Aventuras y amor prohibido en un mundo de criaturas fant¨¢sticas
Brujas, demonios y vampiros conviven en la serie que adapta las novelas de 'El descubrimiento de las brujas'
Humano, bruja, vampiro, demonio. Este es el juego con el que Deborah Harkness, profesora de la Universidad del Sur de California y bloguera de vinos, se sol¨ªa entretener cuando iba por la calle. Pensar quien pod¨ªa ser qu¨¦ entre quienes se cruzaba a diario. Su juego cobr¨® otra dimensi¨®n cuando escribi¨® la primera novela, El descubrimiento de las brujas (2011), de lo que se convertir¨ªa en la trilog¨ªa Todas las almas. Su salto a la pantalla en tiempos de Harry Potter, Crep¨²sculo o Animales fant¨¢sticos estaba cantado, y ahora Sky emite la primera temporada de la serie en Espa?a. "Mi deseo era llevar las aventuras de Diana Bishop a la pantalla pero cuando Jane Tranter se sent¨® a hablar de la adaptaci¨®n no dud¨¦ que la televisi¨®n era el medio", recuerda Harkness.
Tranter es una hist¨®rica productora de la televisi¨®n brit¨¢nica. Su trayectoria incluye, entre los t¨ªtulos m¨¢s recientes, series como The Night Of o Succession. Y la compa?¨ªa que la apoya es Bad Wolf, detr¨¢s de Doctor Who. Un buen comienzo que continuar¨ªa por el mismo camino de calidad con un reparto que incluye a Teresa Palmer, Matthew Goode o Alex Kingston.
La clave del ¨¦xito es la historia y las aventuras de una joven bibliotecaria que esconde su pasado familiar y se enamora de un cient¨ªfico que trata de ocultar su condici¨®n de vampiro en un mundo en el que existe racismo entre especies. El ¨¦xito de su primera entrega le ha supuesto ya la renovaci¨®n por dos temporadas m¨¢s. Como sostiene Harkness, tambi¨¦n guionista, su serie es mucho m¨¢s que una historia de amor adolescente. "En el d¨ªa a d¨ªa se nos pide que seamos normales, que suprimamos lo que nos hace diferentes. Y yo quiero hablar de las diferencias. Del hecho de que todos llevamos un h¨¦roe en nuestro interior pero tambi¨¦n un demonio", resume.
La autora no habla de manera figurada. M¨¢s de uno en El descubrimiento de las brujas lleva el demonio dentro mientras humanos y otras criaturas se pelean por el libro de encantamientos con el que ha dado la protagonista. En ¨¦l puede estar la clave del futuro de todas las especies o su extinci¨®n. "El libro es como los manuscritos del Mar Muerto o el arca de la Alianza y nos puede ense?ar c¨®mo se desarroll¨® la raza humana", describe el actor Owen Teale, cuyo personaje est¨¢ obsesionado con dar con ese volumen. "O c¨®mo acabar con el resto de las especies", concluye la frase Palmer, cuyo personaje desciende de una estirpe de brujas aunque ella lo que querr¨ªa es ser normal.
Pero, por encima de todo, El descubrimiento de las brujas gira en torno a la historia de un amor prohibido entre una bruja y un vampiro, una relaci¨®n de la que todos desconf¨ªan. Pero tambi¨¦n muestra una total libertad sexual cuando se trata de la misma especie, como demuestran Sarah y Emily, ambas brujas y guardianas de la protagonista, una pareja del mismo sexo interpretada por las actrices Alex Kingston y Valarie Pettiford. "Mostramos los mismos problemas de nuestra sociedad pero en otro entorno", resumen las actrices.
Bajo todo este trasfondo, El descubrimiento de las brujas quiere ser una serie de aventuras que tiene a Palmer entusiasmada haciendo sus propias escenas de acci¨®n colgada de cables. Le gusta tanto que si pudiera elegir en la vida real, asegura, ser¨ªa bruja. La escritora prefiere quedarse como humana. "Somos mucho m¨¢s resistentes de lo que parecemos", concluye.
El peso de los libros
El libro en el centro de El descubrimiento de las brujas es producto de la mente de la escritora Deborah Harkness? y las manos del dise?ador de producci¨®n James North. Pero para conferirle autenticidad, Harkness y Teresa Palmer pasaron d¨ªas en la biblioteca Bodleian, una de las m¨¢s extensas en el Reino Unido y fielmente reproducida en la serie, lugar donde la actriz aprendi¨® a manejar vol¨²menes descatalogados y otras antig¨¹edades. La atenci¨®n al detalle en El descubrimiento de las brujas lleg¨® hasta tal punto que pese a que la norma en series brit¨¢nicas es rodar en localizaciones reales, esta cont¨® con escenarios construidos en Cardiff para la saga. Entre ellos est¨¢ la casa de Sarah y Emily. "El sal¨®n se convirti¨® en el lugar de encuentro. Todos par¨¢bamos all¨ª entre tomas. Cuando ten¨ªamos que rodar, hab¨ªa que echarlos a todos", recuerda la actriz Valarie Pettiford.
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