Pe?as y clubes taurinos, el alma (comprometida) de la fiesta
Llodio, Lorca y Tarazona de la Mancha, tres referentes de la implicaci¨®n de los aficionados
Llodio es una localidad alavesa de 18.000 habitantes, donde no se celebran festejos taurinos desde 2016. Hace 37 a?os se cre¨® el Club Taurino Mazzantini, que cuenta en la actualidad con 320 socios, y ha sido el responsable de la organizaci¨®n de las tres novilladas de la feria local de San Roque en dos etapas temporales distintas. Hoy, cuando la pol¨ªtica ha conseguido suprimir los toros, la afici¨®n sigue intacta merced a la iniciativa y el tes¨®n de un grupo de incondicionales que trabaja para que no se pierdan definitivamente los recuerdos felices del ¡®veneno¡¯ taurino.
El grave terremoto que sufri¨® la ciudad murciana de Lorca el 11 de mayo de 2011 produjo serios da?os en la plaza de toros, de propiedad privada, y acab¨® con los festejos en la localidad. A mediados del pasado a?o, el Ayuntamiento compr¨® el inmueble por 1,3 millones de euros, y hace unos d¨ªas acaba de anunciar el Gobierno auton¨®mico que invertir¨¢ 1,7 millones de euros en su rehabilitaci¨®n a fin de convertirlo en un edificio multiusos que albergar¨¢ un museo, instalaciones de atenci¨®n al ciudadano y servicios de hosteler¨ªa, y donde se celebrar¨¢n actos culturales, deportivos, musicales y, por supuesto, taurinos. El Club Taurino de Lorca, nacido en 1996 y revitalizado en 2015 por un grupo de j¨®venes aficionados y que hoy integra a 450 socios, es uno de los responsables de que la plaza vuelva a tener vida. Incansable y meritoria ha sido su labor ante las autoridades para que la rehabilitaci¨®n de un edificio emblem¨¢tico sea hoy una esperanzada realidad.
Seis mil son los habitantes de Tarazona de la Mancha (Albacete) y 470 los miembros de su pe?a taurina. Ellos son el alma de las dos corridas de toros que se celebran en feria, a las que llegan con el ¨¢nimo por las nubes despu¨¦s de las jornadas culturales anuales -que consideran entre las m¨¢s importantes que se celebran en Espa?a- y las visitas a ganader¨ªas consideradas toristas.
Llodio, Lorca y Tarazona de la Mancha no son m¨¢s que tres botones de muestra de miles de pe?as y clubes taurinos que, con mayor o menor, fortuna, funcionan en Espa?a. Pero todos ellos son, sin duda, los que, de verdad, mantienen encendida la llama de la afici¨®n. Quiz¨¢, su trabajo an¨®nimo sea desconocido para la mayor¨ªa, pero estas agrupaciones de aficionados son el alma comprometida de la fiesta.
¡°?Acaso se ha notado en algo que los toros hayan pasado a Cultura?¡±
Mientras tanto, el sector taurino -empresarios, ganaderos, apoderados y la mayor¨ªa de los toreros- dormita el sue?o invernal, alejado del toro y la plaza, unos contando las ganancias de un a?o insatisfactorio -seguro- en la taquilla, y otros rumiando su mala suerte por los festejos que no despertaron inter¨¦s en el p¨²blico, corridas que tuvieron que vender a precio de saldo, la agenda de papel ajada en la b¨²squeda infructuosa de carteles so?ados y una cuenta bancaria vac¨ªa de fondos despu¨¦s de una temporada en blanco pero sufrida en cuerpo y alma y con el coraz¨®n en vilo ante unos pocos toros de astifinas defensas y aviesas intenciones en plazas de tercera¡
Mientras algunos taurinos descansan con motivo y otros rumian por obligaci¨®n, se apagan las luces de la fiesta y algunos toreros viajan a Am¨¦rica para hacer una campa?a que ha perdido todo el encanto y prestigio de anta?o, muchos aficionados desarrollan un trabajo incansable para que la tauromaquia siga siendo una ilusi¨®n cargada de esperanza.
