Hern¨¢n Cort¨¦s lleva a la Academia de Bellas Artes su retrato innovador

Con el fresco entusiasmo de un artista apasionado, el veterano retratista Hern¨¢n Cort¨¦s (C¨¢diz, 1953), por cuyo estudio ha desfilado lo m¨¢s granado de la vida social, cultural y pol¨ªtica espa?ola, ingres¨® este domingo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Su emocionado discurso, escrito tras medio siglo de trabajo incesante al ¨®leo sobre el caballete, fue bellamente replicado por Antonio Bonet Correa, exdirector de la Academia y mentor del nuevo ingresado. Los pintores Manuel Alcorlo y Rafael Canogar avalaron asimismo su candidatura.

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Hern¨¢n Cort¨¦s o c¨®mo pintar retratos con la bah¨ªa de C¨¢diz

Cort¨¦s exhibe sus retratos y paisajes desde 1970

El sal¨®n de actos de la tricentenaria instituci¨®n ¨¢ulica madrile?a se hallaba atestado de asistentes -personas egregias muchas de ellas- atra¨ªdas por el nombramiento del nuevo acad¨¦mico: ha sido Hern¨¢n Cort¨¦s quien ha llevado a sus lienzos una nueva forma de innovar el arte del retrato pict¨®rico. As¨ª, su galer¨ªa de los siete padres de la Constituci¨®n de 1978, que engalana los muros del Congreso de los Diputados, es considerada como paradigma de la nueva y singular manera de retratar ideada por ¨¦l. Y lo ha hecho manteniendo la m¨¢xima lealtad a los personajes efigiados, con la atinencia al encargo encomendado y, se?aladamente, involucr¨¢ndose en la fidelidad a su propia mirada: la de un artista comprometido en la exploraci¨®n y la interpretaci¨®n del alma humana.

As¨ª lo explic¨® en su amena intervenci¨®n titulada Sobre el retrato, el encargo y el enigma humano, iniciada con una referencia a su inclinaci¨®n vocacional hacia la pintura, surgida cuando, a la edad de seis a?os, su madre le regal¨® su primera cajita de pinceles. Hijo de un pediatra destinado en Puerto de Santa Mar¨ªa y en C¨¢diz provisto de devoci¨®n por la Cultura, Hern¨¢n Cort¨¦s admite haber troquelado el bastidor crom¨¢tico y esencial de su propuesta pict¨®rica, as¨ª como el horizonte y la estructura espacial de su futuro arte, con la luz que ba?a la bah¨ªa gaditana y frente a la inmensidad del Atl¨¢ntico. Lo ha se?alado Mar¨ªa Dolores Jim¨¦nez Blanco, comisaria de su reciente exposici¨®n de retratos en la sede madrile?a de la Fundaci¨®n Telef¨®nica.

Con apenas diez a?os, Cort¨¦s visitar¨ªa junto a su padre y su hermano Antonio el Museo de la sede madrile?a de la Academia a la que ahora ingresa, ¡°hogar y reflejo de la pintura de retrato que ha acompa?ado, con mayor o menor fortuna, la evoluci¨®n pol¨ªticas, art¨ªstica y social espa?ola desde mediados del siglo XVIII¡±, afirm¨®. ¡°Aqu¨ª estuve en mi infancia, tiranizado durante meses por retratos como el que Goya hizo de La Tirana¡±, explic¨® Cort¨¦s con una sonrisa. Recuerda haber visto entonces, con el anhelo de emularlo, el retrato de una ni?a bocetado por el pintor y acad¨¦mico gallego Fernando ?lvarez de Sotomayor; con el tiempo, esa ni?a, Maya, nieta del pintor, ser¨ªa su compa?era vital y el principal apoyo de su carrera pict¨®rica.

Cort¨¦s admite haber troquelado el bastidor crom¨¢tico y esencial de su propuesta pict¨®rica con la luz que ba?a la bah¨ªa gaditana?

Estudiante de Medicina a instancias de su progenitor, no bien por intercesi¨®n de amigos de su padre, como Gregorio Mara?¨®n, Pedro La¨ªn Entralgo y D¨¢maso Alonso, sabedores estos de la precoz desenvoltura de Hern¨¢n con los pinceles, dej¨® la senda de Hip¨®crates para consagrarse a la pintura. Formado en Sevilla y en Par¨ªs, donde indag¨® en la pintura abstracta, se adscribi¨® inicialmente al realismo social, que abandonar¨ªa pronto. Descubrir¨ªa luego en el retrato el g¨¦nero que, desde edad temprana, absorbi¨® la mejor cin¨¦tica de sus trazos, si bien repar¨® de inmediato en la dificultad que presentan los desaf¨ªos que el retratista ha de superar: el reto del parecido, que se presenta con perfiles inquietantes, se resume para ¨¦l tan solo en una serie de rasgos esenciales; el trazo certero ayuda a resolver esta delicada cuesti¨®n; pero, para Hern¨¢n Cort¨¦s, ni parecido ni trazo son en s¨ª suficientes. Se trata, sobre todo, de que la mirada del pintor ¡°le permita encontrar el ¨¢ngulo donde el modelo mejor se expresa a s¨ª mismo¡±. Si le acompa?a la fortuna, agrega, surge un ¡°chispazo revelador¡± que rubrica el desaf¨ªo con el ¨¦xito.

¡°Retratado, pintor y mentor del encargo protagonizan el retrato¡±. Puso el ejemplo del primero de los realizados a Felipe IV por Diego Vel¨¢zquez, para subrayar la elegancia del artista sevillano a la hora de satisfacer las exigencias y circunstancias que cada uno de aquellos demanda y que el retratista ha de conjugar superando las contradicciones que acostumbran a enfrentarlos. Tras subrayar la presencia en el retrato del perenne anhelo del ser humano por trascender a la inexorabilidad de la muerte, abord¨® despu¨¦s la supuesta dicotom¨ªa pict¨®rica entre figuraci¨®n y abstracci¨®n. El desgarro conceptual entre una y otra ha hecho mella en la historia del Arte contempor¨¢neo. Empero, Hern¨¢n Cort¨¦s muestra en sus obras la coexistencia armoniosa de la figura humana con la esencialidad de esa lejan¨ªa que la abstracci¨®n procura a la hora de representar al personaje efigiado: el retratista debe saber guardar esa distancia, la que le permite indagar, explorar y descubrir el enigma que acompa?a a todo ser humano y que, en un destello, intercomunica al pintor y al retratado en una intelecci¨®n rica y mutua. ¡°Figuraci¨®n y abstracci¨®n no se excluyen, sino que se complementan y enriquecen¡±, asegura. Vienen a ser, para ¨¦l, dos segmentos de una misma y necesaria potencialidad expresiva.

El presidente de Patrimonio Nacional y acad¨¦mico, Alfredo P¨¦rez de Armi?¨¢n; pol¨ªticos como el exministro ??igo M¨¦ndez de Vigo, ?ngel Gabilondo y Nicol¨¢s Sartorius; historiadores como Jos¨¦ ?lvarez Junco y Pedro Navascu¨¦s; catedr¨¢ticos de Arquitectura como Alberto Campo Baeza y Javier G. Mosteiro; actrices como Alicia S¨¢nchez; music¨®logos como Tom¨¢s Marco y dise?adores como Roberto Tur¨¦gano, acompa?aron al nuevo acad¨¦mico en una velada grata, rubricada por los saberes de Antonio Bonet Correa y el actual director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Fernando de Ter¨¢n, que dio entrada al retratista Hern¨¢n Cort¨¦s al hist¨®rico Olimpo madrile?o de las Bellas Artes.