Comedia af¨¢sica de un ictus

Empecemos por la gran virtud de H¨¢blame de ti, que es ¨²nica, aunque inservible: su valent¨ªa. En su tercera pel¨ªcula como director, el franc¨¦s Herv¨¦ Mimran se atreve a hacer comedia con un ictus. Comedia f¨ªsica, con las se?ales iniciales, con los s¨ªntomas del posterior ataque cerebrovascular, con el entumecimiento y los problemas de movimiento y de visi¨®n de un deleznable y exitoso hombre de negocios, de un fabuloso orador. Y comedia verbal, posterior al ictus: con el proceso de recuperaci¨®n tras las alteraciones en el lenguaje, con la afasia y la frustraci¨®n interior y exterior. Hay que ser muy osado, pero el cine es para los osados. El problema es que no tiene ninguna gracia.

Ser audaz poco tiene que ver con el talento. Y Mimran no lo demuestra en su exposici¨®n c¨®mica, en la amabilidad a machamartillo, en el desarrollo de un relato sin l¨®gica interna alguna, como el trastorno del lenguaje de su criatura. ?C¨®mo va a dar ese hombre en ese estado un discurso en una convenci¨®n empresarial? ?C¨®mo es que sus jefes y su doctora lo dejan? ?C¨®mo es que sale bien? ?Por qu¨¦ a pesar de salir bien lo echan? ?Para qu¨¦ hace el Camino de Santiago, para salvar a Bambi del ahogamiento, para que los espectadores se r¨ªan o para que se sonrojen?

Cada uno de los acontecimientos de H¨¢blame de ti tienen menos sentido que el anterior. Y las tramas paralelas parecen de otra pel¨ªcula. ?Qu¨¦ tiene que ver la b¨²squeda de la madre natural por parte de la ortofonista que ayuda al enfermo con el tema principal del relato? ?Y su historia de flirteo y amor con el enfermero? Simplemente nada, salvo aglutinar un tono meloso, ayudado por una colecci¨®n de canciones con semejante identidad que las tramas de la pel¨ªcula: ninguna. As¨ª que solo alguna mirada extraviada de su protagonista, el siempre excelente Fabrice Luchini, perdida, de indefensi¨®n dentro de la vanidad exterior de su personaje, muestra lo que podr¨ªa haber sido la pel¨ªcula sin tanto buen rollo impostor. Y ni eso lo acaba de aprovechar Mimran.