Veranos azules y fetiches de EGB

Con origen en la r¨¦plica del famoso barco de Chanquete y destino en el monumento dedicado a Antonio Mercero, la Ruta Nerja Verano Azul, guiada por un Miguel Joven ¡ªactor que encarnaba a Tito¡ª reciclado en peque?o empresario, es una propuesta singular dentro de la oferta tur¨ªstica de un pa¨ªs que no ha solido explotar el patrimonio de su cultura popular. La escritora Mercedes Cebri¨¢n decidi¨® afrontar el tour con actitud bastante m¨¢s receptiva que la del David Foster Wallace que, un buen d¨ªa, se embarc¨® en algo supuestamente divertido que jam¨¢s volver¨ªa a hacer.

¡°Estamos ya prenost¨¢lgicos porque se acaba el paseo, y tambi¨¦n algo cansados. Son m¨¢s de las doce y hemos recorrido las calles de Nerja bajo el calor pegajoso de agosto. Pegajosa es la propia nostalgia, que a ratos percibo como una sustancia a la que te enganchas y otras veces como la adicci¨®n en s¨ª que te lleva a consumir recuerdos con avidez¡±, escribe Cebri¨¢n en Verano azul. Unas vacaciones en el coraz¨®n de la Transici¨®n (Alpha Decay), el libro en el que ha destilado en forma de aguda cr¨®nica, totalmente libre de mal caf¨¦, su recorrido por la Ruta Nerja Verano Azul, reformulada como sinuosa pista de Scalextric a trav¨¦s de sus recuerdos personales ¡ª¡°Todo empez¨® en el sill¨®n de orejas de la casa de mi t¨ªa Candi. Mullido, tapizado de color blanco y caf¨¦ con leche corto de caf¨¦ y demasiado abrigado, casi como un sill¨®n de peluche¡±¡ª y de la memoria sentimental de toda una generaci¨®n. El volumen se enmarca dentro de un fen¨®meno editorial que ha encontrado una aut¨¦ntica mina en la explotaci¨®n de la nostalgia pop de un sector demogr¨¢fico que, conquistada la mediana edad, tiende a invertir parte de su poder adquisitivo en la recuperaci¨®n simb¨®lica de un para¨ªso perdido que quiz¨¢ no fue tal. Cebri¨¢n no puede evitar sumergirse en algunos momentos en lo que denomina ¡°la ba?era pringosa de la nostalgia¡±, pero su cr¨®nica ofrece una interesante lectura de la serie creada por Antonio Mercero en tanto que laboratorio de arquetipos, usos y costumbres para la generaci¨®n que llegar¨ªa a la mayor¨ªa de edad en democracia: ¡°Tengo la impresi¨®n de que la pandilla de Verano azul era la sin¨¦cdoque de lo que se deseaba que fuese el pueblo espa?ol¡±. Todo un salto cu¨¢ntico para un director que hab¨ªa dado sus primeros pasos televisivos en una serie ¡ªCr¨®nicas de un pueblo¡ª nacida para divulgar el Fuero de los Espa?oles.

Mercedes Cebri¨¢n ofrece una interesante lectura de la serie creada por Mercero como laboratorio de usos y costumbres

La memoria de Verano azul tambi¨¦n recorr¨ªa ¡®Cuento de Navidad¡¯ (2005), la entrega dirigida por Paco Plaza para la serie Pel¨ªculas para no dormir, en la que una pandilla de j¨®venes, evocadora de la de Mercero, abrazaba su lado oscuro en un singular juego de amor/odio con la nostalgia. Son abundantes los signos que dan fe de esta transformaci¨®n de la nostalgia en mercanc¨ªa rentable, desde mon¨®logos c¨®micos ¡ªEspinete no existe, de Eduardo Ald¨¢n?¡ª hasta espacios limbo, como ese cine Phenomena en Barcelona que une a su espectacular sistema de proyecci¨®n una inquietante condici¨®n de narc¨®tica casa de Circe, territorio ideal para vivir en unos eternizados a?os ochenta a resguardo de los peligros ¡ªpero tambi¨¦n de los hallazgos¡ª de la contemporaneidad.

El fen¨®meno editorial de la nostalgia pop cristaliza en manifestaciones diversas, pero tuvo su gran golpe de efecto con la aparici¨®n en 2013 de Yo fui a EGB (Plaza & Jan¨¦s) de Javier Ikaz y Jorge D¨ªaz, que ya ha alcanzado su 23? edici¨®n y abri¨® una serie que tendr¨¢ su cuarto volumen en noviembre. Proyecto nacido como p¨¢gina de Facebook y m¨¢s tarde transformado en blog, Yo fui a EGB ha conquistado las listas de ventas en forma de gu¨ªas visuales de iconos y fetiches de los a?os setenta y ochenta, extra¨ªdos tanto del repertorio de objetos de uso com¨²n ¡ªabunda el material escolar y las chuches surtidas¡ª como del imaginario de la cultura popular. El tono es invariablemente amable ¡ª¡°Siempre hemos dicho que queremos ser como cuando sonaba la sirena del recreo: un lugar donde olvidarse de los problemas¡±¡ª, privilegiando el reconocimiento puramente emocional frente a la vocaci¨®n enciclop¨¦dica.

Apelando a la nostalgia de una generaci¨®n anterior, Chiripitifl¨¢utico ?¡­es Don Jos¨¦! (Di¨¢bolo Ediciones), de Cruz Delgado S¨¢nchez y Jorge San Rom¨¢n, se impone la autoexigencia del rigor documental, diseccionando la g¨¦nesis, el desarrollo y los alrededores de un legendario programa infantil de la televisi¨®n blanquinegra. De lectura apasionante, el libro desmonta algunas leyendas pintorescas ¡ªesa desaparici¨®n que algunos ni?os malinterpretaron como la muerte de Locomotoro¡ª e ilumina otras insospechadas ¡ªla inquina que el General¨ªsimo amas¨® en torno al c¨®mico Joe R¨ªgoli¡ª, erigi¨¦ndose en perfecto equivalente local de la marcada voluntad exhaustiva con que se afrontan trabajos de este tipo en el mercado anglosaj¨®n. Pegajosa o seductora, la nostalgia quiz¨¢ sea el destino inevitable de toda generaci¨®n.

Verano azul: unas vacaciones en el coraz¨®n de la Transici¨®n. Mercedes Cebri¨¢n. Alpha Decay. Barcelona, 2016. 160 p¨¢ginas. 15,90 euros.

Yo fui a EGB. Javier Ikaz y Jorge D¨ªaz. Plaza & Jan¨¦s. Barcelona, 2013. 256 p¨¢ginas. 18,90 euros.

Chiripitifl¨¢utico ?¡­es Don Jos¨¦! Cruz Delgado S¨¢nchez y Jorge San Rom¨¢n. Di¨¢bolo Ediciones. Madrid, 2013. 230 p¨¢ginas. 18,95 euros.