Campe¨®n de la idiotez
Desde la dudos¨ªsima gracia de la inmensa mayor¨ªa de sus di¨¢logos hasta la tan injusta como obligada redenci¨®n , todose ve venir sin posibilidad de sorpresa
No es dif¨ªcil entroncar Sobre ruedas, debut como director del veterano actor y espor¨¢dico guionista Franck Dubosc, con el estruendoso ¨¦xito en el a?o 2011 de la tambi¨¦n francesa Intocable, comedia dram¨¢tica de Olivier Nakache y Eric Toledano que, aparte de ocasionar dos nuevas versiones (la estadounidense Upside y la argentina Inseparables), seguramente ha influido en el fortalecimiento de una comedia popular que, partiendo de la discapacidad de alguno de sus protagonistas, se atreve con una cierta incorrecci¨®n pol¨ªtica en su lenguaje y sus comportamientos, para posteriormente plegar amarras en pos de los buenos sentimientos, la dulzura y la delicadeza.
SOBRE RUEDAS
Direcci¨®n: Franck Dubosc.
Int¨¦rpretes: Franck Dubosc, Alexandra Lamy, Elsa Zylberstein, G¨¦rard Darmon.
G¨¦nero: comedia. Francia, 2018.
Duraci¨®n: 107 minutos.
Y es justo en este sentido donde Sobre ruedas, pese a la m¨¢s que probable semilla de Intocable, acaba pareci¨¦ndose a otro gran triunfo del cine popular europeo: el de la espa?ola Campeones. Como en la pel¨ªcula de Javier Fesser, Dubosc, tambi¨¦n protagonista, enfrenta situaciones y mundos antag¨®nicos: el de un maduro lig¨®n profesional y mentiroso compulsivo que, como un miserable reto, para acabar en la cama de una cuidadora de enfermos se hace pasar por una persona con movilidad reducida y en silla de ruedas. El divertimento del mes de un memo integral que, como el Javier Guti¨¦rrez de Campeones, ver¨¢ c¨®mo se le da la vuelta a la situaci¨®n al conocer a la hermana de la enfermera, en silla de ruedas por obligaci¨®n y no por idiota devoci¨®n.
Con apuntes de cierta negrura, pero con situaciones muy desiguales en su comicidad, Sobre ruedas planea siempre desde muy abajo por la dudos¨ªsima gracia de la inmensa mayor¨ªa de sus di¨¢logos y, sobre todo, porque el desarrollo y la tan injusta como obligada redenci¨®n se ven venir sin posibilidad de sorpresa. Tanto en el relato en s¨ª, como en el tono, que va derivando en lo cursi, hasta culminar con el inevitable recurso t¨¦cnico final de demasiadas pel¨ªculas infames: un plano congelado con la risa mutua de los protagonistas.
Babelia
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