EL PA?S re¨²ne los libros de ¡®Yo fui a EGB¡¯

Jorge D¨ªaz y Javier Ikaz describen su despacho, en Bilbao, como una jugueter¨ªa. Han almacenado carteles, cromos, chucher¨ªas, mu?ecos¡­ objetos de los a?os 70 y 80 que forman parte de su infancia y adolescencia. Son los creadores de Yo fui a EGB, un fen¨®meno que comenz¨® en Facebook hace ocho a?os, compartiendo im¨¢genes de esos retazos de historia, y que hoy re¨²ne a m¨¢s de 1.300.000 seguidores en esa red social. Tienen incluso una gira musical con los ¨ªdolos de su ni?ez. Todos esos recuerdos est¨¢n recogidos en una colecci¨®n de cuatro libros, cuya primera entrega llega el pr¨®ximo domingo a los quioscos con EL PA?S a un precio especial de 9,95 euros. Los tomos, que han conquistado a quienes fumaban pitillos de chocolate y lloraban porque Marco no encontraba a su madre, est¨¢n disponibles tambi¨¦n en la web de Colecciones del diario.

La fiebre nost¨¢lgica empez¨® con una idea nocturna. ¡°Lo primero que surgi¨® fue el nombre: 'Yo fui a EGB¡± recuerda D¨ªaz, que relata que, aunque no ten¨ªan claro qu¨¦ iban a hacer, les pareci¨® que era un enganche perfecto. ¡°Te pod¨ªas sentir muy identificado, como pertenecer a una banda, puedes contestar f¨¢cilmente: yo tambi¨¦n¡±. Empezaron ese mismo d¨ªa con la p¨¢gina de Facebook.

M¨¢s all¨¢ de referencias a programas televisivos como La bola de cristal, cuyas im¨¢genes son accesibles en internet, buscan ¡°peque?as cosas olvidadas en nuestra memoria¡± que golpean con fuerza en cuanto se ven. As¨ª fue como su comunidad empez¨® a crecer de 30.000 en 30.000 seguidores.

Yo fui a EGB se apoya en la nostalgia del recuerdo de una ¨¦poca, en general, especialmente feliz: la infancia. Pero tambi¨¦n en las circunstancias espec¨ªficas de Espa?a hace 40 y 30 a?os, donde las elecciones de ropa, juguetes o comida eran m¨¢s escuetas que ahora. Estas generaciones est¨¢n llenas de ¡°costumbrismos compartidos¡±, como los define Ikaz. Todos han visto a Torrebruno, han comido maskis ¡ªaquellas l¨¢minas de caramelos masticables¡ª y compart¨ªan hojitas perfumadas o cromos de f¨²tbol.Est¨¢n adem¨¢s en la edad de ver hacia atr¨¢s, pues cuentan ya con la distancia suficiente para querer regocijarse en esos recuerdos y recuperar las referencias perdidas.

Gracias a que mantienen un contacto muy directo con sus seguidores, Ikaz y D¨ªaz han logrado, por ejemplo, caramelos Chimos ¡ªlos del agujero en medio¡ª, y han conocido a personas que coleccionan desde chicles hasta envases de yogures que ya no existen. Estos recuerdos comestibles son los favoritos de D¨ªaz; Ikaz prefiere los cromos y revistas. Le viene a la memoria su madre volviendo de la compra con los n¨²meros de Teleindiscreta: ¡°Es curioso porque est¨¢bamos enganchados a una revista de programaci¨®n televisiva, que en principio no es una lectura infantil, pero regalaban p¨®steres y pegatinas y hablaban de ¡®V¡¯ y ¡®El coche fant¨¢stico¡¯, cosas que nos gustaban¡±. Objetos y momentos que se han convertido en iconos de una ¨¦poca y que se pueden recordar con la colecci¨®n Yo fui a EGB.?