El arte de convertir la tradici¨®n en vanguardia

En el Puerto de Santa Mar¨ªa, donde confluyen los vientos del Mediterr¨¢neo y del Atl¨¢ntico, se levantan las bodegas Osborne, emblema del saber hacer artesanal desde hace m¨¢s de dos siglos. Aqu¨ª ha citado Roc¨ªo Osborne, sexta generaci¨®n de la familia bodeguera, a los hermanos Mar¨ªa y Felipe Conde, cuarta generaci¨®n de luthiers de la familia Conde, fabricantes de algunas de las guitarras m¨¢s apreciadas del mundo.

Juntos han emprendido un viaje fascinante de descubrimiento mutuo en el que la madera adquiere un ins¨®lito protagonismo. Es una materia esencial en el oficio de ambos: los Conde utilizan piezas con m¨¢s de 30 a?os de secado para garantizar la excelencia de sus guitarras y los Osborne, botas que llevan 20 a?os envejeciendo vino de Jerez para albergar finalmente su joya de la corona, el brandy Carlos I.

Carlos I 1520

Mezcla artesanal de tres soleras centenarias de Osborne, tiene aromas de maderas nobles muy viejas y finas notas especiadas. Solo hay 4.281 unidades.

Tras visitar a los hermanos Conde en su taller de Madrid, Roc¨ªo hoy quiere mostrarles de primera mano el mimo que se pone en la elaboraci¨®n de este preciado destilado. Recorremos con ellos los pasillos custodiados por incontables filas de botas de roble americano donde reposa durante a?os Carlos I antes de ser cuidadosamente embotellado. ¡°Este olor a vinos de Jerez y a madera es el mismo que cuando me perd¨ªa por aqu¨ª de ni?a junto a mis primos jugando al escondite¡±, rememora c¨®mplice.

Roc¨ªo les muestra el sistema de a?ejamiento de Criaderas y Solera que hace ¨²nico a Carlos I. Arriba est¨¢n las botas con los aguardientes m¨¢s j¨®venes y en la base, la Solera, donde reposan los l¨ªquidos m¨¢s a?ejos del que se obtendr¨¢ el producto final. Mediante un proceso artesanal conocido como "saca y roc¨ªo", los l¨ªquidos de las distintas botas de las Criaderas se van mezclando hasta llegar a la Solera. Es un procedimiento largo y reposado, ejecutado con la maestr¨ªa que dan m¨¢s de doscientos a?os de experiencia. ¡°Muchas veces la mezcla final lleva un 1% de una bota con 50 a?os de antig¨¹edad¡­ Es una cifra aparentemente anecd¨®tica, pero le da a Carlos I ese toque de complejidad, madurez y sofisticaci¨®n que tiene una solera tan antigua; la chispa que redondea el producto final¡±, relata.

Los hermanos Conde encuentran un nuevo nexo de uni¨®n entre ambas tradiciones. ¡°Nos llama la atenci¨®n que utilic¨¦is tambi¨¦n la palabra ¡®solera¡¯. Nosotros la usamos para referirnos a la base con la cual se da la curvatura de la guitarra. El fondo y las tapas, que son las que se doman, se asientan siempre sobre la solera para trabajarlas. Es un elemento b¨¢sico en nuestro trabajo, porque es la solera de cada constructor la que marca la diferencia¡±. Cuentan que antes de arrancar con una guitarra piensan todo el proceso, comprando herramientas espec¨ªficas con las que trabajar. De igual manera que en la toneler¨ªa, algo as¨ª como el ¡®taller¡¯ de Osborne, donde continuamos la visita, se afanan los expertos toneleros en arreglar con instrumentos espec¨ªficos de lo m¨¢s variado cada bota que se ha deteriorado con los a?os.

Ambos est¨¢n de acuerdo en que el saber tradicional y las t¨¦cnicas artesanales no est¨¢n re?idos con la innovaci¨®n y experimentaci¨®n. En la propia sede de Osborne disponen de una sala con vinos de Jerez de diferentes tipos, vejez y por tanto cualidades organol¨¦pticas, as¨ª el maestro mezclador puede trabajar en la creaci¨®n de mezclas novedosas. Roc¨ªo explica esta apuesta con un ejemplo: ¡°Parte de la innovaci¨®n est¨¢ en rescatar cosas del pasado. Para elaborar Carlos I seguimos apostando por la artesan¨ªa, de este modo conservamos todas sus notas arom¨¢ticas. Cuando decidimos crear las variantes Carlos I Amontillado y Carlos I Pedro Xim¨¦nez partimos de nuestra propia historia. Para el primero seleccionamos botas de la solera de nuestro vino Amontillado La Honda, una solera que data de 1857. Maderas simplemente irremplazables. En el caso de Carlos I Pedro Ximenez, su aterciopelado sabor se debe a la solera del vino de Jerez Pedro Xim¨¦nez Viejo, fundada en 1902 alberga uno de los Pedro Xim¨¦nez de mayor prestigio mundial. Puede parecer contradictorio, pero el uso de estas botas tan antiguas es el que nos permite seguir innovando para dotar a Carlos I de un sabor y cuerpo que lo hacen ¨²nico¡±, reivindica. Con esta forma de trabajar ¨²nica han logrado que su majestuoso brandy Carlos I traspase fronteras para seguir conquistando nuevos escenarios.