Transformers 1987
Con un metraje menos elefanti¨¢sico que sus hermanas mayores, 'Bumblebee', tierna y refrescante, es un notable ejercicio de narraci¨®n a la antigua usanza
A los Transformers cinematogr¨¢ficos ya no los conoce ni el padre que los pari¨®, Michael Bay, y eso que su grandilocuente cerebro se supone que sigue ah¨ª como productor del evento. Pero Bumblebee, sexta entrega de la saga de los robots alien¨ªgenas creados por la empresa de juguetes Hasbro, ha cambiado radicalmente de tono.
BUMBLEBEE
Direcci¨®n: Travis Knight.
Int¨¦rpretes: Hailee Steinfield, Jorge Lendeborg Jr., John Cena, Pamela Adlon.
G¨¦nero: aventuras. EE UU, 2018.
Duraci¨®n: 95 minutos.
Un hecho fundamental, y con toda probabilidad bienvenido, por tres razones. Primero, porque se demuestra que una saga (o una serie de televisi¨®n) no tiene por qu¨¦ seguir al mil¨ªmetro el molde estil¨ªstico y de modulaci¨®n original por siempre jam¨¢s, sino que en no pocas ocasiones ser¨ªa formidable una cierta v¨ªa libre para que los distintos autores que se incorporan al entramado de producci¨®n puedan aportar innovaciones dentro del conjunto. Segundo, por el evidente agotamiento al que hab¨ªa llevado Bay a la serie tras cinco pel¨ªculas como director y productor: cuando desde el inicio se est¨¢ tan arriba en cuanto a tono y (supuesta) espectacularidad, llega un momento en que ya no se puede subir m¨¢s. Y tercero, porque las nuevas mentes creativas de la serie, Travis Night en la direcci¨®n y Christina Hodson en la escritura, poseen personalidades art¨ªsticas en las ant¨ªpodas de Bay.
Y ya desde su ambientaci¨®n en el a?o 1987, el modelo de Hodson y de Night, director de Kubo y las dos cuerdas m¨¢gicas (2016), es muy claro: el cine juvenil americano de los a?os ochenta, y de Amblin Entertainment en particular; adem¨¢s, con otro cambio b¨¢sico, el protagonismo absoluto femenino, con los chicos simplemente pasando por all¨ª (justo al rev¨¦s que siempre). Y en ese c¨ªrculo de ra¨ªces ochenteras se acumulan los referentes: las entusiastas Juegos de guerra (John Badham, 1983) y D.A.R.Y.L. (Simon Wincer, 1985); la captura del alien¨ªgena, la presencia de los militares y hasta el desastre en la casa de acogida en ausencia de la familia de E. T., el extraterrestre; el env¨ªo al planeta Tierra de uno de sus ejemplares, con el fin de salvar a su especie, del Superman de Richard Donner; y, por supuesto, los expl¨ªcitos homenajes al cine de John Hugues y, esencialmente, a El club de los cinco.
Con un metraje menos elefanti¨¢sico que sus hermanas mayores (Bumblebee dura 45 minutos menos que la media de duraci¨®n de las otras cinco pel¨ªculas de Transformers), Bumblebee, tierna y refrescante, es un notable ejercicio de narraci¨®n a la antigua usanza que solo deja un par de incertidumbres. La excesiva recurrencia a un cine reverenciado, pero que, a fuerza de nostalgia, puede llevarnos tambi¨¦n hasta el hartazgo. Y la duda de que el rosario de alusiones, tambi¨¦n musicales, con The Smiths, Simple Minds, Rick Astley, Duran Duran y A-ha como cabezas de cartel, erice el vello de los espectadores adultos -Don¡¯t You (Forget About Me)-, pero deje fr¨ªos a los verdaderos destinatarios de la nueva pel¨ªcula: los chavales de 2018.
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