Dan Graham: ¡°A mis imitadores les va muy bien, pero a m¨ª no¡±
Creador de todo antes que casi todos, el artista repasa su trayectoria con motivo de la exposici¨®n que se inaugura en Madrid dedicada a sus conocidos pabellones que juegan como espejos
Para orientarse en la mente de Dan Graham hace falta una br¨²jula. En medio de esta conversaci¨®n cita sin cesar nombres que no parecen guardar la menor relaci¨®n entre s¨ª: Dean Martin, los Ramones, Walter Benjamin, Philip K. Dick, los Kinks, Godard¡ Nacido en Urbana, Illinois, en 1942, Graham, uno de los artistas esenciales de nuestro tiempo, es una esponja cultural que lleva medio siglo fagocitando y mimetizando las formas de la sociedad contempor¨¢nea en todas sus facetas. ¡°Crec¨ª en Nueva Jersey, en una familia jud¨ªa ¡ªdice cuando se le pide que rememore sus primeros a?os¡ª. Mi infancia y mi adolescencia fueron dif¨ªciles. A los 13 a?os dej¨¦ la escuela. Mi padre era muy abusivo y, huyendo de ¨¦l, me instal¨¦ en el East Village, en casa de un amigo. Soy autodidacta, me eduqu¨¦ leyendo por mi cuenta a Sartre, Marcuse, Brecht, L¨¦vi-Strauss¡¡±. Algo que llev¨® a su formaci¨®n art¨ªstica: ¡°No s¨¦ nada de arte, jam¨¢s lo estudi¨¦ de manera formal. A los 23 a?os abr¨ª una galer¨ªa que dur¨® muy poco. No vend¨ª nada, pero expuse el trabajo de gente que despu¨¦s fue muy importante, como Sol LeWitt, Dan Flavin, Donald Judd, Robert Smithson o Carl Andre¡±.
Graham resalta el papel que desempe?¨® la escritura entre los artistas de su ¨¦poca: ¡°Todos quer¨ªamos ser escritores. Para m¨ª era lo m¨¢s importante. Nos fascinaban los autores del nouveau roman. A LeWitt y a m¨ª nos?gustaba Michel Butor; a Donald Judd, Alain Robbe-Grillet, y a todos, el cine de Godard¡±. Cuando cerr¨® la galer¨ªa se dedic¨® a la fotograf¨ªa. Durante un viaje en tren por Nueva Jersey, yendo a casa de sus padres, registr¨® con su c¨¢mara cuanto ve¨ªa a trav¨¦s de la ventanilla: almacenes, moteles, drive-ins y, sobre todo, interminables hileras de casas prefabricadas. ¡°Las im¨¢genes me recordaban lo que hac¨ªan Judd y LeWitt. Hice una exposici¨®n de diapositivas y Artforum me pidi¨® un art¨ªculo que se public¨® con el t¨ªtulo de Homes for America. En realidad, era una broma en la que me burlaba de la cr¨ªtica de arte sociol¨®gica, pero la gente se lo tom¨® en serio. En todo lo que hago hay un punto de humor anarquista¡±, a?ade.
Dan Graham irrumpi¨® en el panorama art¨ªstico cuando surg¨ªan el minimalismo y el arte conceptual, aunque siempre ha marcado distancias con las dos tendencias. Sus facetas como artista son innumerables: pionero del videoarte, autor de performances en las que indaga acerca de la naturaleza de la percepci¨®n, pel¨ªculas experimentales en las que el rock juega un papel central, trabajos h¨ªbridos de arquitectura, piezas basadas en recortes de revistas, como sus esquemas para poemas, parte poes¨ªa, parte cr¨ªtica, parte arte visual. Adem¨¢s, escribi¨® profusamente sobre m¨²sica pop, televisi¨®n y todo tipo de formas de cultura popular. Se adelant¨® a su tiempo, y su influencia sobre otros artistas ha sido y sigue siendo enorme. Lo m¨¢s sobresaliente de su trayectoria son sus celebrados pabellones, como los que presenta a finales de mes en la galer¨ªa Cay¨®n de Madrid. Son estructuras a mitad de camino entre la arquitectura y la escultura en las que combina las posibilidades de los espejos como superficies que a la vez que reflejan son transparentes. Eso da lugar a dos maneras antit¨¦ticas y complementarias de mirar: de ver a la vez que se es visto, al mismo tiempo que se establece una relaci¨®n con el entorno: el paisaje, la ciudad, un r¨ªo, el cielo, el vest¨ªbulo de un rascacielos, una sala de arte, provocando una intensa respuesta emocional en el espectador que las contempla o se adentra en ellas. ¡°Siempre me ha intrigado la ¨®ptica ¡ªargumenta¡ª. De peque?o ten¨ªa un telescopio con el que me dedicaba a estudiar el cielo y una lupa con la que observaba el comportamiento de las hormigas en el jard¨ªn. Las hormigas me recordaban mucho a los marcianos. En mis pabellones el?espectador ve el paisaje a la vez que su propio reflejo, como una imagen fantasmal de uno mismo. Y me gusta jugar con la mirada que los espectadores intercambian entre s¨ª, viendo a otros que a su vez los pueden observar a ellos, lo cual produce una suerte de desestabilizaci¨®n¡±.
