Los toros del Conde de la Maza conocen la gloria despu¨¦s de muertos
La desaparici¨®n del hierro ganadero, una decisi¨®n l¨®gica y lamentable para la fiesta
Hace unos a?os, un pol¨ªtico andaluz, fundador y l¨ªder de un partido autonomista ya desaparecido, se lamentaba: ¡°Si todos lo que me animan y felicitan por la calle me votaran, yo ser¨ªa presidente de la Junta¡±.
Leopoldo Sainz de la Maza y sus seis hermanos y hermanas, propietarios del hierro ganadero de Herederos del Conde de la Maza, han decidido poner punto y final a su trayectoria como criadores de toros bravos. Las redes sociales no han tardado en inundarse de mensajes de apoyo y solidaridad con el ganadero. ¡°Hoy es un d¨ªa muy triste para el aficionado¡±, dec¨ªa uno; ¡°la fiesta est¨¢ de luto¡±, apuntaba otro; ¡°perdemos todos¡±, ¡°desaparece un trocito gen¨¦tico del campo bravo¡±, ¡°las figuras lo han arrinconado¡±, ¡°se va un hierro de leyenda¡±, y as¨ª numerosos testimonios de pesar ante la que, ciertamente, no es una buena noticia para la tauromaquia.
Pero el mejor titular, sin duda, lo ha ofrecido el propio ganadero: ¡°Aqu¨ª hay que morirse para que te valoren. Antes no me quer¨ªa nadie, y ahora todos dicen ¡®pobrecito¡¯; parece una broma¡±.
La verdad es que si la mitad de quienes, ¡ªde buena fe, sin duda¡ª, lamentan ahora la eliminaci¨®n de los toros del Conde de la Maza hubieran acudido a la plaza cuando se anunciaban en un cartel, la ganader¨ªa estar¨ªa viva y coleando.
¡°Qu¨¦ dif¨ªcil es que se mantenga una ganader¨ªa con varios herederos¡±
?Qu¨¦ ha pasado? Simple y llanamente, y as¨ª lo ha reconocido Leopoldo Sainz de la Maza, se trataba de un mal negocio, que cada a?o daba p¨¦rdidas a la sociedad. (¡°Qu¨¦ dif¨ªcil es que se mantenga una ganader¨ªa con varios herederos¡±, apuntaba un aficionado en las redes sociales). No era productiva, en una palabra, y la mayor¨ªa de los hermanos han decidido acabar de una vez con la sangr¨ªa que, durante los ¨²ltimos a?os, han mantenido como homenaje de respeto al abuelo, que cre¨® el hierro en 1953, y a su padre, verdadero impulsor de la iniciativa.
Pero no es la primera ni la ¨²ltima empresa que cierra, aunque resulte dolorosa la eliminaci¨®n de un encaste propio, creador de un determinado tipo de toro de imponente trap¨ªo, astifinos pitones y sorprendente e irregular comportamiento.
?Qu¨¦ ha pasado? ?Ha fallado el producto o ha cambiado el gusto del cliente?
¡°La bravura es un mal negocio¡±, ha dicho el ganadero a modo de justificaci¨®n. No tiene raz¨®n. Sus toros, con raras excepciones, no eran bravos. Valga como un simple ejemplo la corrida que lidi¨® el 12 de julio de 2015 en la Feria de San Ferm¨ªn, a la que volv¨ªa tras 34 a?os de ausencia. Contaron las cr¨®nicas que los ejemplares lidiados lucieron una excelente presentaci¨®n, y destacaron sobradamente por su mansedumbre, su falta de casta, su dureza y extraordinarias complicaciones. Afortunadamente, tuvieron un noble comportamiento en el encierro matinal y la carrera se sald¨® sin heridos por asta de toro y solo hubo algunos contusionados.
Es cierto, como el ganadero asegura, que muchos periodistas ¡ªel que firma este blog es uno de ellos¡ª ¡°han largado de esta casa sin piedad¡±; pero es que sus toros han dado sobrados motivos, con excepci¨®n, eso s¨ª, de aquel bravo y encastado sobrero de nombre Farrucoso, que sali¨® al ruedo de la Maestranza el d¨ªa del Corpus de 2014 y propici¨® que Pepe Moral paseara las dos orejas.
La ganader¨ªa del conde pas¨® de lidiar siete corridas y cuatro novilladas en 2002 a estar pr¨¢cticamente ausente de todas las ferias importantes ¡ªSevilla y Madrid entre ellas¡ª en las ¨²ltimas temporadas. Y una raz¨®n de peso es que el producto no ofrec¨ªa las m¨ªnimas garant¨ªas para la lidia. El genio, la ausencia de casta y un comportamiento por lo general muy deslucido han restado prestigio al hierro que, en verdad, no contaba hace tiempo entre los deseados por los aficionados.
Ha fallado el producto (el toro) y ha cambiado el gusto de los clientes
Conclusi¨®n: ha fallado el producto, aunque toda opini¨®n es subjetiva.
Y ha cambiado, tambi¨¦n, el gusto del cliente.
Afirma el ganadero que la fiesta de los toros se ha convertido ¡°en algo anodino y previsible, y va para atr¨¢s¡±. Y a?ade que la est¨¦tica es importante en una fiesta basada en la emoci¨®n y el riesgo, pero no todo. ¡°Hay toreros ¡ªconcluye¡ª que lo basan todo en la est¨¦tica, y as¨ª esto se cae solo¡±.
Claro que s¨ª; esa es la consecuencia de que los espectadores de ocasi¨®n, ¡ªtodos los que acuden a una plaza como quien va a un acto social y con el objetivo de rentabilizar en orejas el precio de la entrada¡ª, superen en n¨²mero a los aficionados. Y ya se sabe: cuando no hay exigencia mandan e imponen sus caprichos las figuras del toreo.
¡°Los toreros torean lo que quieren¡±, a?ade el conde de la Maza; ¡°y los empresarios compran lo que compran¡±.
Pues, s¨ª. Las figuras han huido y huyen de los toros que huelen a fiereza y astifinas cabezas; pero tambi¨¦n los diestros lidiadores prefieren aquellas divisas duras que, al menos, estad¨ªsticamente, ofrezcan alguna posibilidad de triunfo. Y la del se?or conde no estaba ya entre estas.
La fiesta no est¨¢ de luto porque desaparezca la ganader¨ªa del Conde de la Maza. Est¨¢ empobrecida, eso s¨ª, por una lamentable p¨¦rdida. La fiesta est¨¢ de negro riguroso porque se mantienen otras ganader¨ªas, dise?adas al dictado de quienes est¨¢n empe?ados en hacer de la fiesta de los toros un rid¨ªculo baile ante un animal enfermizo y con andares ovinos.
¡°?Vaya marr¨®n que te has quitado de encima!¡±, le ha sentenciado un amigo al ganadero.
Pues no le ha dicho m¨¢s que el evangelio. Am¨¦n.
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