M¨¦xico, la pesadilla que no renuncia a la esperanza
EL PA?S organiza una mesa en la FIL de Guadalajara para hablar de los fantasmas que acechan a M¨¦xico en tiempos de cambio pol¨ªtico
M¨¦xico encara sus fantasmas una vez m¨¢s en medio de vientos de cambio. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara ha arrancado este s¨¢bado con el relevo del Gobierno mexicano en el horizonte. En una semana, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador asumir¨¢ finalmente la presidencia despu¨¦s de una larga transici¨®n de cinco meses. El pa¨ªs aguarda nuevas respuestas para sus a?ejos problemas: pobreza, violencia, corrupci¨®n, adem¨¢s de la perenne desigualdad. La promesa del futuro, aunque incierto, entra?a cierta esperanza respecto a la herencia que deja la Administraci¨®n de Enrique Pe?a Nieto. ¡°Ya estamos viviendo el peor de los fines posibles¡ Es muy dif¨ªcil pensar que pod¨ªamos estar peor¡±, ha apuntado el escritor Antonio Ortu?o en una mesa convocada por EL PA?S, en la que tambi¨¦n participaron el actor Diego Luna, la periodista Denise Maerker y la escritora Fernanda Melchor.
La incertidumbre se ha colocado como un factor que impide ver con claridad el inicio de la ¨¦poca L¨®pez Obrador. Cierto temor se ha instalado en el ambiente a pesar de que el contradictorio legado del PRI en M¨¦xico deja estabilidad econ¨®mica en el a?o m¨¢s violento de su historia y una apuesta por una agenda modernizadora en un pa¨ªs con 53 millones de pobres. Estos retos matizan las expectativas alrededor del mandato del Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional (Morena). ¡°Lo m¨¢s duro es el quiebre de la esperanza. As¨ª hemos vivido los mexicanos por siglos¡±, ha se?alado Melchor, autora de Temporada de huracanes (Random House, 2017).
Maerker cree que no hay una sola persona en M¨¦xico en condici¨®n de pobreza ¡°que tenga miedo¡± por lo que se avecina en el nuevo Gobierno porque ¡°lo que sea puede ser mejor¡±, dijo la conductora del principal informativo de Televisa en la mesa moderada por Javier Moreno, director de EL PA?S Am¨¦rica. ¡°La esperanza es c¨ªclica en M¨¦xico y el PRI fue el maestro de la esperanza. Cada seis a?os nos cambiaba de presidente para renovar ese ritual¡ Ahora L¨®pez Obrador ha asumido la responsabilidad total de lo que est¨¢ pasando para que se vaya generando esa esperanza¡±.
Diego Luna cree que la llegada de un Gobierno de izquierdas presenta tambi¨¦n una oportunidad para la sociedad civil. ¡°La pol¨ªtica la hacen los ciudadanos, no solo los pol¨ªticos¡±, ha dicho el actor. ¡°Lo peor que podemos hacer es quedarnos sentados durante los seis a?os del Gobierno. Esta ¨¦poca exige que nosotros nos involucremos porque si no, lo que suceder¨¢ puede ser una tragedia¡±, agreg¨® el cineasta, quien present¨® durante el proceso electoral El d¨ªa despu¨¦s, una iniciativa ciudadana para reducir la polarizaci¨®n pol¨ªtica y encontrar un territorio com¨²n para los votantes.
Los vicios del sistema mexicano son los que han desincentivado la movilizaci¨®n social. ¡°La historia de los movimientos sociales en M¨¦xico es la historia de la represi¨®n de los movimientos sociales. El Estado siempre ha funcionado para reprimir¡±, dice Ortu?o, en referencia a la disidencia de sectores como el m¨¦dico o el de los ferrocarrileros, que fueron aplastados cuando alzaron la voz en contra del partido hegem¨®nico, el PRI. ¡°Eso desalienta un poco la participaci¨®n social¡±, ironiza el autor de M¨¦jico. Y agrega: ¡°M¨¦xico es una pesadilla en la que se vive a gusto¡ Se crean microescalas en las que siempre est¨¢s encima de alguien m¨¢s¡±.
Eso ha hecho a los mexicanos ver con naturalidad la desigualdad ¡ª¡°?Es brutal aceptar que nos beneficiamos de ella!¡±, dijo Luna¡ª y, sobre todo, la corrupci¨®n. ¡°No es gen¨¦tica en los mexicanos, pero s¨ª es un aceite lubricante de la clase pol¨ªtica¡±, mencion¨® Maerker, quien calific¨® de ¡°revolucionaria¡± la propuesta de L¨®pez Obrador de confiar en los ciudadanos en el pago de impuestos y el fin de inspecciones a los negocios. ¡°No conozco un solo caso en el mundo donde eso haya funcionado, pero es creer en los dem¨¢s en una sociedad que desconf¨ªa del otro¡±.
Luna subray¨® que este mal no es un idioma com¨²n entre los mexicanos. ¡°Conozco algunas familias que, cuando hablamos de corrupci¨®n, no entendemos lo mismo¡±, afirm¨® el actor. Los l¨ªmites ¨¦ticos separan a alguien que da una mordida para conseguir un medicamento de un gobernador que desv¨ªa cientos de millones de d¨®lares para robar elecciones. ¡°Hay que ser muy cuidadosos de c¨®mo hablamos de la corrupci¨®n en el pa¨ªs porque el problema es la desigualdad, no la corrupci¨®n¡±.
La charla organizada por este peri¨®dico agreg¨® un nuevo fantasma a la colecci¨®n de espectros que inmovilizan al pa¨ªs. ¡°El Estado es un cascar¨®n vac¨ªo que se ha llenado de intereses criminales, empresariales¡Es una farsa en la que intereses particulares se disfrazan de intereses colectivos¡±, dijo Maerker. Ortu?o lo llam¨® un ¡°Estado zombie¡±, un muerto viviente que revive de vez en cuando con fuerza en un entorno de hiperviolencia. ¡°Es dif¨ªcil encontrar un caso de violencia en M¨¦xico en el no est¨¦n involucrados polic¨ªas o expolic¨ªas, militares o exmilitares, funcionarios o exfuncionarios¡Hay gente que si tiene puesto el uniforme es polic¨ªa y si no lo tiene, es sicario¡±, dijo el autor originario de Guadalajara. A pesar de todo esto, M¨¦xico es un pa¨ªs donde la esperanza se abre paso.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.