Historias malditas para olvidar el ¡®chill out¡¯ de Ibiza
Un peculiar certamen busca ofrecer en la isla una propuesta muy distinta respecto a los 'djs', las discotecas y el lujo
En Ibiza, el silencio es m¨²sica de chill out. No exagero. Incluso los lugares pretendidamente ¨ªntimos, tranquilos, rurales, son inseparables de ese soniquete demon¨ªaco. En Ibiza, la melod¨ªa de la tranquilidad, del bienestar, es esa. Vas a un bar de viejos, pensando que all¨ª s¨®lo escuchar¨¢s el sonido de las dentaduras postizas royendo aceitunas, y ah¨ª est¨¢, de nuevo: el chill out. Si le preguntas a cualquier anciano de la barra, te dir¨¢ que no oye nada. Porque, repito, aqu¨ª el chill out equivale a silencio. Es como si estuvi¨¦ramos en un barco viendo ballenas y un DVD en bucle de c¨¢nticos de ballenas no nos dejara escuchar a las verdaderas ballenas, ballenas reales que podemos acariciar.
Con esto no pretendo ofender corazones ibicencos: coincido con ellos en que la isla es bell¨ªsima, en que posee rincones m¨¢gicos. Pero lo cierto es que casi toda ella est¨¢ contaminada por "la idea de Ibiza" (v¨¦ase: clubes, djs enloquecidos, lino blanco, tangas vaqueros, gente gastando much¨ªsimo dinero en experiencias supuestamente lujosas, y tambi¨¦n por esa otra vertiente espiritual y psicotr¨®pica que te cobra ocho euros por exprimirte un zumo mientras mira a la monta?a de Es Vedra, porque el zumo se carga de la energ¨ªa de la monta?a y esa energ¨ªa cuesta euros), que no deja demasiado sitio para nada m¨¢s. Por suerte para aquellos que huyen aterrorizados ante un posible pase VIP, para los que no est¨¢n interesados en ver el atardecer mientras un dj les atruena la materia gris, existe el Festival de Narrativas Malditas organizado por la asociaci¨®n Mal del Cap.
En palabras de Inma Saranova, la matriarca letal que, junto con Pedro L¨®pez y unos cuantos socios m¨¢s, se encarga de todo el asunto, "Mal del Cap somos cuatro subnormales haciendo gilipolleces". Pero lo que es sobre todo Mal del Cap es una grieta que abre caminos en la pesad¨ªsima piedra de lo que "se supone que es Ibiza". Y esas grietas van rellenas de un veneno sabros¨ªsimo. En el plazo de los nueve d¨ªas que dura el V Festival Mal del Cap Narrativas Malditas, el n¨²cleo duro de la asociaci¨®n ha creado una programaci¨®n que podr¨ªa calificarse de milagrosa: Manuel Bartual, Paco Alc¨¢zar, Venga Monjas, Miguel Noguera, Carlo Padial, Isa Calder¨®n y Luc¨ªa Lijtmaer con su Deforme Semanal, Borja Crespo, Esty Quesada ("Soy una pringada"), Ferm¨ªn Muguruza y Josele Santiago. Los propios maldelcapianos lo explican as¨ª: "La finalidad es acercar el moderneo underground a Ibiza, porque los isle?os tambi¨¦n queremos postureo. Somos modernos de pueblo como cualquier peninsular, con la diferencia de que, eventualmente, alguno de nosotros est¨¢ m¨¢s moreno".
En estos d¨ªas ibicencos, en los que hasta camareros sexagenarios que han sido escupidos violentamente del sistema hostelero y de sus pisos por la gran m¨¢quina destructora del turismo de Airbnb y balconing resoplan en las barras de los bares criticando la desfachatez de Dani Mateo son¨¢ndose con la bandera, Mal del Cap es como quitarse un moco bien denso en la bandera de lo "t¨ªpicamente ibicenco". Bravo por ellos.
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