¡®Bohemian Rapsody¡¯ y el cine que no llega a Venezuela

Venezuela form¨® parte del selecto grupo de cuatro pa¨ªses por los que pas¨® Queen en su primera gira por Am¨¦rica Latina, en 1981. En M¨¦xico Freddie Mercury se puso un sombrero de charro con la equivocada intenci¨®n de generar empat¨ªa con el p¨²blico; en Brasil y Argentina, la banda tuvo que lidiar con las restricciones y la excesiva custodia policial de las dictaduras miliares; en Venezuela, se vendieron cinco funciones y dos tuvieron que ser suspendidas por el decreto de duelo nacional por la muerte del expresidente R¨®mulo Betancourt. Esa fue parte de la bit¨¢cora del The game tour de la agrupaci¨®n brit¨¢nica en la regi¨®n.

Hoy, 37 a?os despu¨¦s, Venezuela es uno de los poqu¨ªsimos pa¨ªses de la regi¨®n -junto con Cuba, Hait¨ª y algunas Antillas menores-, donde no lleg¨® Bohemian Rhapsody, uno de los estrenos m¨¢s esperados de 2018. La pel¨ªcula de Bryan Singer cuenta la emotiva historia del ¨ªcono del rock, encarnado por Rami Malek, y se ha convertido en un fen¨®meno no solo de taquilla sino tambi¨¦n medible en los millones de descargas musicales y el furor que ha generado.

No es el ¨²nico estreno mundial que el pa¨ªs sudamericano se ha perdido. Desde marzo de 2017, cuando el estudio 20th Century Fox decidi¨® retirarse del pa¨ªs por la imposibilidad de repatriar sus ingresos de forma legal por el control cambiario que rige desde hace 15 a?os, no se han proyectado en cine otros blockbusters de Hollywood. Algunos t¨ªtulos del cine independiente tampoco han llegado. Deadpool 2; Predator; The Shape of Water; Three Billboards Outside Ebbing, Missouri; Alien: Covenant; War of the planet of apes y Logan no llegaron a ser proyectadas en las salas venezolanas. X-Men: Dark Phoenix y X-Men: The New Mutants tampoco llegar¨¢n.

¡°Warner y Sony siguen estrenando sus pel¨ªculas, al igual que Disney, Universal y Paramount, que todav¨ªa tienen representaci¨®n local y siguen apostando al pa¨ªs, pero con el tema del control de cambio se hace muy dif¨ªcil repatriar el dinero de taquilla. Tambi¨¦n hay muchas pel¨ªculas independientes, no vinculadas a los grandes estudios de Hollywood, como Moonlight, que no pudieron distribuirse por el acceso a las divisas para poder remesar las regal¨ªas correspondientes a los diversos productores y para el pago de derechos de exhibici¨®n¡±, afirma Jos¨¦ Pisano, director general de la distribuidora cinematogr¨¢fica Blancica.

La reducci¨®n de la oferta cinematogr¨¢fica potencia la soledad en las salas de cine que ha generado la aguda crisis econ¨®mica que atraviesa Venezuela por cuenta de la hiperinflaci¨®n. Un boleto de cine cuesta entre 400 y 800 bol¨ªvares, dependiendo del tipo y calidad de la sala. Aunque al cambio de d¨®lar paralelo ser¨ªan entre 2 y 4 d¨®lares por entrada, para un venezolano que devenga un salario m¨ªnimo de 1.800 bol¨ªvares soberanos (hoy reducido a 5 d¨®lares mensuales por la hiperinflaci¨®n) implicar¨ªa gastar en una salida casi toda su remuneraci¨®n, que muchas veces ni siquiera alcanza para comprar comida.

Los n¨²meros de asistencia tambi¨¦n lo evidencian: en octubre solo 518.333 personas fueron al cine en Venezuela, una ca¨ªda que roza el 60% de los espectadores frente al 1.249.294 que hubo el mismo mes de 2017, seg¨²n cifras de la Asociaci¨®n de la Industria del Cine. ¡°En 20 a?os no hab¨ªamos tenido n¨²meros as¨ª¡±, acota Pisano.La Asociaci¨®n Venezolana de Exhibidores de pel¨ªculas ha aportado otros datos. Actualmente hay 70 complejos con 399 salas, el n¨²mero m¨¢s bajo desde el a?o 2009. Desde 2016 han cerrado 85 salas de cine.

