El tibio ¡®mea culpa¡¯ de los responsables de abusos sexuales a menores en la Iglesia espa?ola

Para Miguel Hurtado, todos los casos de abusos a menores en la Iglesia Cat¨®lica espa?ola, como el que ¨¦l sufri¨® en 1997, acaban igual. ¡°Las congregaciones nunca denuncian a la polic¨ªa¡±, lamenta en la serie documental Examen de conciencia, que estrena Netflix este viernes 25 de enero. La semana pasada, con 37 a?os de edad, se atrevi¨® por primera vez a dar el nombre de forma p¨²blica de su agresor: Andreu Soler, por aquel entonces monje del monasterio de Montserrat.

Tras conocerlo en persona y escuchar su caso, el director de la serie Albert Sol¨¦ decidi¨® que Hurtado recorriera Espa?a para conversar con otros hombres que sufrieron situaciones similares durante su infancia y sirviera de hilo conductor de los tres cap¨ªtulos encargados por el gigante del streaming.

¡°A juzgar por c¨®mo se han llevado este tipo de casos, desde el monasterio de Lluc en Mallorca al caso Romanones en A Coru?a, parece que la Iglesia de toda Espa?a se ha le¨ªdo el mismo manual de conducta: primero intentar esconder lo ocurrido, luego convencer a la v¨ªctima de que calle hasta que el delito prescriba y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, trasladar a los pederastas a otros lugares, aunque nunca evitarlo o denunciar¡±, comenta el director durante la presentaci¨®n de Examen de conciencia.

Sol¨¦, ganador del Goya en 2008 por el documental Bucarest, la memoria perdida, se encarga de hacer las preguntas inc¨®modas a responsables y encubridores de estas agresiones. Por ejemplo, por qu¨¦ apenas existen cifras en Espa?a que denuncien lo ocurrido durante d¨¦cadas. ¡°No hay un listado de nada, salvo lo que puedes conocer en los medios de comunicaci¨®n¡±, responde lac¨®nico en un momento de la serie Jos¨¦ Gabriel Vera, portavoz de la Conferencia Episcopal.

Estudios realizados en lugares tan alejados como Estados Unidos y Australia coinciden en una misma estad¨ªstica a la hora de cifrar casos de este tipo: el 7% de los sacerdotes en activo ha cometido abusos sexuales graves a menores.

El dato es el mismo 7% que el psic¨®logo Pepe Rodr¨ªguez establece dentro de la Iglesia espa?ola en su libro La vida sexual del clero (1995), que se traduce en la actualidad en m¨¢s de 1.200 sacerdotes agresores en toda Espa?a.

¡°Si hasta a la Conferencia Episcopal esas cifras le parecen plausibles, calculo que pueden ser mucho m¨¢s elevadas. No olvidemos que, en Espa?a, el 35% de la educaci¨®n est¨¢ en manos de la Iglesia¡±, comenta Sol¨¦. El documental se encarga de recordar ¡°que este asunto no es cosa del pasado¡±, y menciona casos ocurridos en colegios de Maristas en 2011.

Dar voz al pederasta

Adem¨¢s de mostrar varias conversaciones con c¨¢mara oculta entre pederastas y sus v¨ªctimas ya adultas, Sol¨¦ decide incluir una entrevista a Joaqu¨ªn Ben¨ªtez, uno de los pocos que se ha enfrentado a la justicia al no haber prescrito sus delitos. Aunque entona el mea culpa, no puede disimular cierta falta de empat¨ªa con los ni?os a los que acos¨® y argumenta, a modo de defensa, que ¡°les ped¨ªa permiso¡± antes de tocarlos.

¡°Ben¨ªtez me parec¨ªa un perfil psicol¨®gico interesante y que deb¨ªa ser mostrado. As¨ª que decid¨ª que merec¨ªa la pena darle voz. Creo que accede a hacer entrevistas porque ve en ellas una cierta posibilidad de redenci¨®n personal. Sabe que va a ir a la c¨¢rcel. Por eso pide perd¨®n e intenta justificarse. Aunque quita hierro a lo que ha hecho al considerar sus vivencias de su infancia mucho m¨¢s duras que los actos que ha cometido, al menos tiene la valent¨ªa de admitirlo cuando el resto de agresores no son capaces de hacerlo¡±, defiende el director.

Sol¨¦ se plantea en Examen de conciencia si en el futuro inmediato del clero pasa por convertirse en soluci¨®n y dejando de ser parte del problema. ¡°Hay una clara evoluci¨®n del papa Francisco con respecto a Ratzinger, pero una persona es incapaz de cambiar una maquinaria corrupta que lleva funcionando a la perfecci¨®n hace milenios¡±.

Para ello, Sol¨¦ considera que debe acabar esa estructura de encubrimiento. ¡°Empieza a ser una necesidad b¨¢sica de la sociedad espa?ola el mirarse al espejo y enfrentarse a lo que ha ocurrido durante d¨¦cadas. ?Que si pasos como los que ha dado Miguel pueden ser el inicio de un nuevo #MeToo? Que el se?or nos oiga¡±.