fue destruido completamente sin que nadie pudiera evitarlo. Se trataba de un t¨²mulo que guardaba una c¨¢mara megal¨ªtica.
No solo en la Prehistoria el islote fue un lugar de ocupaci¨®n funerario. Tambi¨¦n habitaron en ¨¦l pobladores del Neol¨ªtico y de la Edad del Bronce. De hecho, han aparecido 4.000 fragmentos de cer¨¢mica, huesos de animales y conchas pertenecientes a especies ya extintas, puesto que el islote cont¨® con un asentamiento entre el 2225 y el 1950 antes de Cristo. Se ha desenterrado cer¨¢mica campaniforme y cacharros quemados en su superficie, lo que demuestra que fueron puestos al fuego.
Durante la ¨²ltima excavaci¨®n (la de M¨¢moa 4) se han recuperado objetos arqueol¨®gicos que estaban emergiendo a la superficie por la erosi¨®n del mar, poniendo especial cuidado en registrar correctamente su contexto, la unidad estratigr¨¢fica en la que aparecieron, su ubicaci¨®n tridimensional e incluso la posici¨®n.? En los laboratorios se ha realizado el tratamiento de los materiales arqueol¨®gicos, su catalogaci¨®n e inventario. Gran parte del material desenterrado est¨¢ siendo trasladado al Museo de Pontevedra, mientras que otros hallazgos se estudian en los laboratorios de la Universidad de Santiago.
"Es un yacimiento fundamental", sostiene Patricia Ma?ana-Borraz¨¢s, "porque es el ¨²nico que ten¨ªa cinco d¨®lmenes junto a la costa. No pasan de diez los que hay en toda Galicia. Siempre los constru¨ªan en alto, lejos de los valles y de los r¨ªos. En Areoso est¨¢ la respuesta a este misterio, pero las aguas siguen destruyendo el islote y, a lo mejor, nunca sabremos la respuesta".
Babelia
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