?Por qu¨¦ la Virgen est¨¢ llorando sangre?
Niccol¨° Ammaniti suma pol¨ªtica, religi¨®n, misterio y mafia en ¡®El milagro¡¯, la serie que ha escrito y dirigido
Le dijeron que se moviera. Que saliera de casa, hiciera algo, alg¨²n deporte. Pero?Niccol¨° Ammaniti?no hab¨ªa pisado un gimnasio en su vida. Ni mucho menos le apetec¨ªa ir a correr. Si fuera por ¨¦l, admite este mes durante una visita a Madrid, ni sacar¨ªa a pasear a sus perros. As¨ª que encontr¨® una alternativa: rodar una serie. ¡°He perdido cinco kilos, me encuentro muy bien¡±, se r¨ªe. Hay tambi¨¦n, claro est¨¢, razones creativas tras el debut en televisi¨®n de uno de los escritores m¨¢s conocidos de Italia: ¡°Era una historia de amplio recorrido, con muchos personajes, no valdr¨ªa para el cine. Y luego estaba la imagen inicial, bell¨ªsima, que la literatura no lograr¨ªa contar en todos sus colores¡±.
Porque El milagro ¡ªsus ocho cap¨ªtulos est¨¢n a en Sky desde el 22 de enero¡ª arranca con la irrupci¨®n policial en la guarida de un mafioso. Los agentes se encuentran al capo?empapado en sangre, al igual que el suelo de la habitaci¨®n. ?Un ajuste de cuentas? No. La responsable es la virgen. En concreto, una estatuilla de la madonna que no para de llorar plasma. Los an¨¢lisis qu¨ªmicos despejan las dudas: no hay truco, ni broma. Las l¨¢grimas de la virgen son reales y fluyen infinitas, nueve litros la hora. No solo: se trata de sangre humana.
¡°?Qu¨¦ reacciones habr¨ªa ante algo as¨ª?¡±, fue la primera pregunta que se plante¨® Ammaniti. En la serie, el presunto milagro sacude Italia y la vida de los protagonistas, desde el primer ministro hasta una joven cient¨ªfica. Pol¨ªtica, religi¨®n y mafia se mezclan en una trama que funde fe y misterio, lo m¨¢s alto del esp¨ªritu y el deseo m¨¢s oscuro y terrenal. ¡°Se trataba de obligar a los personajes a confrontarse con algo que los colocaba solos ante el sentido de la existencia¡±, agrega el escritor.
De la pluma a la c¨¢mara, el estilo de Ammaniti no ha variado. Y, en Italia su direcci¨®n ha obtenido los aplausos que suelen encumbrar su literatura. El autor de Te llevar¨¦ conmigo o Como Dios manda retrata la miseria y debilidad humana sin piedad, pero con delicadeza. Su universo est¨¢ poblado de criaturas derrotadas,?aunque nunca condenadas. Lo intentan, casi nunca ganan, y se acaban rindiendo a los instintos m¨¢s bajos; tipos tan pat¨¦ticos como enternecedores. Es decir, humanos. Ammaniti narra, ironiza, acaricia y abofetea. Pero no juzga. Y, a menudo, f¨ªa la esperanza a alg¨²n personaje joven. La sombra llena sus obras, pero la luz nunca se apaga. ¡°Al hacerme mayor busco acercarme a la intimidad de mis protagonistas. Antes los usaba m¨¢s como marionetas, y los destrozaba. Aunque, al final, los acabo masacrando igualmente¡±, sonr¨ªe.
Muy distinto, en cambio, ha sido el proceso creativo. Acostumbrado a la soledad del escritor, a parar o seguir como y cuando quisiera, Ammaniti ha descubierto el plat¨®, el trabajo en equipo, sus alegr¨ªas y sus traumas. ¡°No tienes tiempo para nada m¨¢s. Sales, regresas a casa, mueres, y vuelta a empezar. Ya no ten¨ªa amigos, ni les contestaba al m¨®vil. Apenas visitaba a mis padres, una vez a la semana. No consegu¨ªa leer, ver pel¨ªculas. A la vez, te juntas con gente con la que compartes un sue?o, y est¨¢s en el centro de un grupo, te sientes protegido¡±, asegura. De la experiencia ha sacado m¨¢s lecciones. Aprendi¨® a enfadarse, a decir lo que piensa, a soltar noes y asumir que se hieren sensibilidades. Y hasta se regal¨® una sorpresa: ¡°Todo esto te obliga a moverte much¨ªsimo. He vuelto a ver Roma despu¨¦s de siglos, fue una maravilla. Y me he dado cuenta de que no soy terriblemente perezoso como cre¨ªa¡±. Tanto que ahora le ha cogido gusto. Dice que rodar¨¢ otra serie. El gimnasio puede esperar.
Milagros y demandas
Ammaniti recuerda cuando su abuela le llev¨® a ver la virgen de Civitavecchia. En febrero de 1995, en esa localidad cercana a Roma, corri¨® la voz de que una estatuilla religiosa lloraba sangre. Acudieron cientos de curiosos y peregrinos, a la vez que la historia acab¨® en todos los peri¨®dicos y televisiones. "Luego result¨® que era sangre de pollo", declar¨® Ammaniti a Il Corriere della Sera.
El comentario provoc¨® la airada reacci¨®n de varios diarios cat¨®licos, que acusaron al director de no conocer los hechos. A¨²n m¨¢s, se irrit¨® la familia Gregori, due?a de la estatuilla en esos a?os, que ha demandado al escritor por "difamaci¨®n". Fabio Gregori lamenta que ya entonces su familia sufri¨® acusaciones, incluso judiciales, por un presunto fraude y que, sin embargo, se demostr¨® sin lugar a duda que la sangre encontrada sobre la estatua era humana.
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