Las editoriales mexicanas, al borde de la asfixia
Una industria adicta al dinero p¨²blico, sin m¨²sculo exportador ni incentivos a la inversi¨®n, sufre uno de sus peores momentos ante el dr¨¢stico recorte presupuestario del sexenio del PRI
¡°Un momento complejo¡±. ¡°Un a?o muy, muy duro¡±. ¡°El peor de nuestra existencia¡±. Las editoriales mexicanas independientes est¨¢n al borde de la asfixia porque su principal bal¨®n de ox¨ªgeno se ha ido desinflando. El Estado ha asumido hist¨®ricamente el papel del primer y gran comprador de libros, pero durante los ¨²ltimos a?os ha ido pisando el freno. El Gobierno saliente del PRI ha rebajado durante el sexenio la financiaci¨®n al mundo editorial, arrinconando hasta casi la bancarrota a la red p¨²blica de librer¨ªas, estrangulando as¨ª un canal medular para las editoriales sin colch¨®n multinacional y desnudando el problema estructural: la fragilidad de una industria excesivamente dependiente del dinero p¨²blico, volcada en los libros educativos subvencionados, sin m¨²sculo exportador ni incentivos para la inversi¨®n privada.
Para Sexto Piso, la editorial independiente m¨¢s grande por facturaci¨®n con 25 millones de pesos (1,2 millones de d¨®lares), este ha sido el a?o m¨¢s duro desde que lograron hacer rentable el proyecto, all¨¢ por 2005. ¡°Muy, muy duro porque hubo poco ejercicio presupuestal, las librer¨ªas perdieron mucho con el terremoto (septiembre 2017), a lo que hay que a?adir la dram¨¢tica tasa de librer¨ªas per c¨¢pita en el pa¨ªs y que se pararon todos los programas de est¨ªmulo al libro¡±, apunta Diego Rabasa, fundador de la editorial.
Las ventas gubernamentales llevan cayendo progresivamente desde inicio del sexenio pri¨ªsta. De la frontera de 2012 y hasta 2016, ¨²ltimos datos disponibles de la patronal editorial mexicana (Caniem), el recorte ha sido del 42%. Pese al desplome, a¨²n supone en el volumen de ventas total casi una tercera parte, por encima de librer¨ªas y escuelas. El mapa de librer¨ªas, otra de las demandas cr¨®nicas de la industria, es escaso y nada proporcional. Son unas 500 en un pa¨ªs de 130 millones y est¨¢n concentradas en las grandes ciudades: el 94% de los municipios mexicanos no tiene donde comparar libros.
En este paisaje repleto de nubarrones, el caso sangrante es el de Educal, una empresa p¨²blica que naci¨® con el objetivo precisamente de compensar el d¨¦ficit privado y extender la red de librer¨ªas por la rep¨²blica. Son actualmente 82 establecimientos, una red de distribuci¨®n clave para los peque?os editores. Pero esa correa de transmisi¨®n est¨¢ rota. A Sexto Piso le debe 700.000 pesos. La deuda con otras editoriales, que han preferido no dar su nombre, oscila entre 40.000 y los 400.000 pesos. As¨ª hasta sumar una saldo negativo con proveedores acumulado de 33,7 millones, seg¨²n un documento interno al que ha tenido acceso EL PA?S.
La direcci¨®n de Educal se plantea, de acuerdo al mismo documento, echar el cierre a la mitad de sus librer¨ªas en caso de no conseguir m¨¢s financiaci¨®n del nuevo Gobierno. Fuentes de la empresa han declinado hacer declaraciones, aduciendo que est¨¢n negociando una salida de supervivencia con el nuevo Gobierno, que recientemente ha coqueteado con la idea de fusionar Educal con el portaviones editorial del Fondo de Cultura Econ¨®mica (FCE), sobre cuya red de librer¨ªas tambi¨¦n planean cr¨ªticas por retrasos en los pagos. La situaci¨®n de Educal es mucho m¨¢s l¨ªmite. La deuda con proveedores pr¨¢cticamente se come el presupuesto entero de este ¨²ltimo a?o, 48 millones, una cifra que ha ido menguando rotundamente desde la entrada del PRI. La ¨²ltima gran partida fue en 2012, con 484 millones. Y aquel bal¨®n de oxigeno ten¨ªa truco. Estaba inflado con otra de las mangueras de apoyo p¨²blico al libro: los programas de bibliotecas y escuelas.
Los libros de educaci¨®n b¨¢sica son los m¨¢s vendidos en el pa¨ªs, representa un 43% de los ejemplares, m¨¢s de la mitad comprados por el Gobierno. Adem¨¢s, la Secretar¨ªa de Ense?anza lleva a?os liderando un proyecto paralelo de compra a las editoriales mediante concursos de libros did¨¢cticos no necesariamente de texto. Otra palanca tambi¨¦n en retroceso. ¡°Antes entrabas con cinco libros al a?o y te salvaba el ejercicio. Pod¨ªa suponer m¨¢s del 80% de los ingresos¡±, apunta Deborah Holtz, veterana editora al frente de Trilce, con 16 a?os de carrera. ¡°Si se paran las compras p¨²blicas, no existe nada. No tenemos v¨ªas de financiaci¨®n. Estamos en peligro de extinci¨®n, ya casi no editamos. Hemos pasado de hacer 15 a 6 libros al a?o¡±.
Almadia, otra de las grandes independientes, recuerda que estos programas educativos les ayudaron a despegar en 2008, cuando les compraron m¨¢s de 100.000 ejemplares de un solo libro. ¡°Nos ayud¨® mucho pero es una tendencia a la baja, lo que nos ha hecho separarnos de ese canal y fortalecer la distribuci¨®n en liberar¨ªas privadas. Pese a todo, est¨¢ siendo en a?o complejo¡±, afirma el director Guillermo Quijas.
Las librer¨ªas p¨²blicas ¡ªEducal y FCE¡ª han llegado a representar al menos el 30% de la facturaci¨®n de las editoriales independientes. Est¨¢n entre sus cinco clientes principales. Al sumar los programas adicionales, el Estado sol¨ªa convertirse en el primer comprador. Otra de esas palancas, el proyecto de ediciones de la Secretar¨ªa de Cultura, tambi¨¦n se ha visto mermado. Las editoriales denuncian que han pasado de tres t¨ªtulos a uno en los ¨²ltimos a?os. Desde el ¨¢rea responsable del programa, la Direcci¨®n General de Publicaciones (DGP), su directora Marina N¨²?ez sostiene que ¡°en el 2017 si cay¨® mucho el presupuesto, como en otros programas, pero este a?o se trata m¨¢s bien de que con los mismos recursos se alimentan otros proyectos¡±.
La DGP es otro de los organismos que est¨¢n en el aire ante una posible fusi¨®n de dependencias por parte del nuevo Gobierno. ¡°El problema que hay que atajar es lo poco profundo que es el mercado al tener tanto peso lo p¨²blico¡±, apunta Tom¨¢s Granados, director de una nueva editorial Grano de Sal, dedicada esencialmente a libros acad¨¦micos dirigidos a universidades. Entre los apuntes m¨¢s repetidos de las editoriales est¨¢n la implementaci¨®n de la ley del libro, con sanciones para quien se salte el precio ¨²nico, impulsos a la inversi¨®n privada v¨ªa beneficios fiscales como en otras industria como el cine, o el impulso a la exportaci¨®n que apenas supone el 7% de la facturaci¨®n total del segundo mercado m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica.
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