R¨¦plica taurino-animalista a Victorino Mart¨ªn, presidente del 'toro de lidia'
La tauromaquia actual solo se mantendr¨¢ si recupera su integridad a pesar del animalismo
Victorino Mart¨ªn, prestigioso ganadero de toros bravos y presidente de la Fundaci¨®n del Toro de Lidia (FTL), es un b¨¢lsamo para la tauromaquia del siglo XXI. La suya es la ¨²nica voz que clama en el desierto de una sociedad que no tiene los o¨ªdos despiertos para atender argumentos taurinos. El compromiso, la entrega y la fe de Victorino son condiciones impropias de los taurinos actuales, y solo la historia reconocer¨¢ la labor impagable de un hombre que se est¨¢ dejando la piel en la defensa del dogma de la fiesta de los toros, en el que ha nacido y ha sido educado.
Hace unos d¨ªas, estuvo en la Comisi¨®n de Cultura del Senado -un paso adelante sin precedentes y escasamente valorado-, y all¨ª, ante los distintos grupos pol¨ªticos trat¨® de remover las conciencias sobre los peligros que acechan al espect¨¢culo taurino.
Victorino puso el foco en los males intr¨ªnsecos del animalismo, ¡°un movimiento -afirm¨®- que pretende un nuevo orden moral en el mundo¡±. ¡°Es una filosof¨ªa incompatible con nuestra cultura¡±, continu¨®, ¡°a la que pretende aniquilar¡±. Defendi¨® la corrida como una visi¨®n integral de la vida, y a?adi¨® que no es un espect¨¢culo de muerte, sino de exaltaci¨®n de lo que somos. ¡°?Es necesaria la tauromaquia?¡±, se pregunt¨®. ¡°Pues no estoy muy seguro, la verdad¡±, contest¨®, ¡°?pero son necesaria la danza, el teatro y las dem¨¢s expresiones culturales?¡±. ¡°Si no existieran, el mundo ser¨ªa m¨¢s pobre, como lo ser¨ªa si no existiera la tauromaquia¡±. Y concluy¨® con una frase rimbombante: ¡°La tauromaquia es el regalo cultural de Espa?a a la humanidad¡±.
Encomiable actitud del presidente de la FTL y apasionado su alegato a favor de los toros. Valiente y bienintencionado, sin duda, pero tan apasionado como simplista, tambi¨¦n, e incompleto.
La batalla contra el animalismo -una revoluci¨®n global- est¨¢ perdida
No est¨¢ claro si ese nuevo orden moral que nos amenaza, a juicio de Victorino Mart¨ªn, ser¨¢ alguna vez una realidad; no se sabe si ser¨¢ tan devastador como ¨¦l augura, pero lo que est¨¢ fuera de toda duda es que el ser humano est¨¢ cambiando aceleradamente su relaci¨®n con el mundo animal. Y ese no es un movimiento, sino una revoluci¨®n global que nos afecta a todos, y que evidencia un progreso social fuera de toda duda. Ning¨²n aficionado de hoy, ninguno, soportar¨ªa el dantesco espect¨¢culo de varios caballos destripados en el ruedo que era habitual para nuestros antepasados. Todos somos m¨¢s sensibles hacia el sufrimiento animal. Rechazamos el maltrato y la violencia contra los animales.
Este axioma no es solo la bandera de los llamados animalistas extremistas, sino un mensaje que ha calado hondo en la sociedad y ha modificado sustancialmente la percepci¨®n sobre el ¨²nico espect¨¢culo p¨²blico cruento con un animal, como es el festejo taurino. Un mensaje que est¨¢ modificando pol¨ªticas, planes educativos y aficiones. Dicho de otro modo: el mundo est¨¢ cambiando y no tiene vuelta de hoja.
He aqu¨ª unos ejemplos:
- El escritor Ildefonso Falcones, pregonero de la Feria de Abril de 2018, citaba en su texto que el art¨ªculo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Uni¨®n Europea establece la necesidad de tener plenamente en cuenta las exigencias en materia de bienestar de los animales como ¡®seres sensibles¡¯.