F¨¦lix Rodr¨ªguez, presidente del Club Taurino de Llodio, cuenta con orgullo c¨®mo el club local naci¨® en 1981 con el objetivo de gestionar, con la colaboraci¨®n econ¨®mica del Ayuntamiento, las tres novilladas de feria ante el reiterado fracaso de los empresarios taurinos. As¨ª lo hicieron hasta 1995, cuando el consistorio de turno les plante¨® una tesitura inaceptable: a partir de entonces, las ganancias ser¨ªan para el Ayuntamiento, y las p¨¦rdidas, para el club.
Pero los mun¨ªcipes volvieron a llamar a las puertas del club en 2008 por el mismo motivo (el fiasco empresarial) y objetivo (revitalizar los festejos). Y la experiencia dur¨® hasta 2012. La autoridad, poco proclive al mantenimiento de los festejos, exigi¨® que el club se convirtiera en empresa, y ah¨ª acab¨® el compromiso de los aficionados.
Como pretend¨ªa el partido gobernante, ya no hay festejos, pero sigue el club. Organizan cada a?o una semana cultural, un concurso de relatos taurinos, un concierto de pasodobles y excursiones all¨¢ donde hay ganader¨ªas y corridas. Y los socios pagan 10 euros al a?o¡
Veinte euros pagan los mayores de 30 a?os en el Club Taurino de Lorca; quince los menores de esa edad y gratis el resto. Su presidente, Juan Coronel, est¨¢ al frente de una joven junta directiva henchida de ilusi¨®n. Asegura que ha resurgido la afici¨®n gracias a las actividades que organizan y a la estela de los diestros locales Pep¨ªn Jim¨¦nez, ya retirado, y Paco Ure?a. Precisamente, el pasado d¨ªa 2 celebraron una gala en la que entregaron la medalla de oro del club a Jim¨¦nez, y trofeos a Octavio Chac¨®n, a los novilleros Adrien Salenc y Jorge Mart¨ªnez (sin caballos) y a la ganader¨ªa de Puerto de San Lorenzo como los m¨¢s destacados de la temporada. Y todos brindaron por que se cumplan los plazos, y la plaza de toros de Lorca abra sus puertas de nuevo en la primavera de 2020.
¡°La afici¨®n est¨¢ muy callada y es conformista en exceso¡±
Isidoro Ruiz, presidente de la pe?a taurina de Tarazona, no tiene esos problemas, pero su activismo taurino le hace vivir con pasi¨®n su militancia. ¡°Nunca hemos participado en las gesti¨®n de los festejos¡±, afirma, ¡°y nos gustar¨ªa que se nos pidiera opini¨®n; solo nos llaman para utilizarnos, cuando los carteles est¨¢n ya confeccionados, y digamos ¡®s¨ª, bwana¡¯.
A su juicio, el momento que atraviesa la fiesta de los toros es ¡°mal¨ªsimo por culpa del propio sector¡±. ¡°?Se ha notado en algo, se pregunta, que la tauromaquia haya pasado del Ministerio del Interior a Cultura?¡± ¡°?Ha repercutido en el precio de las entradas la bajada del IVA?¡±. Cree Isidoro Ruiz que la fiesta tendr¨¢ futuro si la Administraci¨®n y los profesionales ¡°escuchan con m¨¢s atenci¨®n al aficionado y se establece un colegio de presidentes que dignifique el desarrollo de los festejos¡±.
¡°Est¨¢ complicada la fiesta¡±, opina F¨¦lix Rodr¨ªguez, ¡°pero vamos a pensar que tiene futuro¡±. A su juicio, las figuras deber¨ªan aceptar una rebaja en sus emolumentos que abarata el precio de las entradas; al mismo tiempo, considera imprescindible que se acometa una reestructuraci¨®n de los festejos menores, de modo que disminuya el coste de las novilladas sin caballos.
Juan Coronel, por su parte, estima que ¡°es necesario un mayor compromiso por parte de todos para que se ofrezcan carteles que, de verdad, interesen al aficionado¡±. ¡°Hay que exigir a los toreros que lidien todo tipo de ganader¨ªas¡±, insiste; ¡°al empresario, innovaci¨®n, y un mayor compromiso a los aficionados¡±.
¡°La afici¨®n est¨¢ muy callada y es conformista en exceso; si huye de las plazas en lugar de reivindicar sus derechos la ¨²nica perjudicada es la tauromaquia¡±, concluye.
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