Confesiones de un actor que se volvi¨® loco
El brit¨¢nico Mark Lockyer cuenta sobre el escenario el trastorno bipolar que sufri¨®
Valent¨ªa y esperanza. Sobre la base de estos dos elementos se conforma el espect¨¢culo que el actor brit¨¢nico Mark Lockyer presenta sobre los escenarios teatrales desde hace varios a?os. Valiente porque Living with the lights on es, literalmente, una confesi¨®n a viva voz de la bajada a los infiernos que vivi¨® este int¨¦rprete por el trastorno bipolar que padeci¨®. Y esperanza porque el objetivo de esta narraci¨®n autobiogr¨¢fica es ofrecer ayuda a todos aquellos enfermos mentales que creen que de ese pozo no se puede salir. Mark Lockyer, de 53 a?os, que ha trabajado con los m¨¢s prestigiosos directores dramat¨²rgicos de su pa¨ªs y que form¨® parte de la Royal Shakespeare Company, hoy lo dice bien alto: ¡°Ahora soy una persona feliz, nada es imposible. Contarlo es una manera de ofrecer esperanza a todos aquellos que hoy est¨¢n sufriendo cualquier tipo de enfermedad mental¡±.
Living with the lights on, que ha recorrido los escenarios de Europa y que el a?o pasado estuvo en el Teatre Lliure, de Barcelona, llega este fin de semana al Teatro Espa?ol, de Madrid. Fue en 2008 cuando Lockyer comenz¨® a percibir un terror poco com¨²n a la hora de subir a un escenario, se dio cuenta de la falta de memoria ante los textos y de c¨®mo los lloros por los rincones de la oficina eran cada vez m¨¢s comunes. Diagnosticado de trastorno bipolar severo, el actor vivi¨® unos a?os de albergue en albergue, de hospital en hospital. ¡°Lo perd¨ª todo. La enfermedad bipolar destroza la vida de las personas para siempre¡±, confiesa en un encuentro con periodistas en Madrid. Tres a?os m¨¢s tarde, decidi¨® comenzar a recopilar toda la informaci¨®n vivida para contarla en c¨ªrculos peque?os de conocidos y amigos. Buscaba una especie de exorcismo de esos a?os en el infierno y que la gente supiera de verdad por lo que hab¨ªa pasado. ¡°As¨ª me podr¨ªan juzgar con conocimiento de causa¡±, a?ade el actor.
Lo que empez¨® en salones privados, con unas notas escritas en un papel a modo de improvisaci¨®n, salt¨®, no con ciertas dificultades, a los escenarios teatrales con un guion bien estructurado. Intent¨® llevarlo en varias ocasiones al teatro pero se le cerraron todas las puertas. Nadie quer¨ªa saber nada de una obra cuyo argumento giraba en torno a una enfermedad mental. La guard¨® en un caj¨®n hasta que el director Ramin Gray le anim¨® a montar un espect¨¢culo con ¨¦l. Est¨¢ m¨¢s que satisfecho con el granito de arena que su funci¨®n ha aportado, principalmente en Inglaterra, al debate en torno a las enfermedades mentales.
Cada noche que se enfrenta a su pasado a trav¨¦s de la narraci¨®n de esta historia (lleva 75 funciones), lo que siente es cansancio. ¡°Interpretar de manera brillante y exacta todos los sentimientos por los que pas¨¦ exige por mi parte de todo mi arte y mi t¨¦cnica, de toda la maestr¨ªa que llevo dentro. No puedo permitirme dejarme llevar por los sentimientos. No es una funci¨®n que juegue con el sentimentalismo y s¨ª con la verdad y el humor. Es un texto en el que yo me r¨ªo de m¨ª mismo, de lo idiota que fui¡±, confiesa Lockyer.
Cuando el actor habla de su tragedia intenta relativizarla y no poner el foco en ¨¦l mismo. ¡°Todo el mundo ha experimentado dolor y ha sangrado por diversas circunstancias. Yo creo que Dios nos da lo que podemos asumir. Uno siempre puede aprender del pasado y saber en qu¨¦ nos hemos equivocado para tomar otras opciones. Comet¨ª muchos errores pero luego aprend¨ª de ellos. Es verdad que era mucho m¨¢s joven. Hoy creo que soy m¨¢s sabio y no har¨ªa muchas de las cosas que entonces hice¡±.
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