- El pasado 11 de diciembre, el Congreso de los Diputados aprob¨® ?por unanimidad! que los animales dejen de ser considerados cosas y sean reconocidos jur¨ªdicamente como seres vivos dotados de sensibilidad. La proposici¨®n de ley, que fue presentada por el PP, supone la modificaci¨®n del C¨®digo Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil, y pretende que los animales sean considerados ¡®seres vivos dotados de sensibilidad¡¯.
- Los gobiernos del PP -partido supuestamente taurino- y PSOE -formaci¨®n ambiguamente taurina seg¨²n los territorios- han maltratado -y maltratan- sistem¨¢ticamente la fiesta de los toros desde los Presupuestos Generales del Estado y la televisi¨®n p¨²blica.
- La tauromaquia est¨¢ vetada en los colegios de este pa¨ªs, y hablar de toros en un aula es poco menos que una provocaci¨®n inadmisible. En consecuencia, los toros no forman parte del inter¨¦s de las nuevas generaciones.
Victorino tiene el enemigo en casa; est¨¢ rodeado de verdaderos antitaurinos
- Espa?a est¨¢ presa de una destaurizaci¨®n galopante que aleja a los p¨²blicos de las plazas de toros, y no son pocos los aficionados que reconocen en privado que la larga agon¨ªa sanguinolenta de un toro ¡®no tiene un pase¡¯ en estos tiempos.
?Son animalistas furibundos los fundadores de la UE, todos los pol¨ªticos, los educadores, los j¨®venes y una mayor¨ªa de ciudadanos? No, seguro que no. Son la prueba de que la nueva sensibilizaci¨®n sobre el mundo animal ha calado en nuestra civilizaci¨®n.
?Quiere esto decir que hay que acabar con la tauromaquia? No. ?Son los aficionados unos crueles maltratadores que gozan con el sufrimiento animal? No. Son tan sensibles como el resto ante el sufrimiento animal, pero seguidores, tambi¨¦n, de una cultura en la que el toro bravo, fiero y noble, nacido para la lucha, es protagonista de un modo de entender la emoci¨®n y la belleza.
Pero este planteamiento es dif¨ªcilmente inteligible hoy para quien desconoce los entresijos de la tauromaquia o no ha sido educado en ella.
Ciertamente, la fiesta de los toros est¨¢ llamada a ser una afici¨®n de minor¨ªas, y solo se mantendr¨¢ viva si se la defiende a pesar del animalismo.
La guerra contra el animalismo est¨¢ perdida, y hay que trabajar para que la tauromaquia no pierda tambi¨¦n la batalla contra s¨ª misma. Seguir¨¢ existiendo si recupera la integridad, la seriedad y la emoci¨®n; si es capaz de seguir cautivando a quienes a¨²n mantienen la ilusi¨®n y la esperanza ante una corrida.
Victorino Mart¨ªn arremete contra los males externos de la fiesta con el mismo ardor que oculta los internos. A fin de cuentas, es presidente de una fundaci¨®n que integra, entre otros, a toreros, ganaderos y empresarios que han impuesto el toro inv¨¢lido y tonto, el presunto fraude y la desesperaci¨®n del m¨¢s desesperante aburrimiento. El problema es que Victorino tiene el enemigo en casa porque est¨¢ rodeado de verdaderos antitaurinos. El problema es que la fiesta de los toros, a diferencia de otras actividades culturales, solo la defienden el presidente de la FTL y grupos de aficionados, mientras muchos de sus protagonistas la maltratan (y eso s¨ª que es maltrato).
Es verdad, por otra parte, que una corrida de toros es un espect¨¢culo anacr¨®nico y cruento, inexplicable para muchos. Como incomprensible es que algunos pretendan conceder derechos a los animales y equipararlos a las personas.
Conclusi¨®n:
1.- La liberaci¨®n animal y el fin de su sufrimiento es una de las causas centrales en las reivindicaciones sociales del siglo XXI.
Y 2.- La tauromaquia seguir¨¢ teniendo sentido si recupera su integridad. El toro bravo existir¨¢ mientras se le permita morir con orgullo y dignidad en un ruedo. El torero es la representaci¨®n de los grandes valores humanos que parecen perdidos, paradigma de la heroicidad, del sacrificio, de la entrega de la vida por una vocaci¨®n.
Merece la pena respetar a los animales. Claro que s¨ª. Como la merecer¨¢ siempre emocionarse con la lidia de un toro bravo y un torero heroico. Aunque muchos no lo entiendan¡
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