En los sesenta todos quer¨ªamos ser escritores. Nos fascinaban los autores del ¡®nouveau roman¡¯
La pregunta es inevitable: ¡°?Dir¨ªa que hay una conexi¨®n con la esquizofrenia? ¡°Creo que es adecuado afirmar una cosa as¨ª. Siendo adolescente tuve una especie de brote psic¨®tico y me recetaron Thorazine. Tuve que dejarlo porque me provocaba sensaciones muy extra?as. Fue entonces cuando empec¨¦ a leer ciencia ficci¨®n. No es casualidad que mi escritor favorito sea Philip K. Dick, que era esquizofr¨¦nico. Yo pertenezco a la misma categor¨ªa (risas), aunque no dir¨ªa que mi trabajo guarde relaci¨®n con ninguna forma de desequilibrio mental. La imagen m¨¢s adecuada es la de la casa encantada de los parques de atracciones para ni?os, cuyas paredes son espejos que ofrecen reflejos ilusorios, como ocurre tambi¨¦n en los espejos de las pinturas de Van Eyck. Mis pabellones les gustan mucho a los ni?os, se divierten jugando en ellos. Conectan de manera intuitiva con lo que hago, como lo hacen tambi¨¦n los ancianos¡±.
Dan Graham padece p¨¢rkinson y se desenvuelve en silla de ruedas, sujet¨¢ndose la cabeza para poder expresar adecuadamente lo que siente. Si algo destaca de su personalidad es su inmensa humanidad. Hablando de su suerte en el mercado del arte, dice sin el menor resentimiento: ¡°Nunca he ganado dinero con mi arte. No he tenido ¨¦xito en ese sentido. Los artistas y los m¨²sicos siempre han sabido lo que me propon¨ªa, pero creo que mi trabajo ha sido prematuro. Siempre he calculado mal; en cuanto resuelvo algo paso a otra cosa. S¨¦ que soy popular porque cada vez que tengo una exposici¨®n viene mucha gente a verme. A mis imitadores les va muy bien, pero a m¨ª no porque nunca me tomado la molestia de hacer de mi nombre una marca comercial. Mis pabellones no son f¨¢ciles de vender, de ah¨ª la importancia de los modelos ¡ªdice refiri¨¦ndose a su exposici¨®n en Madrid¡ª, aunque no es eso lo que m¨¢s me importa. Lo que m¨¢s me ilusiona es volver a ver a viejos amigos¡±.
La conversaci¨®n hablando de un componente clave de la cartograf¨ªa de Graham: su inter¨¦s por la astrolog¨ªa. ?l mismo se ocupa de sacar el tema, comentando los signos del zodiaco de varios artistas, mientras recorre las estanter¨ªas de su estudio, repletas de libros y de una formidable colecci¨®n de discos de vinilo. Hace dos a?os public¨® junto con Jessica Russell un volumen titulado Arquitectura?/ Astrolog¨ªa, ilustrado por su mujer, la artista de origen japon¨¦s Mieko Meguro, en el que comenta el perfil de una serie de arquitectos y artistas desde el punto de vista de la astrolog¨ªa. De repente, se pone de pie, y anuncia: ¡°Voy a hacer una predicci¨®n: El pr¨®ximo presidente de Estados Unidos va a ser una mujer negra, Kamala Harris. Ser¨¢ una venganza en nombre de Obama¡±.
Dan Graham. Galer¨ªa Cay¨®n. Madrid. Del 27 de febrero al 12 de abril.
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