Grietas en el estado del bienestar
Christoffer Boe ha sido capaz de insuflar de estilo propio y de su caracter¨ªstica potencia visual a un producto manufacturado en serie
En Espa?a no se lleg¨® a estrenar comercialmente, pero algunos de los que la agarramos en alg¨²n festival nunca olvidaremos (y ahora guardamos una copia en casa como oro en pa?o) la magia, la est¨¦tica y el estilo narrativo de la danesa Reconstruction, C¨¢mara de Oro la mejor primera pel¨ªcula en el Festival de Cannes del a?o 2003. Desde entonces, la carrera de Christoffer Boe, el autor de aquella obra inolvidable, fue decayendo en trascendencia y reconocimiento con sucesivos trabajos cada vez menos creativos, hasta llegar a Expediente 64: los casos del departamento Q, cuarta entrega de una serie de producciones danesas basadas en novelas negras de Jussi Adler-Olsen. Un trabajo de encargo que, en principio, y antes de su visi¨®n, no hablaba demasiado bien de su posible recuperaci¨®n como el autor de importancia en el cine europeo que se vislumbr¨® con aquel debut.
EXPEDIENTE 64: LOS CASOS DEL DEPARTAMENTO Q
Direcci¨®n: Christoffer Boe.
Int¨¦rpretes: Nicolaj Lie Kaas, Fares Fares, Anders Hove, Fanny Bornedal.
G¨¦nero: thriller. Dinamarca, 2018.
Duraci¨®n: 119 minutos.
Sin embargo, vista la pel¨ªcula, Boe ha sido capaz de insuflar de estilo propio y de su caracter¨ªstica potencia visual a un producto manufacturado en serie que, en comparaci¨®n con las anteriores pel¨ªculas de la saga, asciende un buen escal¨®n. Y no solo por la labor de Boe, ya que el relato de Adler-Olsen, pese a sus excesivas truculencias finales, contiene esta vez suficientes aspectos de inter¨¦s alrededor de las presuntamente paradisiacas sociedades escandinavas.
Con elementos y personajes caracter¨ªsticos del thriller conspiranoico de los a?os setenta, y ese esencial matiz de la novela negra n¨®rdica (que ya aparec¨ªa, por ejemplo, en la primera entrega de Millennium), capaz de llevar a la reflexi¨®n sobre los vestigios m¨¢s sangrantes de la historia de pa¨ªses como Suecia, Dinamarca y Noruega, particularmente el nazismo, en sus impolutas sociedades actuales, Expediente 64 se hace fuerte a partir de su crueldad visual y de la complejidad de los paralelismos dram¨¢ticos.
Y aunque quiz¨¢ sea excesivo que todos los personajes, incluyendo a los dos polic¨ªas protagonistas de la serie, tengan en su historial personal dramas relacionados con la trama principal (abortos, esterilizaciones y tratamientos de fertilidad), la pel¨ªcula est¨¢ contada con solidez y abunda en un secreto a voces: las grietas totalitarias en la otrora perfecta sociedad del bienestar del Norte de Europa, sus oscuras desviaciones, y el miedo de cierta gente del primer mundo a que su universo de homogeneidad cultural, social y econ¨®mica se vea trastocado por elementos ¡°moralmente indeseables¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.