La arrinconada diversidad marroqu¨ª

Si hace siete d¨ªas coment¨¢bamos en estas mismas p¨¢ginas que la mejor virtud de la iraqu¨ª La decisi¨®n era su lugar de procedencia, la singularidad del estreno en Espa?a de una producci¨®n de un pa¨ªs ex¨®tico en lo cinematogr¨¢fico pero con evidente repercusi¨®n internacional en lo pol¨ªtico y en lo social, hoy podemos decir pr¨¢cticamente lo mismo de la marroqu¨ª Razzia, sexta pel¨ªcula de Nabil Ayouch.

Autor de una de las obras fundamentales en materia de terrorismo yihadista, la magn¨ªfica Los caballos de dios (2012), sobre el germen social y religioso, la formaci¨®n mental y moral y el entrenamiento f¨ªsico de los fan¨¢ticos suicidas, Ayouch se adentra esta vez en la diversidad de la sociedad marroqu¨ª y en sus relaciones con lo que en otros ¨¢mbitos ser¨ªan convenciones y en el pa¨ªs vecino est¨¢n consideradas como actitudes extremas. El director, nacido en Francia y de origen marroqu¨ª, regresa as¨ª a la tierra de su padre, un magreb¨ª musulm¨¢n casado con una jud¨ªa palestina, para analizar la (im)posible convivencia de cuatro personajes en los m¨¢rgenes del progresismo: una mujer moderna y liberada, pareja de un aparente similar, al que el machismo se le escapa como el sudor nervioso; un homosexual que sue?a con convertirse en el nuevo Freddie Mercury; una adolescente lesbiana de familia adinerada, y un empresario jud¨ªo alcoh¨®lico.

Un relato de vidas cruzadas y desarrollo un tanto gastado por aquella sobredosis mundial de los a?os noventa y los primeros a?os del nuevo siglo, pero que sabe retrotraerse bien hasta un pasado relativamente reciente, donde Ayouch apunta el principio del fin: la d¨¦cada de los 80, la expansi¨®n de la arabizaci¨®n en los colegios y del salafismo m¨¢s radical. Y es ah¨ª donde el director sit¨²a su quinta historia, y la que aglutina al resto.

En la superficie, todo parece tener la suficiente entidad como para que el espectador descubra y valore, reflexione y vibre. Pero, como le ocurr¨ªa a la iraqu¨ª La decisi¨®n, la exposici¨®n de cada una de las historias es muy desigual, cojitranca en lo narrativo y esquem¨¢tica en las motivaciones de los personajes. Sin que la intimidad individual de los personajes pueda valorarse de un modo ¨ªntegro como relato colectivo. La tesis de Ayouch parece clara: la supresi¨®n de la diversidad conduce a la frustraci¨®n y a la violencia. Pero el modo de exponerlo, pese a su inter¨¦s, queda esta vez lejos de la magnitud de Los caballos de dios.