Filigranas del realizador
No deber¨ªa pasar desapercibido el reiterado desprecio que la realizaci¨®n de TVE hace de algunos momentos como el recuerdo a los cineastas fallecidos durante el ¨²ltimo a?o
Se ha escrito ya tanto sobre la ceremonia de los Goya, y generalmente a favor, que poco hay que a?adir. Pero no deber¨ªa pasar desapercibido el reiterado desprecio que la realizaci¨®n de TVE hace de algunos momentos como el recuerdo a los cineastas fallecidos durante el ¨²ltimo a?o, espacio generalmente emotivo que a veces ofrece la desagradable sorpresa de alg¨²n fallecimiento del que no se ten¨ªa noticia.
Hace algunos a?os ya se protest¨® desde esta columna por el abuso del realizador de turno, que al parecer se aburre con la sucesi¨®n de fotograf¨ªas de los muertos y que en su lugar echa a volar de vez en cuando sus c¨¢maras para mostrar la embocadura del decorado mientras siguen sucedi¨¦ndose fotos que los espectadores en la sala pueden ver con normalidad pero que en la tele, independientemente de su tama?o, aparecen muy reducidas, hasta el punto de llegar incluso a hacerse irreconocibles. ?Era esta Mar¨ªa Dolores Pradera, y aquel Jordi Grau o ?lvaro de Luna..se ha citado a Jos¨¦ Mar¨ªa I?igo..? Cuando apareci¨® una foto radiante de Carmen Alborch se recuper¨® el tama?o de toda la pantalla, y para cerrar el recordatorio Yvonne Blake fue mostrada en una imagen en movimiento. Aplausos a las dos, naturalmente, pero otras personas del cine habr¨ªan merecido un tratamiento similar.
?Qu¨¦ matraca con el decorado! Lo mismo durante el discurso de Mariano Barroso, presidente de la Academia; al realizador le pareci¨® m¨¢s interesante mostrar el patio de butacas desde lo alto del escenario que atender a lo que el presidente dec¨ªa, un discurso que por cierto fue breve e inteligente, defendiendo las mil y una maneras con que ahora se consumen las im¨¢genes audiovisuales y celebrando que durante el a?o pasado fueran a los cines a ver pel¨ªculas espa?olas unos 17 millones y medio de personas.
Sean caprichos del realizador o consignas de los jefes, el caso es que son errores pertinaces que una vez m¨¢s enturbiaron en parte la velada. Se hablaba de c¨¢maras que pod¨ªan ofrecer la ceremonia en 360? pudiendo verla como si se estuviera all¨ª mismo, pero no se si ello solucionaba los entuertos.
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