Brandi Carlile y Kacey Musgraves, la coronaci¨®n del feminismo en la ¡®americana¡¯
Las cantantes, que protagonizan los Grammy con sus premios, representan la respuesta femenina contra Trump y los conservadores del 'country'
En Nashville, algunos ejecutivos discogr¨¢ficos, productores y locutores de radio ponen un ejemplo clarividente para referirse al particular universo conservador del country: no se puede quitar la lechuga a la ensalada. Es decir, si suprimes los condimentos fijos de un tipo de sonido y l¨ªrica tradicionales asociados desde hace d¨¦cadas al country, es como si le quitaras la lechuga a la ensalada y, entonces, seg¨²n ellos, no es ensalada.
Brandi Carlile y Kacey Musgraves, las dos grandes triunfadoras de los premios Grammy 2019 junto al rapero Childish Gambino, son magn¨ªficos ejemplos de ensalada sin lechuga. O, al menos, de ensalada country cocinada a su manera, sin los peajes de la poderosa industria de Nashville. All¨ª, en la conocida como ciudad de la m¨²sica, sus canciones han roto los moldes, como vienen haciendo desde a?os atr¨¢s artistas del nivel de Lucinda Williams, Allison Krauss, Miranda Lambert o Gillian Welch. Por suerte, no son las ¨²nicas. Tanto Musgraves, ganadora del Mejor ?lbum del A?o y Mejor ?lbum de Country con Golden Hour, como Carlile, que arras¨® en el g¨¦nero americana llev¨¢ndose el Mejor ?lbum, Mejor Canci¨®n y Mejor Interpretaci¨®n, representan a la ¨²ltima hornada femenina surgida en los m¨¢rgenes del mainstream. Un conjunto de mujeres que protagoniza en la ¨²ltima d¨¦cada la m¨²sica de ra¨ªces norteamericana por su talento compositivo e interpretativo, pero sobre todo por su car¨¢cter admirable.
Con su fina voz, Musgraves debut¨® en 2002, pero su nombre gan¨® notoriedad en el amplio circuito de la m¨²sica americana con un disco que llevaba su nombre publicado en 2007. Desde entonces, con joyas como Same Trailer Different Park (2013), se ha consolidado como una artista independiente, dando la espalda al tradicionalismo. En sus canciones ha defendido el consumo de marihuana y las relaciones homosexuales. Sacrilegio para ese sector machista de Nashville con tanto poder de decisi¨®n, donde solo se buscan chicas guapas que canten de corazones rotos y cowboys que las salven. Y no s¨®lo ha roto con eso. En Golden Hour, el mejor disco del a?o para la Academia, arrima el country al pop m¨¢s que nunca en su discograf¨ªa. No se corta un pelo y utiliza el auto-tune y toques de electr¨®nica en el sonido vaquero. No es una nueva Taylor Swift, quien abandon¨® hace a?os cualquier atisbo de country por su estrellato pop de perfil vedette. Musgraves es ella misma, una cowgirl de base y personalidad que coge elementos del pop sin preocuparse de la opini¨®n de los hombres de chaqueta y corbata al frente de la industria de Nashville.
Brandi Carlile es a¨²n m¨¢s terca contra los conservadores. Esta cantante lesbiana, casada y con una hija, sali¨® del armario a los 15 a?os y sabe perfectamente lo que es sentirse rechazada. Su m¨²sica habla especialmente de ello, pero tambi¨¦n de la necesidad de comprensi¨®n y la b¨²squeda de contacto humano. A medio camino entre el country y el folk, en esa bastarda mezcla que es el g¨¦nero americana -cuyo esp¨ªritu reside en el uso de instrumentaci¨®n el¨¦ctrica-, sus canciones est¨¢n atravesadas por una vigorosa visi¨®n femenina, consolidada por una intensidad propia del rock y una voz imponente, tal y como demostr¨® anoche en Los ?ngeles cuando interpret¨® la absorbente The Joke, acompa?ada de piano y una secci¨®n de violines. Todo el auditorio acab¨® aplaudiendo de pie. El ascenso de Carlile ha sido progresivo, con paso firme y seguro desde su debut en 2005. En By the Way, I Forgive You, el ¨¢lbum premiado, se resume su fascinante universo creativo. Sus mejores canciones son expansivas, con unos crescendos alimentados por su garganta privilegiada y su gran sentido de la ¨¦pica. Suena dolida y feroz, fr¨¢gil y solemne. Basta escuchar s¨®lo tres composiciones como Follow -que abr¨ªa su primer disco-, The Story y The Joke para comprobar todo lo que es capaz. Arrasa.
The Joke es una canci¨®n que habla de los marginados, de esas personas a las que la sociedad y las autoridades arrinconan, especialmente los inmigrantes. Como todo el disco By the Way, I Forgive You, es un alegato contra la Am¨¦rica de Donald Trump. Con estos Grammy y esta exposici¨®n medi¨¢tica m¨¢s que merecida, Carlile se erige en una respuesta feminista ante la estrechez del trumpismo y esa Am¨¦rica incendiada de patriotismo y odio al diferente. El mismo mensaje que lanza lleno de pol¨¦mica y sarcasmo el rapero Childish Gambino en This Is America. Los Grammy han reconocido la m¨²sica que combate el conservadurismo y la paranoia y han coronado a dos exponentes femeninas llenas de pundonor, que hacen lo m¨¢s dif¨ªcil: transformar lo m¨¢s inmovilista.
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