Pisano, que tambi¨¦n es programador de las salas del Centro Cultural Trasnocho, en Caracas, enfocadas en cine de autor e independiente, se?ala que el apoyo de las embajadas ha sido fundamental para mantener una oferta regular de festivales con muestras de Espa?a, Alemania, Italia y Francia. Pero la ca¨ªda de la asistencia al cine preocupa, y no solo en t¨¦rminos de taquilla.

¡°Nos hemos tenido que reinventar colocando una entrada de cine accesible, aunque a veces se dificulte la operaci¨®n, y planificando actividades complementarias como cine-foros y ciclos especiales para de alguna manera mantener el h¨¢bito de ir al cine, que es algo muy complicado de retomar. En Chile, durante la dictadura de Pinochet, la gente dej¨® de salir y cost¨® mucho que la gente retomara el h¨¢bito de salir e ir al cine¡±.

Sin conciertos internacionales

La Venezuela que llen¨® tres veces el Poliedro de Caracas para ver a Queen qued¨® en los a?os 80. El pa¨ªs est¨¢ fuera del mapa de las giras de conciertos que pasan por Am¨¦rica Latina. Productoras de eventos musicales que sol¨ªan llevar a grandes artistas internacionales a Caracas y ciudades del interior, ya no contemplan al pa¨ªs dentro de las negociaciones debido a la inseguridad y la crisis econ¨®mica que atraviesa.

El negocio del espect¨¢culo, que funciona enteramente con base en el d¨®lar, encuentra poca rentabilidad en un pa¨ªs empobrecido y con dificultades para acceder a divisas. ¡°El ¨²ltimo artista que llevamos a Venezuela fue J Balvin en 2016. Luego quisimos hacer otros shows que lamentablemente no se dieron. Cuando haces un an¨¢lisis de costos te preguntas: ?A qu¨¦ precio tendr¨ªa que poner una entrada en bol¨ªvares y quienes est¨¢n en capacidad de pagarlo? ?Tiene sentido hacer el espect¨¢culo?¡±, dice Pedro Ledezma, gerente de Publicidad de Emporio Group, empresa con sede en Estados Unidos que llev¨® a Venezuela a artistas como Ricky Martin, Marc Anthony, Chayanne, Ricardo Arjona, as¨ª como espect¨¢culos de Broadway como Cats, adem¨¢s del Cirque du Solei.

En 2013 Beyonce y Aerosmith fueron las ¨²ltimas estrellas del pop y el rock internacional que visitaron Venezuela. Luego, en 2016, la cantante Joss Stone, que ambicionaba con recorrer todo el mundo con su Total World Tour, vino con un show especial para los catalogados por su equipo como ¡°pa¨ªses de alto riesgo¡±. ¡°Ella y su equipo cubrieron los gastos del concierto, y luego le donaron a una fundaci¨®n venezolana los 7.000 d¨®lares que gener¨® la taquilla¡±, recuerda Marco Santos, productor del espect¨¢culo.

Desde ese a?o el gobierno venezolano es el principal proveedor de espect¨¢culos masivos con artistas internacionales. La Alcald¨ªa de Caracas organiz¨® el Suena Caracas, un festival de m¨²sica que reuni¨® a importantes cantantes latinoamericanos. En el show completo se invirtieron dos millones de d¨®lares en 2015 y se presentaron bandas como El cuarteto de nos y los cantantes argentinos Charly Garc¨ªa y Fito P¨¢ez. Su edici¨®n 2016 fue postergada por la muerte de Fidel Castro. En ese mismo a?o, Cuba recibi¨® a los Rolling Stones en concierto, Madonna celebr¨® sus 58 a?os en sus playas y La Habana fue la pasarela de un desfile de Chanel. A finales de este mes, con una agravada crisis econ¨®mica, el festival del gobierno regresa a Caracas, pero con una reducida oferta. El merenguero dominicano Bonny Cepeda, con sus ¨¦xitos de los a?os ochenta, es lo m¨¢s destacado del cartel.