Leer a Steinbeck para entender al votante de Trump

Ethan Allen Hawley es un buen tipo. La clase de tipo que bromea todo el tiempo y hasta mantiene largas y rid¨ªculas charlas con setters de camino al trabajo. Ethan trabaja en la tienda de Fruta y Comestibles Finos Marullo. Es su ¨²nico dependiente. Hubo un tiempo en que Ethan fue su propietario. Pero luego dej¨® de serlo. Ahora trabaja para un italiano, y eso es algo que a veces no puede soportar. ?l, norteamericano, descendiente de capitanes balleneros y peregrinos del Mayflower ¨C los primeros colonos brit¨¢nicos en pisar suelo americano ¨C, cree que merecer¨ªa algo mejor, pero ha aprendido a conformarse. Ha hecho algo m¨¢s que conformarse. Ha convertido su vida en un peque?o carrusel de modesta diversi¨®n. A veces, hasta recita odas a las latas de conserva.

Ethan Allen Hawley es uno de esos honrados y encantadores personajes de John Steinbeck, el ¨²ltimo de todos ellos, a los que el dinero convierte en peque?os monstruos infelices. Protagonista de su ¨²ltima novela, El invierno de mi desaz¨®n (N¨®rdica), se dir¨ªa que, hoy, cuando se cumplen 50 a?os de su muerte, 50 a?os de la desaparici¨®n del ¨²ltimo escritor que quiso creer en el sue?o americano pero que, consciente de sus consecuencias, erigi¨® una poderosa, aunque a menudo maltratada, obra a modo de advertencia, describe como pocos lo que est¨¢ pasando en Estados Unidos. Lo que, se dir¨ªa, lleva pasando desde que la sola idea de ser algo m¨¢s y mejor, sin importar c¨®mo y apelando a un pasado m¨¢s o menos glorioso, se instal¨® en aquellas tierras.

Steinbeck confiesa haber escrito 'El invierno de mi desaz¨®n' por la situaci¨®n de decadencia moral y corrupci¨®n en la que se encontraba su pa¨ªs

¡°Steinbeck asisti¨® a las consecuencias de la Gran Depresi¨®n en la sociedad norteamericana, y las document¨®. Y sigui¨® comprometido con la realidad de su tiempo; de hecho confiesa que escribe El invierno de mi desaz¨®n por la situaci¨®n de decadencia moral y corrupci¨®n en la que se encontraba su pa¨ªs¡±, dice Diego Moreno, su editor en Espa?a. Steinbeck, nacido en California en 1902, creci¨® en un peque?o pueblo, un asentamiento fronterizo, sobre una de las tierras m¨¢s f¨¦rtiles del mundo. De adolescente, pas¨® sus veranos trabajando en ranchos cercanos con inmigrantes atra¨ªdos por la idea de que todo all¨ª era posible. Y se dir¨ªa que fueron aquellos veranos los que sembraron en la mente del futuro escritor la idea de que el dinero, en tanto que fin que todo lo justifica, todo lo corrompe. ¡°Steinbeck analiza lo que pasa por la cabeza de Ethan Allen Hawley, nos muestra el cambio de actitud moral que hace posible un discurso como el de Donald Trump y otros similares en Am¨¦rica Latina y Europa¡±, a?ade Moreno.

M¨¢s informaci¨®n

El invierno de mi desaz¨®n

Los tiempos de la ira

Como alguien que vivi¨® intensamente el siglo XX (muri¨® en 1968; volvi¨® de la Segunda Guerra Mundial con metralla en el cuerpo, cuando s¨®lo hab¨ªa viajado como corresponsal, y pis¨® las trincheras de Vietnam junto a uno de sus hijos) y radiografi¨® las consecuencias de la debacle del capitalismo y su feroz resurgir ¨C en los a?os que pasan desde la publicaci¨®n de Las uvas de la ira (1939) a El invierno de mi desaz¨®n (1961: justo un a?o antes de que le concedieran el pol¨¦mico Nobel), Estados Unidos pasa de la crisis econ¨®mica a un crecimiento en el que la corrupci¨®n jug¨® un papel esencial ¨C, Steinbeck se anticip¨®, al dar forma a una historia ¨C la de la inestabilidad del sistema ¨C condenada a repetirse, a todo lo que estaba por venir. Incluido el Make America Great Again.

Tal y como apunta Diego Moreno: ¡°Uno de los temas centrales de la obra de Steinbeck es el c¨®mo afectan los cambios en el sistema econ¨®mico al ciudadano medio, que es el termina votando a Trump¡±. ?O no podr¨ªa haber sido Ethan Hawley, el buen tipo al que sus prejuicios respecto a su jefe extranjero y su condici¨®n de v¨ªctima de una sociedad que ha dejado a los de casa en la cuneta est¨¢n a punto de hacer infeliz para siempre, haber votado a Donald Trump? Despu¨¦s de todo, lo ¨²nico que quiere es volver a creer en el sue?o americano.