Valencia pugna por retener el legado del ¡°envidiado y molesto¡± Blasco Ib¨¢?ez
La negociaci¨®n entre el Ayuntamiento y la fundaci¨®n del escritor, que amenaza con llevarse el archivo a Madrid, encalla. Autores como P¨¦rez Reverte defienden al tambi¨¦n pol¨ªtico
La Generalitat Valenciana no quiere otra p¨¦rdida como la que vivi¨® hace cuatro a?os con el legado de Miguel Hern¨¢ndez. 250 cajas con m¨¢s de 5.000 documentos volaron de Elche a la poblaci¨®n jienense de Quesada, localidad natal de la esposa del autor de las Nanas de la cebolla. Ahora Valencia trata de retener los fondos del escritor y pol¨ªtico Vicente Blasco Ib¨¢?ez, tan universal como inclasificable, y que se marchen a una instituci¨®n de Madrid como amenaza la Fundaci¨®n Centro de Estudios Blasco Ib¨¢?ez, a la que est¨¢n ligados parte de los descendientes del escritor.
El legado del autor de obras famosas como Sangre y arena o Los cuatro jinetes del Apocalipsis, nacido en Valencia en 1867, se compone de decenas de cartas personales, fotograf¨ªas, cuadernos de notas manuscritas, documentos y abundantes fondos bibliogr¨¢ficos. Gloria Llorca, nieta del fundador del peri¨®dico El Pueblo, don¨® esta parte al Ayuntamiento de Valencia en 1997 y el legado permanece desde hace a?os expuesto en su mayor parte en la Casa Museo, una reconstrucci¨®n del chal¨¦ que ten¨ªa el escritor junto a la playa valenciana de la Malva-rosa, y que el franquismo dej¨® que se cayera a pedazos.
No es el ¨²nico patrimonio documental de Blasco Ib¨¢?ez, que se reparte tambi¨¦n por la Biblioteca Valenciana, la Biblioteca Nacional o la de la ciudad francesa de Menton, donde el prol¨ªfico escritor se exili¨® a principios de los a?os veinte y muri¨® en 1928.
?ngel L¨®pez, secretario de la fundaci¨®n, advierte de que el problema es la propiedad del legado: una peque?a parte pertenece al ente privado y en torno al 90% de los fondos fue el cedido por la nieta de Blasco al Consistorio aunque, asegura, luego se retract¨®. ¡°Cuando se firm¨® el convenio de 2012, con Rita Barber¨¢ de alcaldesa, ya dijimos que se firmaba como muestra de buena voluntad, pero que cuando llegara el vencimiento [en 2017, aunque se ha prorrogado un a?o m¨¢s] hac¨ªa falta otro convenio que recogiera la totalidad del legado¡±, explica. La fundaci¨®n exige adem¨¢s m¨¢s actividades de promoci¨®n de la figura de Blasco.
Pero no hay acuerdo. La fundaci¨®n ha pedido al Gobierno local surgido en 2015 de las urnas [que forman Comprom¨ªs, Socialistas y Podem] que les devuelvan las cajas de cartas, fotograf¨ªas, libros porque defienden que Gloria Llorca se retract¨® de la donaci¨®n. Piden un arbitraje o que los tribunales resuelvan el contencioso sobre la propiedad del legado, ¡°con nuestro compromiso de que, aunque nos dieran la raz¨®n, los fondos seguir¨ªan en la Casa Museo si hay acuerdo¡±, apostilla el portavoz de la fundaci¨®n. Desde la fundaci¨®n se habla de la disposici¨®n de una instituci¨®n nacional con sede en Madrid, si bien no es la Biblioteca Nacional.
El Ayuntamiento dispone de un informe de los servicios jur¨ªdicos que considera el legado cedido de propiedad municipal. ¡°Lo que la fundaci¨®n plantea es imposible¡±, ha dicho el alcalde de Valencia, Joan Rib¨®, que ha recordado que hay m¨¢s actividades en torno al escritor y su ¨¦poca. Las conversaciones est¨¢n estancadas y la Generalitat, que colabor¨® en 2017 en la organizaci¨®n del A?o Blasco ¡ªcon motivo del 150 aniversario del nacimiento del escritor¡ª se ha puesto a disposici¨®n de las partes. La instituci¨®n presidida por Ximo Puig no quiere decir adi¨®s a otro pedazo de su memoria hist¨®rica y menos a cuatro meses de las elecciones. Ayer se reuni¨® con la fundaci¨®n para mostrar su disposici¨®n a ayudar sin discutir que la competencia y la batuta la tiene el Ayuntamiento.
Figura pol¨ªtica inc¨®moda
Expertos y estudiosos de Blasco Ib¨¢?ez reconocen que el escritor y pol¨ªtico es una figura inc¨®moda para los partidos pol¨ªticos actuales. ¡°Blasco se movi¨® en un terreno que nadie identifica hoy con ninguna bander¨ªa u opci¨®n pol¨ªtica¡±, dijo el historiador y bi¨®grafo Javier Varela en los actos de conmemoraci¨®n de hace dos a?os. Su perfil anticlerical, su radicalismo feroz, su papel de caudillo de masas no le han granjeado simpat¨ªas en la derecha, pero su espa?olismo ¡ªsobre todo tras su aventura americana¡ª tampoco lo convierten en referencia de la izquierda. La Generaci¨®n del 98 tampoco le perdon¨® que fuera un escritor con ¨¦xito, un autor de best-sellers, recuerda el escritor Joan Francesc Mira.
Otro autor, Arturo P¨¦rez-Reverte, describe a Blasco como un hombre culto, viajado y con ¨¦xito. ¡°?l no era de esa izquierda est¨²pidamente localista, nacionalista, regionalista y limitada, sino de la izquierda internacionalista, europea, culta, global, solidaria y generosa. Y en un tiempo de izquierdismos mezquinos, la grandeza de visi¨®n pol¨ªtica de gente como Blasco Ib¨¢?ez molesta doblemente¡±, a?ade P¨¦rez-Reverte, que agradece al tambi¨¦n editor la traducci¨®n al espa?ol de la Historia de la Revoluci¨®n Francesa, de Jules Michelet, ¡°una obra capital para entender las revoluciones en Europa¡±.
En opini¨®n del autor de Las aventuras del capit¨¢n Alatriste, las novelas de Blasco "son extraordinarias porque crean personas, crean ambientes; solo ten¨ªa un pecado y fue tener ¨¦xito". "Gan¨® mucho dinero y hasta ten¨ªa una casa en la Costa Azul, lo que lo convirti¨® en alguien envidiado. Eso m¨¢s las turbias manipulaciones pol¨ªticas de los ¨²ltimos tiempos en Valencia hacen que sea inc¨®modo tambi¨¦n para los pol¨ªticos actuales", a?ade.
En Valencia, muchos millennials creen que Blasco Ib¨¢?ez es una de las grandes avenidas de la capital. Como algunos alumnos de C¨¦sar Mar¨ª, profesor de la Facultad de Derecho de Valencia, que, indignado por la posible marcha del legado, ha impulsado una recogida de firmas a trav¨¦s de la plataforma Change.org para que se quede en Valencia.
Babelia
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