?Tierra, tr¨¢game!

1. Abismos

De un tiempo a esta parte tengo la inc¨®moda sensaci¨®n de sentirme rodeado. Ya s¨¦ que, como declaraba hace poco Jeremy Corbyn en la CNN chilena, ¡°la democracia produce a menudo resultados que no gustan a todo el mundo¡±, pero eso no es un consuelo. La derecha ultraconservadora, la extrema derecha y los posfascismos ¡ªque pueden llegar a ser la misma cosa, no ser¨ªa la primera vez¡ª avanzan en votos en buena parte del mundo. Lo de Trump ¡ªque ha logrado un clima de crispaci¨®n y enfrentamiento civil como no se recordaba en EE?UU desde los a?os setenta¡ª es lo m¨¢s grave, porque marca tendencia y porque sabemos que los grandes negocios del mundo tienen mucho que decir en las pol¨ªticas presidenciales, incluida la exterior.

Pero sigamos mirando: la extrema derecha y el racismo crecen ¡°sin complejos¡± ¡ªuna expresi¨®n que les encanta a sus partidarios¡ª a un ritmo que no se ve¨ªa desde el ¡°oscuro valle¡± de los a?os treinta, como llam¨® el historiador Piers Brendon a la ominosa d¨¦cada en que se consolidaron todos los totalitarismos. Ah¨ª tenemos a Brasil, Suecia, Austria, Hungr¨ªa, Alemania, Francia, Italia ¡ªel primer pa¨ªs en que se consolida esa alianza contra natura (pero no tanto, si lo pensamos bien) entre populismos de signo opuesto¡ª y tambi¨¦n Espa?a, donde hasta hace poco nos tranquiliz¨¢bamos pensando que la exigua extrema derecha que quedaba despu¨¦s del golpe de 1981 estaba en el PP, un partido dem¨®crata ¡°de toda la vida¡±. Pero ahora asistimos a su proliferaci¨®n, desde Plataforma per Catalunya hasta Vox, pasando por las distintas falanges (la ¡°aut¨¦ntica¡±, la ¡°de las JONS¡±) y por los partidos o microgrupos racistas que levantan cabeza e incluso logran alguna concejal¨ªa.

Todos, como ya hicieron sus antecesores, se sirven de la democracia para desnaturalizarla o, peor, destruirla, forzando tambi¨¦n a la derecha democr¨¢tica a girar a su diestra. Lo ¨²nico que se puede hacer, como dec¨ªa el casi ang¨¦lico Corbyn, es que los buenos hagan campa?a para lograr una ¡°sociedad decente e inclusiva¡±, siempre y cuando se pongan de acuerdo antes que los malos. Y si no es as¨ª, m¨¢s vale que exclamemos el tradicional ?tierra, tr¨¢game!

Lo que me lleva a citarles un estupendo libro que trata precisamente de ese descensus ad inferos del que se ha ocupado a menudo la literatura desde Homero en adelante, y que logr¨® en Dante su m¨¢s excelso ejemplo (sin olvidar otros abismos y cuevas cervantinas, como la de Corsicurvo o la de Montesinos). El libro en cuesti¨®n es Viajes al centro de la Tierra (F¨®rcola), de Eduardo Mart¨ªnez de Pis¨®n (EMP), ese erudito ge¨®grafo que ya nos instruy¨® deleit¨¢ndonos (como esperaban los antiguos de los buenos libros) con La monta?a y el arte (F¨®rcola, 2017). Ahora, y tras recoger las distintas geograf¨ªas (¡°reales¡± e imaginarias) del infierno, EMP nos conduce al interior del planeta y a sus simas e inframundos (tambi¨¦n, morales, por supuesto, como corresponde a todo viaje al abismo) de la mano de todos los que nos dejaron su fant¨¢stico periplo en obras memorables: Homero, Virgilio, Dante, George Sand o Verne, cuyo Viaje al centro de la Tierra (1864), protagonizado por los inolvidables profesor Lidenbrock, su sobrino Axel y el gu¨ªa Hans, constituy¨® ¡°la m¨¢s extravagante expedici¨®n del siglo XIX¡±. As¨ª que, si la superficie se pone imposible de facher¨ªo, el tierra, tr¨¢game nos se?ala el camino del subsuelo.

2. Crema catalana

Mientras arrecia el conflicto (y los conflictos dentro del conflicto), contin¨²an public¨¢ndose en castellano libros importantes en torno a la historia y la cultura de Catalu?a. Entre los que m¨¢s me han interesado ¨²ltimamente, adem¨¢s de la breve pero sustanciosa s¨ªntesis hist¨®rica Informe sobre Catalu?a. Una historia de rebeld¨ªa (777-2017), de Jos¨¦ Enrique Ruiz-Dom¨¨nec (Taurus), perm¨ªtanme que les recomiende el estupendo Catalanes y escoceses, uni¨®n y discordia (Taurus), de John H. Elliott, uno de los grandes hispanistas vivos (y que, por cierto, se estren¨® en 1963 con La rebeli¨®n de los catalanes, publicada por Siglo XXI).

Se trata de un estudio magistral y oportuno de historia comparada, desde el siglo XV en adelante, en el que se ponen de manifiesto las semejanzas y diferencias de dos territorios con aspiraci¨®n secesionista que, a trav¨¦s de diversas vicisitudes, permanecen en la actualidad unidos al destino de sendas grandes naciones. En ambos, adem¨¢s, se han realizado en el ¨²ltimo lustro referendos de independencia (legales o no) con el objetivo ¨²ltimo de convertirse (o volver a constituirse) en Estados independientes. Elliott, uno de esos maestros que saben comunicar lo que saben con rigor y amenidad, no olvida los factores sociales, culturales y emocionales que unen y distinguen a catalanes y a escoceses, as¨ª como los or¨ªgenes y fluctuaciones del sentimiento nacional en ambas naciones.

El ensayo Otra Catalu?a (Destino), de Sergio Vila-Sanju¨¢n, constituye un breve repaso hist¨®rico (tambi¨¦n desde el siglo XV hasta hoy) y, en cierto sentido, una reivindicaci¨®n (a pesar de que en su pr¨®logo introduce una ¡°puntualizaci¨®n personal¡± en la que parece justificarse por ello) de la cultura catalana escrita en castellano, as¨ª como del papel fundamental¨ªsimo de la industria editorial barcelonesa en la difusi¨®n de la cultura en castellano.

Por su parte, Construir con palabras (C¨¢tedra), de Jaume Subirana, se acerca a la literatura catalana como generadora de identidad colectiva (aunque ¨¦l mismo reconoce, al referirse a la ¨¦poca actual, que ya no funciona mim¨¦ticamente el antiguo criterio de naci¨®n = lengua literaria = literatura nacional). Subirana, un intelectual respetado que, entre otras cosas, dirigi¨® la Instituci¨® de les Lletres Catalanes, explora el papel de los principales escritores que, desde mediados del siglo XIX (Jocs Florals de 1859) hasta 2019 (s¨ª, no es una errata), han sido piezas clave en el esfuerzo de la cultura catalana por ser y por hacerse. Un libro importante.